Ganan las trabajadoras de la limpieza en el conflicto de Barcelona: el Ayuntamiento rompe con la empresa (cast/cat)
La empresa Tempo Facility Services se hunde mientras todavía debe una parte de los salarios de las profesionales que mantienen limpios los edificios municipales del distrito de Sant Martí
El servicio de contrataciones del Ayuntamiento de Barcelona ha conseguido sacarse de encima el peso que cargaba, a regañadientes, desde hace dos meses. Las 60 trabajadoras de la limpieza de los edificios municipales en Sant Martí que hacía semanas que sufrían para cobrar, finalmente, han cantado victoria. Según ha podido confirmar este diario, hoy se ha aprobado el inicio del procedimiento para rescindir el contrato con la empresa Tempo Facility Services. Esta compañía ha estado inmersa en varios conflictos por impagos en varios puntos del estado español, pero hasta ahora había intentado mantener los salarios de las trabajadoras barcelonesas al día porque «era un contrato especialmente importante», llegaron a reivindicar fuentes de la empresa a Tot Barcelona meses atrás. En el último momento, sin embargo, ha dejado de pagar una parte de los salarios del mes de enero y ha cortado cualquier tipo de comunicación con los medios.
Fuentes municipales indican que el motivo es «el incumplimiento del contrato» y que, a partir de ahora, el servicio lo asumirá otra empresa «hasta que se vuelva a licitar». Para las trabajadoras, sin embargo, no es suficiente. «Ha ido bien, pero no hemos cobrado», resumía ayer Maribel, una de las profesionales de la limpieza, a las puertas de la sede del distrito de Sant Martí. Minutos antes habían tenido una reunión con la gerencia del distrito –en el edificio que ellas mismas limpian– y les habían dado la buena nueva. Aun así, todavía hay un pequeño grupo de trabajadoras que, a día 19 de febrero, todavía no han recibido ni un euro de su salario del mes anterior.
Tanto la empresa –en comunicación directa con las empleadas– como el Ayuntamiento insisten en garantizar que ya se ha hecho el pago de la mitad del mes de enero, pero las trabajadoras todavía no lo han recibido y esperan cobrar todo los que les deben, no solo una parte. «Continuamos presionando para que cobren todo», insisten las fuentes del gobierno de Barcelona en común y PSC.
La situación, no obstante, no queda reparada con la llegada del dinero, días después de lo que correspondía. Muchas trabajadoras –es un sector altamente feminizado– no pueden tirar de ahorros. Eso significa que si cobran tarde, las consecuencias las pagan ellas. «Mira, solo por la devolución del recibo del alquiler, ya me penalizan 30 euros. Por la del teléfono, 20 euros. Y los comedores, y las extraescolares, y más. Al final, solo por los retrasos, ya he perdido 100 euros», explica Dana, otra de las mujeres que ha sufrido los efectos de la gestión de Tempo Facility Services.
Para intentar paliar este agravio, las trabajadoras pidieron que se añada un 10% de interés por cada día de demora en el pago, además del abono de las pagas extras pendientes. Aun así, no las tienen todas para que, hoy por hoy, esto se cumpla. Y, por lo tanto, amenazan con echar adelante una huelga.
El derrumbamiento del servicio
«Hace 19 años que trabajo y nunca me había encontrado nada igual», comenta Soledad. Cuando lo dice, todas las mujeres a su alrededor le dan la razón: «Nunca, nunca». Y empiezan a mencionar nombres de las mil y una contratistas que han pasado por el servicio que ofrecen.
El drama, esta vez, les vino de golpe cuando, en diciembre pasado, además de acumular problemas a la hora de cobrar las horas extra o de recibir los uniformes que necesitaban para trabajar, empezaron a recibir el importe de las nóminas días más tarde de lo que correspondía. Rápidamente, el Sindicado Comisiones de Base (COBAS), mayoritario en la gestión de Sant Martí, intentó enfrentar a la empresa y el Ayuntamiento con una huelga que, además, pretendía garantizar que nadie las sustituyera. Finalmente, sin embargo, los salarios llegaron totalmente y una parte de las horas extra, también. Así, que, de manera momentánea, enterraron el hacha de guerra.
El problema interno en la empresa, mientras tanto, se ha ido haciendo cada vez más gordo y con el paso de las semanas ha llegado a un punto previo al colapso. Actualmente, según se desprende de un documento del departament de Treball de la Generalitat, la compañía asegura que se encuentra en situación de preconcurso de acreedores. Es decir, la situación inmediatamente anterior a declararse insolvente y a ser intervenida, en la práctica, por los juzgados.
Así, se va a pique el contrato de más de 6 millones de euros que el Ayuntamiento le adjudicó a esta empresa por un periodo máximo de cinco años en junio pasado. En aquel momento, todavía no habían estallado públicamente los problemas de la empresa en todo el Estado. Los siguientes meses, en cambio, fueron un derrame continuo.
Ahora, la rescisión del contrato, similar a la que decidió emprender la Diputación mucho más diligentemente, requerirá que una nueva compañía se haga cargo de los servicios mientras no se resuelve el nuevo concurso de urgencia. Quién ha aceptado cumplir este periodo de transición es una compañía que ya gestiona otro lote del servicio de limpieza para el Ayuntamiento, ha podido saber este diario. Los únicos flecos que quedan para aclarar, actualmente, es cuando acabarán de cobrar las trabajadoras los salarios pendientes y, todavía con menos certeza, cuando les llegará algún tipo de compensación por el agravio que esto los ha supuesto. «Ep, chicas, la próxima semana vayamos a Sant Jaume, eh», advertía una de ellas, mientras recogían y acababan de doblar la pancarta de protesta ayer, a las puertas del distrito de Sant Martí.
