Estado español: Arriban multitud de nuevos pacientes de covid19 a los hospitales de varias comunidades
La amenaza de una segunda ola podría ser inaguantable para el personal sanitario
Las medidas adoptadas durante el estado de alarma tuvieron un efecto moderado que, a pesar de todo, logró llegar a descongestionar el sistema sanitario. Las iniciativas del gobierno en general, tendiente a la improvisación y poniendo el enfoque en un retórica militar-policial “estamos en guerra” mas que ayudar, animaron un contexto de shock colectivo. No obstante fue la actuación de las profesionales sanitarias las que lograron poner remedio a una situación caótica que se cobro miles de vidas. Ahora, estas mismas profesionales advierten que “están agotadas”. Y es que, agosto ha arrancado multiplicando por diez los contagios del final del confinamiento obligatorio, con Aragón, Catalunya y Madrid como principales focos.
Aunque ahora mismo los datos no parecen tan preocupantes como los vividos durante la primavera pasada, la primera oleada de la pandemia ya mostró como el pico de hospitalizaciones llega días después del máximo de contagios registrados. “En marzo vino un tsunami, ahora estamos observando cómo sube la marea”, ha señalado en torno a la situación actual la doctora Belén Padilla, del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Las secuelas psicológicas, derivadas del estrés la alta carga de trabajo y también la presión emocional y humana aún no han sido superadas ni a nivel personal ni social y nos enfrentamos a nuevos rebrotes sin que aparentemente se haya aprendido demasiado de cara a este nuevo contexto planetario. Mientras que, a inicios de la pandemia se extendieron los recursos colectivos enfocados al apoyo mutuo y el cuidado con la llegada del verano y la “reactivación” económica, éstos dejan ver que son necesarias no solo soluciones populares y civiles sino una agenda sanitaria, social y económica que el gobierno parece no atreverse a realizar. Y es que las “medidas” sociales como el ingreso de emergencia o los fondos derivados de la Unión Europea lejos de subsanar el grave contexto socio-económico que vive el estado parecen una especie de “pomada homeopática” que difícilmente sanaran los graves problemas que enfrenta la mayoría de la población. ERTEs, cierres patronales, despidos masivos, precariedad, y todo ello combinado con la evidencia de que han sido, las trabajadoras mas infravaloradas de nuestra sociedad quienes han mantenido la economía y la vida en todo el estado. Ello nos lleva a una reflexión ineludible, aunque “el bicho” no entiende de clases sociales el sistema capitalista impone que toda política económica parta de la desigualdad, haciendo cada vez mas pobres a las pobres, tengan estas o no trabajo.
Aumento de los ingresos desde el 21 de julio
La tendencia al alza es clara presentando un panorama que de seguir, podrían vivirse nuevos colapsos sanitarios. Además, como han indicado otros medios de comunicación, los datos de hospitalizados facilitados por el Ministerio de Sanidad no coinciden con los de las comunidades autónomas.
Catalunya es una de las regiones donde el desfase es mayor. El 3 de agosto, el documento del CCAES notificaba que 45 casos habían precisado hospitalización con fecha de ingreso en los últimos 7 días en la región, y otros 2 casos habían sido ingresados en UCI. Lo cual choca con los datos publicados por la Generalitat ese mismo día cifraban en 414 el número de ingresos en la última semana, y en 84 los ingresos en UCI.
«Estamos cansados y agotados»
5 de agosto. Lamento decir esto: en cuanto a números de ingresos #COVID19 en Madrid estamos igual q el 5 de marzo. Siento mucha rabia y tristeza. Ni como sociedad ni como sanidad hemos aprendido casi nada. Y seguimos, los sanitarios asistenciales, muy cansados y agotados— Belén 🇪🇸 🖤 (@BelenPadi) 5 de agosto de 2020
Asociaciones profesionales y sanitarias ven con mucha preocupación los datos. El motivo principal es la sensación de incapacidad de cara a asumir una nueva embestida del COVID-19 similar o peor a la del pasado marzo: «Tenemos mucha preocupación, la situación que se vivió fue muy dura y desde el punto de vista personal de los médicos también. Por mucha Medicina que hayas estudiado, ver morir a tantos pacientes así deja muchas secuelas», asegura el médico de familia y secretario general de AMYTS Julián Ezquerra. A su juicio «una cantidad de casos parecidos sería un verdadero drama para el personal sanitario, probablemente habría muchas bajas por depresión y ansiedad».
