Falleció Chichina Ferreyra, el amor que no pudo ser del Che
La novia que marco de por vida al Che
María del Carmen “Chichina” Ferreyra, la novia del Che Guevara en la adolescencia, murió este jueves a los 87 años. Era bióloga egresada de la Universidad Nacional de Córdoba y toda su vida se dedicó a la historia argentina y latinoamericana.
«Chichina», como era conocida por sus seres queridos, se había casado con José Sánchez Bretón, un médico pediatra de esos que no cobraban a los pacientes que no podían pagar. Fruto de esa relación tuvieron tres hijos: Diego, Rodrigo y Santiago.
Una historia apasionante.
Tenemos que remontarnos hasta la colonización española a la provincia de Córdoba, para encontrar entre los primeros colonos que se radicaron en estas tierras, a los Ferreyra. Esta familia tiene sin ninguna duda, un origen galaico portugués. Su apellido como otros, sufrieron la modificación de la i latina por la y griega, como en el caso del apellido Pereyra con “y”. Siendo ambos apellidos en su origen, con i latina. La casualidad también indica que ambas familias, fueron integrantes de la hidalguía argentina y las mismas de origen gallego. Los Pereyra a través de Leonardo Pereyra de Castro de Viana nacido en Vigo, inicia una saga de destacadas personalidades. Su hijo Simón se casa con Ciriaca de Iraola, de cuyo matrimonio nace una de las familias más tradicionales de la argentina: Los Pereyra Iraola.
Ambos apellidos son toponímicos y tienen en su construcción la finalización eiro-eira que en gallego significa: “gira alrededor del universo de”. En este caso gira alrededor del hierro los Ferreyra. En el otro apellido del árbol de pera, los Pereyra.
Estos apellidos solo tienen su origen exclusivamente en Galicia o en el norte de Portugal. Ya que el gallego ha sido el idioma madre, de donde se desprenderá posteriormente el portugués. Con la lucha por la reconquista de la península ibérica, de los cristianos contra los árabes, el idioma y los apellidos se fueron trasladando hasta el sur de Portugal.
Después de la llegada de los primeros pobladores a estas tierras montañosas de Córdoba, -parecidas a las gallegas y las andaluzas- se fueron instalando familias inmigrantes galaicas. Muchas de ellas tenían un origen común en la villa portuaria de Marín, en la Ría de Pontevedra.
Pioneros Gallegos de Córdoba.
El 6 de julio de 1573 Jerónimo Luis Cabrera funda la ciudad de Córdoba de la Nueva Andalucía, a orillas del río Suquía.
A Partir de su fundación comienzan a llegar de la península los primeros funcionarios reales, muchos sacerdotes y población diversa.
Uno de los primeros pobladores gallegos en instalarlas en Córdoba fue Fray Juan Pascual Rivadeneira (apellido también toponímico y con su base de construcción en Eira como los anteriores apellidos señalados – nacido en Galicia en 1531. Misionero Franciscano colaborador de Juan de Garay, fundador de Buenos Aires. Rivadeneira es el impulsor del convento de San Francisco de la ciudad de Córdoba
Benito Armada fue otro de los pioneros de Córdoba. Se había radicado en Cruz Alta en Río Tercero a mediados del siglo XVIII. Los indígenas locales, los Mocoví, arrasaban los pequeños asentamientos poblacionales, especialmente en la zona de Río Tercero.. Este poblado había quedado casi deshabitado y destruido. Benito Armada en su condición de natural del Reyno de Galicia, como así se define él mismo, le relató al Gobernador de Tucumán, Joaquín de Espinosa, la dramática situación que estaban viviendo los vecinos: Falta de fuertes y destacamentos de defensa. Fue tan contundente la carta de Armada, que el gobernador ordenó al Cabildo de Córdoba, con fecha del 22 de septiembre de 1757, la creación de la jefatura militar de Cruz Alta.
En el siglo XVIII se destacó entre otros, el comerciante gallego José Rodríguez, nacido en Vigo, hacia el año 1708. El 15 de agosto de 1774 se casó con la distinguida dama doña Felipa Ladrón de Guevara, cuya dote por aquellos fue muy grande, veinte mil pesos. Cifra muy importante por aquellos años. Felipa era hija del prestigioso capitán cordobés Juan Ladrón de Guevara, que desde su juventud hasta su muerte, estuvo al frente del fuerte del tío. Este defendió con sus soldados a la ciudad, de los frecuentes ataques de los indígenas locales. Su madre doña María Ferreyra y Cabrera era hija del alférez Lasso de la Vega y Doña Francisca Cabrera y Mendoza. Descendía también del general Diego de Villarroel, fundador de San Miguel de Tucumán. Estaba emparentada directamente con el General Juan de Garay, fundador de Santa fe y de Buenos Aires, y del gobernador Gil de Oscaris Beaumont y Navarra. Fue la cuarta nieta del fundador de la ciudad de Córdoba.
José Rodríguez fue nombrado por el Virrey Vertiz, Síndico de la Real Universidad de Córdoba. Participó de la construcción de la catedral, levantando una de sus torres y parte de su frontispicio. Fue alcalde ordinario de segundo voto. En la milicia fue Maestre de Campo. Tenía una estancia en Alta Gracia, que había comprado en un remate de la Junta de Temporalidades el 27 de abril de 1779. Aquellos terrenos dieron lugar posteriormente a la creación de la próspera villa turística.
En el siglo XIX se destacan entre otros gallegos, don Antonio Rodríguez del Busto, nacido en Ribadeo (Lugo) el 3 de julio de 1848. Fue un destacado periodista y escritor. Fue Comisario de Policía desde 1878 hasta 1880. También Presidente de la Municipalidad. Fue un activo benefactor, realizando distintas obras de interés social. Fue presidente del Ateneo de Córdoba. Es el fundador del pueblo denominado Alta Córdoba.
Los Ferreyra
Esta distinguida familia patricia cordobesa es considerada una de las pioneras de la provincia. Aunque será a mediados del siglo XIX que los Ferreyra logrará su mayor apogeo económico y social. Nacía la argentina cuando en la ciudad de Córdoba vio la luz en 1815, el niño Martín Ferreyra Pérez. A los 29 años se casa con Martina Cabezón, el 26 de noviembre de 1844. Era una joven heredera de una distinguida familia, los Cabezón Arguello. Martina era descendiente del fundador de Córdoba Jerónimo Luis de Cabrera.
Por ausencia del padre de la novia don José María Cabezón, que se encontraba en Salta, fue el propio gobernador de la provincia don Juan Antonio Álvarez de Arenales quien lo representó en la boda. El matrimonio tuvo varios hijos siendo el tercero Martin Francisco Ferreyra Cabezón que nació el 29 de enero de 1859.
Su constante preocupación por los intereses de sus vecinos, lo llevó a ser nombrado miembro del Primer gobierno municipal y Presidente de la sala de Representantes desde 1854 hasta 1866. Don Martin falleció en 1879 a los 64 años de edad.
Continuará.