La guerra de las dos líneas en Siria: o ‘Mujer Vida Libertad’ o la violencia del ‘hombre estado’

Zilan Koçgirî

El 27 de noviembre las fuerzas hegemónicas pusieron en marcha un nuevo plan en Siria en los escenarios relativos a la tercera guerra mundial con centro en Oriente Medio. Según informaciones de fuentes locales, las bandas, llevadas a campos de entrenamiento en Idlib y Reyhanlı desde los meses de verano, fueron entrenadas con la nueva versión de «entrenar y equipar» y puestas de nuevo sobre el terreno en Siria.

Estos acontecimientos, que han tenido lugar a un ritmo vertiginoso en los últimos días de 2024, parecen ser un presagio de cómo transcurrirá 2025. Sin duda en esta nueva situación cada fuerza hegemónica tiene su propio plan. Ante estos planes, ¿en qué situación se encuentran, en Siria y Medio Oriente, las fuerzas que puedan proteger a los pueblos, mujeres, culturas, naturaleza y futuro? Responderemos más adelante a esta pregunta, pero primero echemos un vistazo a los sueños de las fuerzas hegemónicas que intentan ocupar no solo nuestra tierra sino también nuestros cerebros y corazón.

¿De quién es esta guerra?

¿Quién asesora y pone en marcha a este ejército de hombres, que las mujeres que vivimos en esta geografía conocemos muy bien, y qué es lo que quieren? Los estados hegemónicos patriarcales que hoy todo el mundo conoce y menciona, intentan otra vez, cien años después de la primera guerra mundial, repartirse Oriente Medio. Esta guerra comenzó con la guerra civil en Siria en 2011; con las guerras proxy, en las que se desplegaron en la región fuerzas paramilitares, cambiaron las dimensiones del conflicto y las formas de la guerra.

Cambiaron de nombre y de disfraz a medida que eran derrotados

Desde el comienzo de la guerra, los crímenes contra la humanidad cometidos por DAESH, puesto en el campo de batalla por los Estados imperialistas, se han desarrollado ante los ojos del mundo entero. Después de la derrota a manos de las YPJ/YPG de la rama de Al-Qaeda Al-Nusra y su nombre posterior Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y el DAESH, los restos del DAESH y HTS se refugiaron en Turquía, su patrón, y se fusionaron con los grupos de bandas que comparten la misma mentalidad. Al ser derrotados, cambiaron de nombre y de disfraz. El «Ejército Sirio Libre» (ESL) dirigido por Turquía, más tarde conocido como «Ejército Nacional Sirio» (ENS), «entrenado y equipado» por las potencias hegemónicas y desplegado sobre el terreno, incorpora casi treinta grupos de bandas.

La guerra se libra sobre el cuerpo de las mujeres

Estos grupos de bandas yihadistas han invadido todas las zonas en las que han entrado y las han ocupado a través de los cuerpos de las mujeres. No es posible hacer estadísticas sobre los crímenes cometidos contra las mujeres en el país, donde la guerra aún continúa. Sin embargo, estos crímenes cometidos contra las mujeres, tanto por el Estado sirio como por estos grupos, son horribles. En un informe publicado en 2018, las Naciones Unidas anunciaron que miles de mujeres y niñas habían sido violadas en el país durante la guerra civil. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, documentó la muerte de 353.900 personas, 106.000 de ellas civiles, hasta marzo de 2018. Esta cifra no incluye las 56.900 personas desaparecidas y presuntamente muertas. La organización estima que no se ha documentado la muerte de 100.000 personas. El 40% de los asesinados son mujeres y niños. La mitad de los sirios que se han convertido en refugiados son mujeres. Se sabe que las mujeres son obligadas a prostituirse y vendidas como esposas en países como Turquía, Líbano y Jordania.

