La Expropiación Petrolera en México en el Siglo XXI
No cabe la menor duda que la Expropiación Petrolera de 1938 del Gral Lazaro Cardenas del Río se presentó en las condiciones apropiadas para asegurar que el estado mexicano contará con la Renta Petrolera que le permitiera llevar adelante sin endeudarse los grandes retos de un país que se reconstruía tras una cruenta Guerra, como lo fue la Revolución Mexicana.
Sin la Expropiación de Tierras y de Recursos Naturales el proyecto de Redistribución de la Riqueza planteado por la Revolución no se habría concretado -ni parcialmente-, hoy nos enfrentamos a la descarnada contrarevolución y al uso faccioso de los recursos públicos para el control de la sociedad, aunado al control político del aparato de estado, en todas sus vertientes de represión.
El concepto de «expropiación» se ha tergiversado, lejos quedo la Ley de Expropiación de 1936, en su esencia se ha convertido en un instrumento del gobierno para apropiarse de tierras comunales y desarrollar proyectos especulativos, como el Nuevo Aeropuerto, o ha sido instrumento de las Mineras, muchas de ellas de capital extranjero, para robar los recursos de la nación, sin tener consecuencia alguna.
La nobleza de la Expropiación Petrolera del 18 de Marzo de 1938, se ha convertido en una desgracia, que a fuerza de endeudarse y ser improductivo el gobierno neoliberal en 40 años ha dilapidado, de forma estrepitosa, de Miguel de la Madrid a la Fecha, con el colofón de Enrique Peña Nieto entregando el Mercado Energético de forma descarada.
Las Contrareformas de 2014 han significado el fin del concepto de Revolución en el Partido de Estado, el PRI se ha convertido en el PAN en los hechos, y ha pasado su espectro a la Derecha sin ningún empacho se ha declarado el partido de los «empresarios» sexenales que viven del erario público y de endeudar a la sociedad en su conjunto, un mecanismo de Corrupción Imparable en el que la Reelección de Legisladores y Presidentes Municipales es parte central en el Porfirismo que hoy enfrentamos.