Hablando de Derechos Elementales sobre Colombia en Siero
Imágenes proyectadas sirvieron para acercar a los aspectos culturales, económicos y sociales del país, y animaron el coloquio con muchas interrogantes planteadas sobre la posible Paz en debate, si es que como se mostró las violaciones tremendas a los derechos humanos persisten e incluso se amplían por parte del estado colombiano.
Asimismo se mostraron fotos de algunas de las personas que pasaron por Siero, entre ellas Maritze Trigos, religiosa que estuvo en la entrega del premio ddhh a la AFAVIT de Trujillo. Con ella la delegación tuvo un encuentro en Bogotá y trasladó agradecimientos y saludos al Consejo Local de Solidaridad de Siero.
Y de paso, uno de sus integrantes, Javier Orozco, compartió valoración de su presencia en Ginebra el viernes pasado:
El exilio colombiano en Europa se reúne con la ONU en Suiza.
Una delegación de colombianos-as exiliados en Europa fue recibida el 24 de abril/15 en Ginebra por funcionarios adscritos a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La visita la atendieron responsables de la OACNUDH, ACNUR, sección de las Américas, el área de migrantes, la sección de protección, personas de procedimientos especiales (libertad de reunión y asociación, libertad de opinión y expresión, derechos humanos en la lucha contra el terrorismo, defensores de derechos humanos, educación, racismo) y miembros del Comité contra la Tortura.
Muchos sindicalistas y personas que defienden los derechos humanos en Colombia se ven obligados a dejar el país para proteger su vida de las amenazas y ataques impunes por su labor. Desde el exilio inciden para que sus puntos de vista en torno al conflicto social y armado, y sus reivindicaciones y derechos como víctimas, sean tenidos en cuenta en los diálogos que adelanta el gobierno y las FARC-EP en La Habana. Para encausar sus esfuerzos han propuesto una “Constituyente de exiliados por la paz de Colombia”, idea que tomó fuerza tras el encuentro de exiliados en Bilbao en diciembre del 2014.
El exilio colombiano valora los esfuerzos por darle una salida política al conflicto armado de más de medio siglo, y se suma a las exigencias de que se formalicen los diálogos con la guerrilla del ELN y se inicien con el EPL.
En la sesión con la OACNUDH las personas exiliadas abordaron temas como la situación de derechos humanos, que fue complementado con la presentación de las conclusiones de la XI Delegación Asturiana de Verificación del estado de los Derechos Humanos en Colombia que terminó sus observaciones de campo hace un mes.
También se presentaron denuncias relacionadas con la persecución en el exilio, como la Operación Europa, una acción delictiva de la policía secreta colombiana –DAS- que dependía del despacho del presidente ALVARO URIBE VÉLEZ y consistió en el despliegue de agentes y medios para espiar ilegalmente a defensores de los derechos humanos refugiados en España (Asturias incluida), Francia, Bélgica y Suiza, con el fin de “neutralizarlos”. Algunos gobiernos europeos toleraron esas actividades delictivas, peligrosas para las personas exiliadas y violatorias de la seguridad y la soberanía nacional. Ver al respecto: https://www.diagonalperiodico.net/asturies/gobierno-tolero-espionaje-colombiano-contra-activistas-y-refugiados-asturies.html,
Una parte del encuentro con la ONU se centró en las alegaciones para el Comité contra la tortura, y en las alegaciones de restricciones de acceso a los derechos económicos, sociales y culturales.
Se destaca la observación sistemática de los derechos humanos realizada desde Asturias con 11 visitas de verificación y el Programa de Derechos Humanos, que ha acogido a 99 personas en 14 años (2 de ellos asesinados en Colombia a su regreso, 2 apresados, 4 sobrevivieron a nuevos atentados y al menos 15 fueron nuevamente amenazados de muerte), generándose una de las experiencias humanitarias y de solidaridad internacionalista más importantes de Europa en relación con Colombia.
Y se reconoce el interés de los organismos de derechos humanos de la ONU por conocer la situación de las personas exiliadas, espacio al que sólo accedían los Estados y algunas ONGs.
El exilio colombiano se apresta para unificar sus acciones por la paz y la justicia social, con el apoyo de algunas instituciones y muchas organizaciones sociales que entienden que la paz en Colombia es la paz en América.