Ellos fueron mensajeros de la muerte y las mujeres fueron defensoras de la vida

En todas las ciudades, aldeas y pueblos en los que entraron, estas bandas dejaron tras de sí personas decapitadas, mujeres tomadas como botín, mujeres violadas, naturaleza y casas saqueadas, y nadie se levantó para detenerlos. La única fuerza que les plantó cara y dijo «alto» fueron los kurdos; fue la oposición de todos los pueblos y mujeres. Los kurdos, nutridos por la fuerza intelectual y práctica del paradigma democrático, ecológico y de liberación de la mujer de Abdullah Öcalan, el Líder de los Pueblos; los 40 años de cultura de resistencia del PKK; y los 30 años de lucha de la línea de liberación de la mujer, estaban preparados para enfrentarse a estas fuerzas. Al mismo tiempo, con sus victorias en todos los frentes en los que lucharon, también transmitieron el mensaje de que Oriente Medio no está obligado a estas fuerzas oscuras.

Mientras las bandas y sus patrocinadores llevaban la muerte y la masacre allá donde iban, las mujeres libres portaban la vida y la libertad. La filosofía de vida, que ha culminado con la Revolución de Rojava y definida como la Revolución de las Mujeres, se ha desarrollado paso a paso y se ha dado a conocer como un modelo para las mujeres del mundo, desde la igualdad de representación hasta la copresidencia, desde la autodefensa hasta la participación en la fuerza autónoma.

Durante la guerra civil siria el pueblo de Rojava no quiso elegir entre potencias extranjeras o el régimen sirio antidemocrático, sino que adoptó la tercera vía en el eje del paradigma de la «autonomía democrática» y la «nación democrática» del Líder de los Pueblos Abdullah Öcalan, y en 2012 inició la Revolución de Rojava. Paso a paso, expulsó al régimen sirio de sus ciudades y declaró cantones autogobernados y estableció sistemas de autodefensa y autoadministración. En este proceso, el 4 de abril de 2013 las Unidades de Defensa de la Mujer (YPJ), la fuerza de autodefensa formada por mujeres, declaró su creación La revolución de Rojava se desarrolló como un modelo alternativo en Oriente Medio.

Con esta resistencia, Rojava sirvió de ejemplo para la coexistencia de los pueblos, con la conciencia de la igualdad de representación y la autodefensa, y se convirtió en la esperanza de los pueblos y las mujeres, abrazada por todo el mundo. La mariposa de la libertad volando en Rojava permitió la universalización del grito de libertad que marcó el siglo XXI, con la fórmula mágica de «jin jiyan azadi» en Rojhilat. Esta magia encontró su significado en la línea de la liberación de la mujer, afirmando que el siglo XXI será el siglo de la mujer, y se dio a conocer como método en la lucha contra el colonialismo, desde Indonesia hasta la India, desde Kenia hasta Catalunya y Abya Yala (América Latina).

Exportaciones de bandas contra el modelo de Rojava

El modelo de Rojava, que se ha convertido en un ejemplo en Oriente Medio, se ha enfrentado a la ideología sexista, nacionalista y religiosa de la modernidad capitalista. El Estado turco, que ha asumido voluntariamente la representación de esta ideología, ha activado bandas dentro y fuera del país para aplicar políticas misóginas, islamistas y fascistas racistas en el territorio sirio. Y no sólo en Siria: ha exportado bandas a muchas partes del mundo, como Libia, Níger, Sudán, Somalia, con el objetivo de globalizar sus políticas antipopulares y misóginas. No vamos a entrar en ello porque no es nuestro tema, pero quienes tengan curiosidad pueden investigar en qué puntos de África están posicionadas las bandas del estado turco y qué tipo de crímenes cometen contra los pueblos. Es sabido que el Estado turco es uno de los mayores financiadores y partidarios de la guerra civil siria. Los vínculos económicos petroleros y de otro tipo y los vínculos ideológicos yihadistas han sido documentados por muchas organizaciones internacionales.

