Haití. Multitudinarias protestas sacuden a Haití contra el alza de los combustibles

En Haití las protestas generalizadas no cesan. Si en las últimas semanas las manifestaciones se venían convocando contra el empeoramiento de las condiciones de vida, esta semana entró con fuego momentos después de que se anunciara de cuánto subirán los precios de los carburantes en el país antillano. El miércoles fue el día más álgido con la capital Puerto Príncipe paralizada y escenario de multitudinarias manifestaciones, pero hasta este viernes las protestas no cesaban.


Por Milton D’León

El pasado domingo, el Gobierno de Ariel Henry anunció la quita de subsidios para los combustibles, alegando la escasez de fondos para sostenerlos, lo que constituyó la chispa que encendería la mecha para que las protestas se intensificaran. El precio fijado por el gobierno para el galón (3,79 litros) de gasolina se incrementará de 2 dólares a 4,78 dólares; el de diesel subirá de 3 dólares a 5,60 dólares y el de querosén de 3 dólares a 5,57 dólares. Se acusa a las propias autoridades de la importante escasez de combustibles, para con ello encontrar pretextos para aumentar el precio de los carburantes.

Esto constituyó la ira para que las protestas antigubernamentales se multiplican y han sido cada vez más numerosas en Puerto Príncipe y otras grandes localidades, lo que ha llevado a la paralización total de las actividades, con organismos públicos, comercios y bancos cerrados y sin transporte. También se han llevado a cabo manifestaciones en otras localidades como Cayes, Petit-Goave y Jérémie, Tabarre, Delmas, Pétion-Ville, Croix des Bouquets viviéndose jornadas de tensión.

En el día más álgido del miércoles, cuando la furia del pueblo dio un giro violento, en las protestas en Puerto Príncipe los manifestantes levantaron barricadas y les prendían fuego, al tiempo que sectores más desesperados por su situación realizaban saqueos. En Petit-Goave, a pocos kilómetros de Puerto Príncipe, se llevaron adelante fuertes actos de protestas contra sedes de empresas, entre ellas la Banque Nationale de Crédit, Electricité d’Haiti y Sogebank, lugares que ven como símbolos económicos. Se exige que el Gobierno revierta su decisión de aumentar el precio de los derivados del petróleo pero también su demisión.

Este viernes las protestas no cesaban. La salida del poder del primer ministro, Ariel Henry, es la condición que ponen los manifestantes para abandonar las calles, cuando este viernes continuaban envueltas de nuevo en el humo de neumáticos, barricadas y locales ardiendo tanto en Puerto Príncipe como en otras localidades como St. Marc y Gonaïves.

Y aún no se ha anunciado cuánto costará el transporte público tras esta subida de los combustibles, que también hará incrementarse el precio de los productos de primera necesidad, lo que puede llevar a que las protestas se intensifiquen aún más, y Haití entre en estado de rebelión generalizada. Las manifestaciones que se intensifica en todo el país son una expresión de total descontento con la acción del gobierno. A estas horas se calculan alrededor de 10 muertos.

En menos de un año, el Gobierno del primer ministro, Ariel Henry, ha aumentado dos veces el precio de los combustibles en las estaciones de gasolina, lo que ha encarecido aún más el coste de la vida en un país sumido en una de las mayores crisis sociopolítica y económica sin precedentes. Una crisis que se agravó tras el asesinato en julio del año pasado del presidente Jovenel Moïse.

Luego del magnicidio, Estados Unidos y países aliados (Core Group) había impuesto su “solución” a la crisis haitiana al imponer a Ariel Henry como Primer Ministro del país. En 14 meses, el poder de turno no ha hecho más que agravar las miserias de la población haitiana. Las ya precarias condiciones de vida se deterioraron aún más. La crisis del combustible es solo la punta del iceberg. El primer ministro Ariel Henry y su gabinete tienen poder absoluto y no responden ante nadie.

Días de furia en Haití que amenazan una explosión generalizada frente al deterioro de vida y los ajustes gubernamentales.

Una explosión mayor se encuentra a la vuelta de la esquina. Y Haití ya viene de protagonizar muchos estallidos sociales, el último y más importante de ellos en febrero del año pasado cuando el entonces presidente Moise se negaba a renunciar al cargo a pesar de que amplios sectores de la oposición consideraban que su mandato había finalizado. El pueblo haitiano necesita tomar su destino en sus propias manos, solo con la masividad de las movilizaciones y las medidas de fuerza de los trabajadores y la protestas en las calles pueden acabar con los ajustes de Ariel Henry, sostenido por Estados Unidos, y derrotar su política de hambre y miseria.

 

Fuente: La Izquierda Dario

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