La ya citada Padilla, microbióloga e infectóloga del Gregorio Marañón, hacía constar hace pocos días su «rabia y tristeza» por la vuelta de Madrid a las cifras de ingresados de principios de marzo, y advertía de que los sanitarios están «muy cansados y agotados».
«Moralmente estamos muy agitados, en el hospital comentamos que no podríamos soportar otra vez lo que hemos pasado, porque no nos hemos recuperado ni anímicamente ni médicamente», abunda en declaraciones a este periódico la doctora, también vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid. Ella misma ha sido una de los más de 53.000 sanitarios infectados por COVID-19 durante estos meses. El último Consejo de Ministros aprobó la prórroga de la consideración como contingencia profesional derivada de accidente de trabajo de las enfermedades padecidas por el personal sanitario como consecuencia del virus SARS-CoV2. «Como sanitario también es muy duro pensar que puedes caer enfermo y contagiar a tus familiares. Esta es una enfermedad muy cruel, porque aísla a los pacientes», ha compartido la infectologa.
Preocupa también los nuevos perfiles de pacientes siendo que muchos pertenecen a rangos de edad menores de los del anterior “tsunami” en palabras de Padilla. «los pacientes son diferentes, ahora son más jóvenes (la media de edad de los contagiados ha caído a 40 años en hombres y 43 en mujeres). En marzo fue una estampida de pacientes muy graves en poco tiempo. Vimos un tsunami y ahora estamos viendo cómo sube la marea. Es un goteo que la última semana ha ido aumentando», describe.
En medio de una crisis gubernamental causada por la monarquía borbonica, el Ministerio de Sanidad afirma que “la pandemia esta bajo control” y afirma que -aunque las cifras globales no paran de aumentar-, no se puede comparar el contexto con el de marzo, siendo el rastreo de cada caso positivo y la realización de pruebas PCR los principales cambios en la estrategia contra la pandemia. Una resolución que ya se señaló como necesaria durante marzo pero que, fue insuficiente debido a la ausencia de medios y a la “sorpresiva” avalancha de casos. De esta manera se niega una segunda oleada a pesar de que las sanitarias advierten de su preocupación por el aumento de casos. En relación con la situación personal de las profesionales ha lamentado la portavoz de SATSE María Jose García que: «No ha dado tiempo a la recuperación física ni emocional. Hace tres meses nos pilló a todos de sorpresa y pusimos toda la carne en el asador, pero ahora estamos observando conductas irresponsables, y sentimos impotencia: nos dejamos la piel para sacar adelante a nuestros pacientes y parte de la sociedad está ahora haciendo el ganso»
El gobierno culpabiliza a la población y no hace autocrítica.
En medio de este posible rebrote masivo los mensajes gubernamentales continúan señalando las “reuniones familiares” o las “fiestas” como principales focos evitando hacer autocrítica y responsabilizando a la población en general. Olvida intencionalmente de esta forma el esfuerzo “heroico” que se ha realizado en el conjunto del estado ante una situación anómala que, dejo en evidencia la incapacidad de dar soluciones colectivas por parte de las instituciones ante un problema de esta magnitud.
A este respecto ha concluido la doctora Belen Padilla: «Nos da la sensación de que no hemos aprendido casi nada. Como sociedad, cuando vemos las irresponsabilidades que se comenten se nos cae el alma a los pies. Y tampoco vemos a los políticos hacer su trabajo para garantizar suficientes recursos humanos y materiales. La frase ‘hay que cuidar a quien te cuida’ no significa que nos aplaudan, que nos den palmaditas o ni siquiera que nos aumentaran el sueldo, sino medidas y cambios concretos para que no se repita lo que ha pasado estos meses»
Y es que, mientras tratamos de recuperar la sonrisa, despedir a las nuestras y sobrevivir a los embates de un modelo socio-económico extractivista y criminal no podemos olvidar una de las consignas mas populares durante la pasada primavera “Solo el pueblo salva al pueblo”. El despliegue de herramientas de autodefensa social y popular parece ser indispensable no solo, para deshacer los relatos interesados del sistema sino también, para minimizar los desaguisados de una gestión que pone el foco en la economía y no en las vidas.