Al Nusra, derrotado por las YPJ, vuelve como HTS

Dentro del proceso que ha comenzado tras la ocupación de Alepo, HTS, que muchos, incluidos los estados europeos, pregonan como candidato «moderado» para el gobierno sirio, es el nombre actual de Al Nusra, que se originó en Al Qaeda. Los primeros ataques de esta organización empezaron hace años en Serêkaniyê, pero fueron derrotados por las fuerzas de autodefensa, incluido las YPJ. Cuando en octubre de 2014 DAESH, que había entrado en la guerra civil siria con el apoyo de los estados imperialistas y las potencias hegemónicas regionales, atacó Kobanê, uno de los cantones de Rojava, las YPJ, como fuerza de autodefensa organizada, participaron en su defensa; y cuando Kobanê fue liberada, la primera bandera que se izó fue la de las YPJ. Con miles de mujeres como fuerza de autodefensa, las YPJ luchó contra DAESH en Manbij, Tabqa, Raqqa y Derazor y participó activamente en la liberación de estas ciudades.

En Afrin el objetivo fue la línea de liberación de la mujer

El estado turco, con la aprobación de las potencias hegemónicas, atacó el cantón de Afrin el 20 de enero de 2018. Fue durante la invasión de Afrin cuando se reveló claramente la cooperación del estado turco con los grupos paramilitares; alrededor de 25 grupos yihadistas, incluidos combatientes de DAESH, participaron bajo el nombre de Ejército Libre de Siria. El mundo entero observó este ataque, con métodos impensables, de un estado contra una pequeña ciudad.

Afrin fue ocupada por el estado turco y grupos yihadistas el 18 de marzo. Como en todas partes, el primer objetivo de la invasión fueron las mujeres. La ira del estado turco y sus grupos afiliados, que grabaron la tortura del cuerpo sin vida de la luchadora de las YPJ Barin Kobanê, se dirigió contra las mujeres que se habían organizado y se defendían. Muchas niñas fueron secuestradas, aunque el número no está claro y las mujeres fueron violadas. Los ataques contra las mujeres crecen a diario.

La Organización de Derechos Humanos de Afrin declaró que el 30% de los ataques cometidos en la ciudad fueron contra mujeres, mientras que la mayoría de las víctimas eran niñas. El informe afirma que 500 mujeres fueron asesinadas de distintas formas, mientras que 60 sufrieron agresiones sexuales. Según el informe, se desconoce el destino de miles de mujeres secuestradas por la denominada «policía militar» del estado turco, y algunas de ellas sólo fueron liberadas a cambio de un rescate. Tras la ocupación de la ciudad, 500.000 personas, de las que casi la mitad eran mujeres, abandonaron la ciudad al conocer las prácticas misóginas de las bandas y empezaron a vivir en campamentos en la región de Shahba-Til Rifat. Especialmente los miembros de la banda Sultán Murat infligieron brutales ataques contra las mujeres kurdas de la ciudad, lo que se incluyó en los informes internacionales de derechos humanos. Miles de mujeres fueron violadas, no pueden salir a la calle sin el permiso de los hombres y el registro criminal de las bandas aumenta en la ciudad día a día; la demografía ha cambiado, se ha convertido en una ciudad sin mujeres y sin kurdos.

Los asesinos de Havrîn Xelef están en Alepo

El 9 de octubre de 2019, el estado turco y el «Ejército Nacional Sirio» (ENS), compuesto por organizaciones yihadistas, incluida DAESH, lanzaron ataques para invadir las ciudades de Serêkaniyê y Girê Spî, en Rojava. Recordemos que el estado turco y sus grupos afiliados, cometieron crímenes de guerra contra cientos de mujeres. Las mujeres fueron de nuevo el primer objetivo de los invasores. El 12 de octubre de ese año, Havrîn Xelef, copresidenta del Partido del Futuro de Siria, fue asesinada en la autopista M4. Los yihadistas difundieron este crimen contra la humanidad en sus cuentas en redes sociales. Este asesinato cometido por la banda Ahrar Şarkiye, quedó también reflejado en los informes de la ONU. Y ahora estas bandas, afiliadas al estado turco, participan en la batalla por Alepo.

