La desigualdad sigue creciendo en el Estado español. Más pobreza severa

El conjunto de evidencias disponibles en Informes de diferentes entidades y de ONGs, las noticias cotidianas y los testimonios de activistas de movimientos sociales,  nos permiten afirmar que se registra un grave panorama socioeconómico en la población el Estado español e irá a peor.

El impacto que significó la pandemia sobre una distribución de la renta brutalmente desigual provocó a su vez un aumento creciente en la desigualdad salarial. Las medidas que surgieron por parte del Estado no dieron los resultados que éste auguró.

¿Los motivos?

Establecimiento de montos a todas luces insuficientes, burocracia en las diferentes administraciones, demoras en los cobros de algunas ayudas y las dificultades de acceso a ellas por parte de los colectivos más vulnerables. Algunos trabajos muestran que el Estado español sería uno de los países con mayor aumento de la desigualdad de la renta disponible en los hogares.

La actual dificultad de acceso a empleos con salarios que permitan una subsistencia digna, las precarias condiciones laborales, la imposibilidad de acceder a una vivienda adecuada y a precios asequibles, así como a recursos tecnológicos y/o educativos, podrían situarnos en los niveles de la crisis del 2008, de la que aún no se ha recuperado la sociedad española.

Este aumento de la pobreza es más aguda  entre aquellas personas que ya estaban en una situación socieconómica de mucha vulnerabilidad.   Esto implica que habrá una cantidad mayor de hogares en los que la pobreza se presente como un continuo apabullante ya que las oportunidades laborales no serán asequibles incluso en los períodos de expansión del empleo.

Lo que veíamos hace un mes como una exasperante “lentitud de la recuperación económica” a la luz de los últimos acontecimientos -entre los que podemos mencionar la guerra en Ucrania, la huelga de transporte, el aumento de los precios de los alimentos, la falta de algunas materias primas, la crisis energética-,  nos hacen inferir no solo que la pobreza en determinados sectores sociales ha llegado para quedarse por mucho tiempo, sino que los hogares que entren en esa esfera de la vulnerabilidad crecerá exponencialmente.

La crisis capitalista es un hecho, las otras crisis también. Tanto la pandemia como la invasión rusa a Ucrania solo han adelantado y agravado lo que se preveía: la agudización de la crisis en un sistema insostenible.

Cuadro correspondiente a la Pobreza Severa 2008- 2020 informe eapn

La invasión rusa a Ucrania, ha incidido en variables que ya se están haciendo sentir también en los hogares del Estado español.  Los enormes aumentos en los precios globales de alimentos y energía registrados podrían llevar a la pobreza a millones de personas. Una simple mirada a estos datos explican estas afirmaciones: Ucrania es un foco vital para la exportación agrícola, ya que junto a lo que cosecha Rusia cubren el 29% del trigo a nivel mundial.  La situación se agrava si vemos que los fertilizantes imprescindibles para la agricultura provienen de Moscú y Bielorrusia (generan 1/6 del total mundial). Estas son  zonas que se encuentran afectadas por graves sanciones que podrían dificultar su producción, comercialización y distribución.  Como corolario de esta situación tanto el petróleo como el gas tocan precios récords, los más altos en una década.

El Banco Mundial proporcionó algunas cifras: Los aumentos en los precios de los alimentos del  2007  generaron 155 millones más de personas que se sumaron al grupo de habitantes en pobreza extrema, en el mismo informe menciona que el aumento del 2010 generó otras 44 millones de personas en esa condición. Los aumentos exponenciales de precios registrados desde la invasión de Rusia a Ucrania,  hacen temer otra oleada de millones de personas que pasarán a la pobreza extrema, sumándose a las ya existentes.

¿Acaso estas condiciones pegarán duramente en los países más desfavorecidos, los más pobres, los más vulnerables?

Claro, pero… No solo en los países más pobres

Todo país tiene su “SUR”, tiene gente en condiciones de exclusión social, tiene personas que no tendrán para afrontar los pagos de un  alquiler, de la electricidad o el agua de  su casa o incluso para poder hacer las tres comidas al día.  En el caso de familias con niños y niñas,  la situación se agrava hasta niveles insoportables. Y esto es un hecho al día de hoy en millones de familias que viven en el Estado español. No hace falta girar la cabeza hacia algunos países de África, Asia o América Latina. Tenemos hoy gente en nuestras ciudades que duerme en la calle, que busca comida en la basura, que no tiene acceso a la asistencia del Estado. Y esto se llama pobreza y/o riesgo de pobreza severa. Aquí mismo, sea en Madrid, Barcelona o Sevilla. estamos hablando de Europa. De la gran mentira, del gran espejismo que se llama Europa.

Por eso es muy bueno mirarnos, pero también mirar  hacia otros lugares, otros países, otras personas. Porque tenemos un enemigo común. Y ese enemigo es el capitalismo que genera muerte, destrucción, hambre, pobreza, alienación. Tendremos mucho más de eso en los tiempos venideros.

Estemos alertas, porque la única salida no es acaparar alimentos de los supermercados. No es la “salvación” individual. No hay tal cosa.

Piensa que el camino es la lucha, la autoorganización y el apoyo mútuo entre colegas, vecinos y vecinas, asociaciones, movimientos sociales, sindicatos de base.

Vienen tiempos duros tal y como se presenta la realidad.

Veremos, mientras tanto, seguimos.

Diana Cordero – Kaosenlared
Fuentes consultadas: FAO Food price index, Informe Foessa, Informe EAPN, Informe CGD
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