Jean-Michel Basquiat, de Brooklyn a Bilbao
Por Iñaki Urdanibia
Jean-Michel Basquiat: Ahora es el momento – Exposición organizada por la Art Gallery of Ontario en colaboración con el Museo Guggenheim Bilbao
3 de julio, 2015 – 1 de noviembre, 2015
Este año habría cumplido 50 este hijo de la calle, Jean-Michel Basquiat ( 1960-1988) , que pringaba las paredes de su ciudad natal con sus grafittis, obras que luego invadieron los museos, como ahora el de Bilbao. Llamativos colores, expuestos en distintos soportes que dan cuenta de una ingenuidad luminosa.
Breve fue la vida de este artista negro de revuelto pelo que se fue el 12 de agosto de 1988 a la edad de 27 años; el pico en vena, al que estaba enganchado desde hacía tiempo, le resultó fatal en dicha ocasión. El escenario de su fallecimiento fue su loft de Great Jones Street, las coloridas y pintarrajeadas paredes de la vivienda- taller fueron mudos testigos del fatal desenlace. Había nacido en el Brooklyn y sus padres se divorciaron cuando el muchacho contaba con la edad de ocho años; su padre se trasladó con Jean-Michel y con sus dos hermanas a Puerto Rico. Con dieciséis años volvió el joven a la localidad que le vio nacer y allá va a comenzar el fulminante despegue de su fugaz, e intensa, vida artística. Allí comenzaron a aparecer las paredes urbanas pintadas con una firma- SAMO, <<la misma mierda de siempre>>, Same Old Shit– siempre acompañada del correspondiente signo del copyright; la extensión geográfica de las pinturas se fueron extendiendo y Basquiat vende, para subsistir, tarjetas postales con representaciones de sus pinturas murales, aclarando más adelante que tras la misteriosa firma se ocultaba él, y a veces también su amigo de la escuela Al Díaz.
A los veinte años sus obras comienzan a exhibirse en distintos museos de la city y su fama, que se ampliará más allá del charco(Alemania, París, etc. ), le llevaría a que algunos íconos del underground neoyorkino se acercasen a él: entre ellos Andy Warhol, ambiente que fue reflejado, un tanto con él en la sombra, en un significativo documental realizado por Julian Schnabell con el nombre del propio artista: << Basquiat>>(1996). El carácter innovador de su obra que se inspiraba en el mundo que le rodeaba , en las conversaciones con sus amigos, abrió nuevos horizontes a artistas que vieron, y ven, su obra marcada por el espíritu basquiatiano que conjuga en sus obras los colores del mundo, y de las ideas, los símbolos e iconos que lo pueblan, situando al espectador en la encrucijada de los tiempos presents..
Ahora <<el chico radiante>> (<< Jean-Michel Basquiat: The Radiant Child>> de Tamra Davis) como le calificase un documental que da cumplida cuenta de la evolución del pintor, de quien se convertiría ya en vida en una verdadera figura del pop: Ahora se brinda la ocasión para ver en directo el espíritu de la obra que se observa en el documental que señalo sus dislocadas obras, más de cien entre pinturas y dibujos, colgadas en las paredes del Museo bilbaíno Arte Moderno parisino. En las salas de dicho museo, se puede gozar de un espectacular recorrido, cronológico, de la evolución de ese joven llamativo con sus rizadas trenzas y su profunda mirada cercana a la provocación, que se codeaba con toda la fauna de hip-hoperos que danzaban como alocados derviches epilépticos y de encrespados punkis, con sus crestas coloridas como sus pintureros cuadros, como sus tarjetas, sus cartones, sus cartas publicitarias, sus vallas, telas, puertas…que todos los soportes le valían para expresar su luz a este personaje- que servía de nexo de unión y de expresión a estas tribus nombradas-, como queda recogido con exhaustivo detalle en la muestra de la que hablo, que se completa con significativas fotografías del neoyorkino en acción, brocha en mano, y con una colección de objetos particulares en los que Basquiat no podía dejar de dejar grabada su marca..
En los lienzos de Basquiat brillan en llamativos tonos algunas constantes de su época y de sus fuentes de inspiración- malgré lui-, estrellas del jazz ( Charlie Parker, Dizzy Gillespie…) y de otros ritmos musicales(Jimi Hendrix…) , del boxeo ( Joe Louis, Sugar Ray Robinson), de los cómics, motivos religiosos, con trazos que acercan aires de familia que pueden recordar a ciertos productos del art brut, de cierto primitivismo naïf, con una contagiosa altanería que ilumina a quien se plante ante las obras, en especial aquellas de formato amplio que resultan, si cabe, más deslumbrantes: ángeles, reyes, boxeadores, formas entrelazadas y hasta imbricadas. Auto-retratos en los que se cruzan, se superponen como si ante un palimpsesto nos encontrásemos distintas figuras, varios Untitled como el amenazante Boxer de 1982, o como el fechado en 1986 que nos muestra al retratado como un indígena primitivo con sus llamativos pelos de punta en su plena negritud, algunas muestras de la inmediatez –como <<Italian>> de 1983- que parece un fiel traspaso de una pared animada a la animada seriedad museística, o sus indisimulados homenajes a Mille Davis o Cassius Clay.
Exposición que da cuenta de los crujidos entre el expresionismo y el pop-art que produjo la obra de este artista autodidacta con la agresividad de su estilo y la brutalidad de sus desfasadas formas, lanzadas en líneas en busca de infinito cercadas por figuras que expresan la vitalidad de un tiempo, de un lugar que en su momento se convirtió en un hervidero de exultante creatividad. ¡Así, Jean-Michel Basquiat , una explosión de luz y color ! ¡ Jean-Michel Basquiat, allá en donde la cuatricomía muestra sus límites y es forzada hasta el desbordamiento!