El 26 de octubre de 2019 el cadáver de la combatiente de las YPJ Amara Rênas fue torturado por grupos yihadistas afiliados al estado turco. Los grupos grabaron la tortura del cadáver y la publicaron en sus cuentas digitales. Según los datos de la Organización de Derechos Humanos de la Región de Cizre, muchas mujeres fueron secuestradas en los pueblos de Girê Spî. También se sabe que las mujeres de la ciudad fueron obligadas a llevar burkas negros. Según los informes de las organizaciones de derechos humanos en Serêkaniyê, donde antes de la ocupación los pueblos convivían, cinco mujeres chechenas, 50 árabes y 120 kurdas fueron secuestradas por las bandas del estado turco ocupante entre 2019-2022.

Los que comen con lobos lloran con el pastor

Las potencias en Siria, donde se comercia con vidas humanas, publican de vez en cuando los balances de la guerra que han provocado bajo el nombre de los llamados derechos humanos. Incluso en los informes publicados por las mismas potencias con una hipocresía como ‘comer el cordero con el lobo y llorar con el pastor’, se ve qué tipo de infierno está viviendo la geografía. Paulo Serêgio Pinheiro, presidente de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria, admitió en 2023 que el estado turco y sus bandas afiliadas tenían como objetivo las regiones donde viven los kurdos, con las siguientes frases: «En Afrin, Rasulayn (Serêkaniyê) y las zonas circundantes, el Ejército Nacional Sirio (ENS), respaldado por Turquía, cometió crímenes de guerra como la toma de rehenes, tratos crueles, torturas y violaciones. Muchas personas murieron como consecuencia de bombardeos aéreos y terrestres. Los saqueos, la confiscación de bienes y los desplazamientos siguen siendo generalizados, sobre todo en las zonas kurdas. Comunidades y culturas enteras están siendo atacadas. Sitios del patrimonio de la UNESCO han sido arrasados».

No pueden huir fácilmente de esta geografía

Los estudios estadísticos cronológicos que hemos intentado mostrar más arriba, y que son como la punta del iceberg, claramente son datos para que entendamos quién lucha contra quién en la Siria de hoy. A pesar de todos los ataques, intentos de ocupación, desplazamientos, cambios demográficos, violaciones, asesinatos, confinamiento de las mujeres, separación de las mujeres de la vida y de su propia defensa, y subordinación a los hombres, la Revolución de Rojava sobrevive. La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria ha demostrado que la triada hombre-Estado-violencia no tiene futuro en Oriente Medio. La lucha que se libra en las montañas de Kurdistán desde hace 6 años como parte de esta línea de resistencia está, por supuesto, muy relacionada con la línea de defensa de los pueblos y de las mujeres. El estado turco y las fuerzas que lo respaldan se han dado cuenta una vez más de que no podrán hacer correr sus caballos tan fácilmente en esta geografía, especialmente en Kurdistán.

El 7 de octubre y la legitimación de la violencia

En este momento, las fuerzas de poder fascistas del hombre-estado en todo el mundo están participando nuevamente en otra guerra de reparto, con la violencia ilimitada de la mente masculina dominante. El estado turco, guardián de la hegemonía en Oriente Medio, intenta mantener de nuevo esta geografía dentro del nudo ciego de la violencia. De hecho, la mecha de este proceso se encendió el 7 de octubre con la guerra entre Hamás e Israel, y la violencia ilimitada que pisotea la dignidad humana se ha vuelto más legítima. En resumen, los soberanos, con el apoyo implícito de unos y otros en connivencia, han llegado a un compromiso implícito de que «hagáis lo que hagáis contra los pueblos y las mujeres, os saldréis con la vuestra». Otro aspecto de este compromiso es la glorificación de la masculinidad. Con las guerras por el poder que libran las fuerzas del sistema, tanto directamente como a través de bandas, y con una forma de entender la violencia que no reconoce ninguna regla, se intenta glorificar la masculinidad inhumana, vacía de todo valor.