Guanyen les treballadores de la neteja en conflicte: l’Ajuntament despatxa l’empresa
L’empresa Tempo Facility Services s’ensorra mentre encara deu una part dels salaris de les professionals que mantenen nets els edificis municipals del districte de Sant Martí
El servei de contractacions de l’Ajuntament de Barcelona ha aconseguit treure’s de sobre el pes que carregava, a contracor, des de fa dos mesos. Les 60 treballadores de la neteja dels edificis municipals a Sant Martí que feia setmanes que patien per cobrar, finalment, han cantat victòria. Segons ha pogut confirmar aquest diari, avui s’ha aprovat l’inici del procediment per rescindir el contracte amb l’empresa Tempo Facility Services. Aquesta companyia ha estat immersa en diversos conflictes per impagaments a diversos punts de l’estat espanyol, però fins ara havia intentat mantenir els salaris de les treballadores barcelonines al dia perquè «era un contracte especialment important», van arribar a reivindicar fonts de l’empresa al TOT Barcelona mesos enrere. A l’últim moment, però, ha deixat de pagar una part dels salaris del mes de gener i ha tallat qualsevol mena de comunicació amb els mitjans.
Fonts municipals indiquen que el motiu és «l’incompliment del contracte» i que, a partir d’ara, el servei l’assumirà una altra empresa «fins que es torni a licitar». Per les treballadores, però, no és suficient. «Ha anat bé, però no hem cobrat», resumia ahir la Maribel, una de les professionals de la neteja, a les portes de la seu del districte de Sant Martí. Minuts abans havien tingut una reunió amb la gerència del districte –a l’edifici que elles mateixes netegen– i els havien donat la bona nova. Així i tot, encara hi ha un petit grup de treballadores que, a dia 19 de febrer, encara no han rebut ni un euro del seu salari del mes anterior.
Tant l’empresa –en comunicació directa amb les empleades– com l’Ajuntament insisteixen a garantir que ja s’ha fet el pagament de la meitat del mes de gener, però les treballadores encara no l’han rebut, i, encara i així, esperen tot el que els deuen, no només una part. «Continuem pressionant perquè cobrin tot», insisteixen les fonts del govern de Barcelona en Comú i PSC.
La situació, però, no queda reparada amb l’arribada dels diners, dies després del que tocava. Moltes treballadores –és un sector altament feminitzat– no poden tirar d’estalvis. Això significa que si cobren tard, les conseqüències les paguen elles. «Mira, només per la devolució del rebut del lloguer, ja em penalitzen 30 euros. Per la del telèfon, 20 euros. I els menjadors, i les extraescolars, i més. Al final, només pels retards, ja he perdut 100 euros», explica la Dana, una altra de les dones que ha patit els efectes de la gestió de Tempo Facility Services.
Per intentar pal·liar aquest greuge, les treballadores van demanar que s’afegeixi un 10% d’interès en els pagaments per cada dia de demora en el pagament, a més de l’abonament de les pagues extres pendents. Tanmateix, no les tenen totes perquè, ara per ara, això es compleixi. I, per tant, amenacen a tirar endavant una vaga.
L’esfondrament del servei
«Fa 19 anys que hi treballo i mai m’havia trobat res igual», comenta la Soledad. Quan ho diu, totes les dones al seu voltant li donen la raó: «Mai, mai». I comencen a esmentar noms de les mil i una contractistes que han passat pel servei que ofereixen.
El drama, aquesta vegada, els va venir de cop quan, el passat desembre, a més d’acumular problemes a l’hora cobrar les hores extra o de rebre els uniformes que necessitaven per treballar, van començar a rebre l’import de les nòmines dies més tard del que tocava. Ràpidament, el Sindicat Comissions de Base (COBAS), majoritari a la gestió de Sant Martí, va intentar confrontar l’empresa i l’Ajuntament amb una vaga que, a més, pretenia garantir que ningú les substituís. Finalment, però, els salaris van arribar totalment i una part de les hores extra, també. Així, que, de manera momentània, van enterrar la destral de guerra.
El problema intern a l’empresa, mentrestant, s’ha anat fent gros i amb el pas de les setmanes ha arribat al punt previ al col·lapse. Actualment, segon es desprèn d’un document del departament de Treball de la Generalitat, la companyia assegura que es troba en situació de preconcurs de creditors. És a dir, la situació immediatament anterior a declarar-se insolvent i a ser intervinguda, a la pràctica, pels jutjats.
Treballadores de la neteja d’edificis municipals de Sant Martí, a les portes de la seu del districte
La pancarta de protesta de les treballadores de la neteja, davant de la seu del districte de Sant Martí / D.C.
Així, se’n va en orris el contracte de més de 6 milions d’euros que l’Ajuntament li va adjudicar a aquesta empresa per un període màxim de cinc anys el passat juny. En aquell moment, encara no havien esclatat públicament els problemes de l’empresa arreu de l’Estat. Els següents mesos, en canvi, van ser un vessament continu.
Ara, la rescissió del contracte, similar a la que va decidir emprendre la Diputació molt més diligentment, requerirà que una nova companyia es faci càrrec dels serveis mentre no es resol el nou concurs d’urgència. Qui ha acceptat complir aquest període de transició és una companyia que ja gestiona un altre lot del servei de neteja per a l’Ajuntament, ha pogut saber aquest diari. Els únics serrells que queden per aclarir, actualment, és quan acabaran de cobrar les treballadores els salaris pendents i, encara amb menys certesa, quan els arribarà alguna mena de compensació pel greuge que això els ha suposat. «Ep, noies, la setmana vinent anem a Sant Jaume, eh», advertia una d’elles, mentre recollien i acabaven de doblar la pancarta de protesta ahir, a les portes del districte de Sant Martí.