Jose Marti y el Socialismo del Siglo XXI (I parte)
INTRODUCCION:
 
Hoy cuando el mundo se debate entre crisis y guerras y se palpa con mayor claridad que nunca el fracaso del capitalismo mundial, hoy cuando América Latina se encamina a la unidad por su segunda independencia y varios países toman la vía de un nuevo socialismo que se abre paso como alternativa por un mundo mejor; hoy cuando Cuba cumple sus 50 años de revolución y de ejemplo de resistencia de un pueblo, a pesar de bloqueos, chantajes, presiones, agresiones y terrorismo del Imperio mas potente y agresivo de la historia humana y sobrevive al fracaso del intento socialista del siglo XX; hoy mas que nunca debemos ahondar y apoyarnos en las ideas de José Marti nuestro precursor y héroe nacional para construir el socialismo del siglo XXI en Cuba.
En una carta respuesta a su amigo Fermín Valdés Domínguez, quien había asumido las ideas socialistas como las había asumido también el propio Marti, este le señalaba: “Por lo noble se ha de juzgar una aspiración y no por esta o aquella verruga que le ponga la pasión humana”. Ycontinua: “Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras: el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas; y el de la soberbia y rabia disimulada de ambiciosos que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en alzarse, frenéticos defensores de los desamparados…pero en nuestro pueblo no es tanto el riesgo, como en las sociedades mas iracundas y de menos claridad natural: explicar será nuestro trabajo, y liso y hondo, como tu lo sabrás hacer: el caso es no comprometer la excelsa justicia por los modos equivocados o excesivos de pedirla. Y siempre con la justicia, tu y yo, porque los errores de su forma no autorizan a las almas de buena cuna a desertar de su defensa. Muy bueno, pues lo del 1ro de Mayo”. (T.3, p. 168)
Como se ve la idea socialista que el mismo Marti defiende tiene dos peligros: las lecturas extranjeras mal traducidas, por confusas e incompletas y el de que pueda ser utilizadas demagógicamente por falsos lideres; tener en cuenta que en aquella época en EEUU había una gran confusión ideológica y prevalecían ideas anarquistas como socialistas cuestión criticada en su momento por Engels y Lenin.
Marti asumio las ideas y participo activamente en la organización de trabajadores de Nueva York, “Orden de los Caballeros del Trabajo” donde se luchaba por reformas sociales de forma pacifica; también apoya en 1886 al Partido Obrero Unido que llevo al socialista revolucionario norteamericano Henry George como candidato a alcalde en la ciudad de Nueva York participando activamente en su campaña electoral. Henry George promulgaba una reforma agraria dando la tierra a quien la trabaja como propiedad nacional que coincide con la política agraria que Marti previera para la nueva republica.
La afinidad que en muchos aspectos ofrece el pensamiento martiano con las ideas socialistas, hizo que el historiador ingles G. D. H. Cole, en su obra “Historia del pensamiento socialista” (t. IV p.287, México 1960) le dedicaría espacio y explica de forma convincente el derecho de José Marti a ser incluido en esa historia. Veamos en parte el comentario:
“Los revolucionarios cubanos no eran socialistas. Tampoco su principal teórico José Marti, expreso una doctrina específicamente socialista. Era un “nacionalista revolucionario”, mas que un socialista. Pero su nacionalismo era muy radical, y descansaba en una concepción de igualdad racial que lo asocia a posteriores desarrollos del socialismo y el comunismo en América Latina. Reconoció la necesidad de fundar su movimiento revolucionario en las clases trabajadoras…fue un fuerte opositor del colonialismo y durante su estancia en Nueva York, escribió vigorosamente condenando al capitalismo norteamericano, especialmente en sus aspectos imperialistas. Su política sin embargo fue de colaboración entre la clase trabajadora en la que confiaba principalmente y la clase media nacionalista que podía ser inducida a aliarse a aquella contra la aristocracia terrateniente…abogaba también por una legislación social avanzada y por todo esto, merece un lugar en esta historia”.
Solo difiero del señor Cole de ver a Marti como un “nacionalista” ya que su plan era la independencia de Cuba y Puerto Rico, crear una republica de nuevo tipo en las Antillas, para abortar el plan imperialista yanqui de tragarse a nuestra América y ayudar así al equilibrio del mundo. Quien así piensa no puede ser un nacionalista y si un socialista revolucionario con ideas renovadoras y propias del momento histórico que sin duda difieren del modelo socialista absoluto fijado en la URSS por Stalin en el siglo XX y que como bien sabemos fracaso sin dejar de reconocerle algunos aportes. O sea José Marti es el primer pensador de los llamados en su época países de la barbarie y en el siglo XX por países subdesarrollados, en desarrollo o del 3er mundo que aborda con profundidad los conflictos sociales y el inevitable choque de clases y denuncia el proceso de transformación imperialista de EEUU, trazando un plan donde se involucra nuestra independencia para lograr el equilibrio del mundo.