Las mujeres conocen incluso el hígado de las bandas

Es necesario comprender la verdadera cara de la guerra que comenzó contra Alepo el 26 de noviembre, seguida por la ocupación de Hama, Homs y con la guerra hoy a las puertas de Damasco. Las potencias hegemónicas han vuelto a poner en el campo de batalla al HTS y al ENS, a los que han dado con sus propias manos una nueva imagen. Quieren estrangular la Revolución de Rojava, que las mujeres han tejido con mil labores en la geografía que ellos quieren convertir en un infierno. Hay una expresión que dice: «En las guerras, primero se dispara a la verdad». Estos días, en medio de la polvareda y el apocalipsis, hay una carrera por acaparar tierras en los mapas. Pero sobre estos mapas viven millones de personas, en los puntos que en las pantallas se señalan con un puntero en la mano. A nadie le importa la situación de los millones de personas que viven allí, ni la situación de las mujeres. La tierra que hay que ganar, el botín del que hay que apoderarse, como el más antiguo recuerdo y la más antigua enfermedad de estas tierras, abren el apetito. Esta imagen, con la que estamos familiarizados desde el comienzo de la guerra civil siria, aparece cada día como la revitalización del despliegue de manadas de hombres, que han recortado sus barbas un poco más y han cambiado su imagen, en el campo de batalla. Sin embargo, por mucho trabajo de imagen que se haga, las mujeres de esta geografía sobre todo, conocen la mentalidad misógina de este rebaño masculino, cuyo «hígado» conocen, por así decirlo, a través de sus propias experiencias.

Pasado y futuro chocan en el presente

En Siria y en todo el mundo, se puede ver en el análisis político de la tercera guerra mundial que, además de la economía y los intereses, el blanco principal está entre dos filosofías de vida. Cual fuera la situación en 2011, se intenta volver de nuevo al principio, y los acontecimientos demuestran que en la región, aparte de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, las Fuerzas Democráticas de Siria y la YPJ, para los pueblos y las mujeres no existe ninguna otra fuerza. Podemos considerarlo como la encarnación del espíritu de resistencia de la historia de miles de años. La memoria social del pasado y los objetivos para el futuro están en gran colisión en el «presente». Esta es la geografía donde la cultura agrícola de las mujeres de Tel Halaf y la cultura masculina pastoril de El Ubeyt se enfrentaron hace miles de años. Lo que ocurre hoy en esta geografía, que es el lugar donde surgieron tanto la sociedad igualitaria como los poderes serviles, puede evolucionar positivamente para el mañana con una buena comprensión del ayer.

Socialismo o barbarie

El Líder de los Pueblos Abdullah Öcalan afirma: «En el siglo XXI triunfará o la barbarie o el socialismo». También podemos leerlo como «o mujer vida libertad o la violencia del hombre-estado». En las guerras de hegemonía, lo esencial es siempre el capital y el poder basados en la mentalidad del hombre dominante. Según esta mentalidad, el dinero y el poder son el sujeto principal que representa la conciencia humana, el discurso y todo tipo de voluntad. Los grupos que se quedan fuera del poder, hombres y mujeres, son objetos a utilizar de cualquier manera. El desplazamiento de millones de personas de sus lugares y hogares, la separación de su sociedad y cultura y la dispersión de sus esperanzas se están llevando a cabo en todo el mundo sobre la base de un concepto. Las personas y las sociedades cuya fe, esperanza y espiritualidad están destruidas quedan expuestas a todo tipo de males. La guerra actual en Siria nos muestra que la tragedia que se está viviendo trata de dispersar la sociedad y perder el pasado histórico. Con esta guerra quieren transformar la rabia y la desesperación contra ellos y disolver la sociedad.

Con la conciencia de que la historia siempre la escriben los que resisten, son claras las señales de que se puede salir de este caos con el paradigma democrático, ecológico y de liberación de la mujer.

Fuente

Compartir
Ir al contenido