Errepresioari autodefentsa / Contra la represión autodefensa
Por Aurrerantz [Aurrerantz 5] Contra la represión autodefensa
El 23 de febrero hostigados por la policía zipaya son identificados 203 jóvenes que se encontraban en la facultad de ingenieros de Bilbao, dentro de las jornadas de Herri Unibertsitatea-Universidad Popular, donde se encontraban debatiendo y teorizando sobre las problemáticas juveniles, estudiantiles y la necesidad de organizarse revolucionariamente. La reacción ante los hechos represivos van desde el respaldo a la policía por parte de la UPV al planteamiento de una «solución de modo dialogado y consensuado» por parte de LAB.
La juventud es cada vez más consciente de que la realidad que le impone el capitalismo es una vida sumisa y miserable en empleos precarizados, subempleo… con un acceso casi imposible a la educación, con la posibilidad de autodestruirse con drogas legales e ilegales. Muchos jóvenes cogen la maleta para ser explotados en el extranjero, otros caen en la sumisa reacción del racismo y del fascismo. En Euskal Herria gran parte de la juventud está optando por la construcción de diversas alternativas: gaztetxes, lucha contra la precariedad laboral, lucha por la amnistía, etc.
Ante el aumento de la represión contra la juventud, por su alto nivel de organización, se crea la iniciativa Errepresioari autodefentsa (Contra la represión autodefensa) que ha venido realizando, desde su presentación hace unos meses, diversas actividades para plantear el problema de la represión o de las represiones y cómo hacerles frente. El punto central de esta dinámica fue la movilización del 13 de marzo en Iruñea.
Mientras tenía lugar la movilización y los jóvenes se manifestaban, la policía española ocupó el Casco Viejo de Iruñea y atacó, ante esta situación, la decisión de las y los manifestantes fue la de defenderse de los ataques policiales. Como consecuencia de los enfrentamientos cuatro jóvenes fueron detenidos, siendo tres de ellos encarcelados bajo la acusación de terrorismo. El alcalde de Iruñea, de EH Bildu, calificó los hechos de lamentables. Sortu rechazó el análisis y la estrategia de la iniciativa Errepresioari autodefentsa, así como el auto de encarcelamiento, olvidando totalmente la intervención policial y dejando la responsabilidad de lo ocurrido en manos de los manifestantes. Algunos militantes de Sortu y personas que se identifican con la Izquierda Abertzale Oficial han vertido multitud de amenazas y acusaciones en las redes sociales culpabilizando a los jóvenes, criminalizando a los organizadores y pidiendo que no haya solidaridad jurídica con los detenidos.
La lucha de clases siempre está presente en el capitalismo y en cualquier sociedad dividida en clases, a veces de forma soterrada y otras en forma de guerra abierta. La Izquierda Abertzale Oficial, que ha girado hacia el reformismo, plantea que se ha superado este esquema y que en la sociedad actual ya no hay lucha de clases, sino que la ciudadanía libre se rige en base al libre albedrío, no existe la opresión nacional ni de clase, y plantea que una estrategia de participación política normalizada puede superar el llamado déficit democrático.
Las movilizaciones juveniles de los últimos meses, e incluso de los últimos años, manifestación de Iruñea, huelgas en las facultades, movilización de 2014 en Bilbao contra el FMI nos muestra que hay sectores que son cada vez más conscientes de que la única salida a la crisis es la activación en sus múltiples formas de la lucha contra el capitalismo y la opresión nacional y la desconfianza cada vez mayor hacia las estrategias reformistas planteadas desde fuerzas como EH Bildu-Sortu y Podemos que no están demostrando ser útiles para avanzar en el proceso de liberación nacional y social ni para aumentar la conciencia social que permita avanzar en ese proceso.
A los jóvenes que participan en estas movilizaciones se les está tratando con condescendencia como si fueran ignorantes y se recurre a argumentos de autoridad, poniendo en práctica el poder adulto que intenta imponerse a la juventud. Sin embargo, la la realidad es otra, existe una viva militancia juvenil que está debatiendo su situación y realizando una praxis transformadora. Están planteando, al igual que hicieron otras generaciones, que necesitan autonomía política y organizativa, que las jaulas burocráticas no les son útiles y que solo una salida revolucionaria puede darles un futuro por el que los adultos no luchan y que, como mucho, hablan de una salida consensuada. ¿Cómo consensuar la cantidad de porrazos que uno va a recibir, o si se le va a aplicar la ley mordaza o si se le encarcela por terrorismo o qué método de tortura se le va a aplicar?
Entre las reacciones que han habido ante la movilización y el encarcelamiento de los tres jóvenes de Orereta está la de acusar al Movimiento por la Amnistía y contra la Represión de ser responsables de todo lo ocurrido (se obvia que es la policía ocupante la que ataca, reprime y realiza las detenciones), también es sorprendente, por su gravedad, la de ciertos militantes que piden que no haya cobertura jurídica por parte de la Izquierda Abertzale Oficial. Tampoco podemos obviar la agresión a ciertos militantes jóvenes, poniendo en práctica la violencia innata del poder adulto
En un momento en el que la Izquierda Abertzale Oficial quiere cerrar la cuestión represiva y la cuestión de la existencia de presas y presos políticos vascos a cualquier coste, obviando a los responsables de la represión, victimizando a la militancia represaliada y dando pie al «sálvese quien pueda» con el planteamiento de asunción del daño causado y arrepentimiento, en base a una supuesta paz alcanzada no se sabe muy bien cómo, se da la situación de que siguen habiendo detenciones por motivos políticos (los y las jóvenes de Altsasu, los 3 jóvenes de Orereta, los múltiples detenidos de la operación araña…).
La necesidad de construir un movimiento que con perspectiva estratégica de amnistía (que se está construyendo con la aportación de cientos de militantes) se plantee poner en marcha la solidaridad contra la represión y las dinámicas por la liberación de las y los represaliados. A medida que la situación se agrave, puesto que no hay ninguna solución de la crisis fuera del movimiento revolucionario, que más sectores descontentos se movilicen, más reaparecerá la represión más visible, los encarcelamientos e incluso la tortura, aunque la estrategia oficial de Sortu no la contemple.
La juventud está planteando y construyendo una nueva estrategia ante la opresión nacional y de clase que sufren, al igual que hicieron antes otras juventudes, hoy envejecidas ya. Está planteando nuevamente la pregunta a través de su praxis de ¿a quién pertenece Euskal Herria, a las clases populares o a la burguesía? Está sacando las contradicciones, que se han querido enmascarar, a la luz. Es responsabilidad del resto de sectores del pueblo trabajador vasco avanzar junto a la juventud y situarse a su lado de la barricada. Animamos a superar la línea reformista y burocrática que solo sirve para justificar el orden dentro de este sistema y a avanzar en la construcción de una Organización Revolucionaria Vasca de Liberación Nacional y de Clase.
Euskal Herria, 20 de marzo de 2017
Aurrerantz
Texto completo en: http://www.lahaine.org/eusk-cast-errepresioari-autodefentsa-contra