Enrique Lister: 21º aniversario de su fallecimiento
Por Lois Pérez Leira
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector sociald
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
Enrique Lister nació el 21 de abril de 1907 en una aldea llamada Ameneiro, en la parroquia de Calo, a 7 kilómetros de Santiago de Compostela. Su madre era campesina y su padre obrero cantero. Los Lister tendrán siete hijos, cinco varones que seguirán el oficio del padre y dos mujeres, que se dedicaran a los trabajos del campo. Desde niño Enrique comienza a trabajar con sus padres en los quehaceres de la aldea. La escuela más cercana quedaba muy lejos, por la cual este rapaz campesino se quedara sin aprender a leer y escribir. A los 11 años su padre cansado de tanta pobreza, decide marchar a Cuba, donde se encontraban sus dos hijos mayores.
En su libro de memorias, Enrique Lister recordara de esta manera, aquella etapa de niño emigrante: » Sólo mucho más tarde yo había de irme dando cuenta dónde estaban las causas que me arrancaron de mi aldea natal y me llevaron a Cuba; por qué allí muchos empleaban el nombre de «gallego» como un insulto. y fui comprendiendo muchas cosas más, antes para mí incomprensibles. En mis primeros meses de estancia en Cuba me sentía terriblemente triste. Me acordaba de mi madre y hermanos; de mis amigos, de la aldea, de los campos y pinares, de las huertas de los vecinos que ninguna se había salvado de mis asaltos, conociendo yo mejor que sus dueños los árboles que daban las frutas, más sabrosas. Si en vez de agua hubiese sido tierra lo que me separaba de Galicia, creo que me hubiese vuelto andando».
Pero ese estado de ánimo le duró poco. Al poco de llegar, su padre lo pondrá a trabajar de aprendiz de bodeguero, en el negocio que tenia un paisano de nombre José Albariño, en la calle Sol y San Ignacio. Después de cambiar a otra bodega, que reunía mejores condiciones laborales y una breve residencia en Matanzas, vuelve a la Habana, donde empieza a estudiar por la noche, en la escuela del Centro Gallego, mientras que por el día, se dedica al trabajo de cantero.
Esta rutina no durara mucho tiempo, ya que una noche al salir del Centro Gallego, una joven se le acerco, para ofrecerle un par de pesos, si le llevaba un paquete, y se lo entregaba a una persona. Enrique sin pensarlo y ante la necesidad de ese dinero, acepto la propuesta. El simple trabajito, fue cumplido con toda normalidad, sin embargo, después de varios días, dos personas que se identifican como policías, detienen a Enrique. Al llegar a la dependencia policial, los agentes comienzan a gritarle y golpearlo. Preguntándole quien era la persona que le había dado la bomba. Enrique desconocía el contenido del paquete, pero al escuchar la palabra bomba, evito darle pistas a la policía. Las dos pesetas, le termino saliendo caro, dos años de cárcel, en un reformatoria. De esta manera casual, seguramente, Enrique comenzara a experimentar vivencias muy duras, que lo irán curtiendo en su juventud. A salir de la cárcel con 17 años, su padre le consigue un trabajo de cantero en la construcción del Centro Asturiano. Por aquellos años, Enrique estaba muy adaptado a la vida cubana, atrás quedaba su tristeza y sus deseos de volver a Galicia. Pero todo cambio, el 25 de enero de 1925. Una carta recibida por un compañero de trabajo y vecino de su aldea, le contaban que a su madre le habían pegado el herrero y su hijo. La noticia le causo tanta indignación, que junto todos sus ahorros y saco pasaje para Galicia, el día 28 de enero. Y con el dinero sobrante, se compro una pistola del 9 largo y una caja de balas. Llego a Vigo el 11 de febrero y a su casa el 13. Su madre asustada, intento sacarle importancia al asunto, mientras el herrero y su hijo se esfumaron del pueblo. Después de un mes, la policía hace una requisa en la casa y se apoderaron de la pistola. Enrique sabe que corre peligro y consigue otra arma. El encuentro era inevitable, el 30 de abril se encuentran los tres, enfrentándose a tiro limpio. Enrique quedara con una herida en la cabeza y el hijo del herrero con un tiro en el pulmón.
Durante los años 1925 al 26, Lister intenta darle vida al sindicato de Oficios varios de Teo – Ames, donde también participan sus hermanos. Después de tener un nuevo choque, con la Guardia Civil, para evitar ir a la cárcel se vuelve para Cuba. (enero de 1927). En la Habana, trabaja en la construcción del Capitolio, donde toma contacto con el sindicato, y un dirigente del mismo, de origen canario, le empieza hablar de la Unión Soviética y del socialismo. Por aquellos años, Cuba estaba en un proceso de importantes luchas. En 1920 se constituye la Federación Obrera de la Habana, en 1925 se crea en Camaguey la Confederación Nacional Obrera y a mediados de 1927 se funda el Partido Comunista de Cuba liderado por Ricardo Mella y Rubén Martínez Villena. Tanto Lister como el gallego Fernández Valle, entre otros paisanos, formaran parte de este nuevo partido. La dictadura de Machado no tardara en reaccionar, en forma represiva, deteniendo a un gran número de comunistas. Lister se ve obligado a dejar el trabajo, para evitar la detención, motivo por el cual su partido decide que lo mejor es que salga del país, en forma clandestina, en un barco que iba a España y paraba en Nueva York. Su destino seria esta última ciudad, a pesar de ello, el destino le jugara una mala pasada y la fuerte custodia del barco, no le permite bajar. Es así, como nuevamente lo tendremos en Galicia. En 1928 llega a la Coruña, donde se pone en contacto con su familia y con la organización del Partido Comunista Español. Donde se incorpora a la célula de Santiago de Compostela. Durante esos primeros meses, volverá a caer preso, en varias oportunidades. Siendo la detención más larga entre 1929 y el 4 de mayo de 1931, días después de la proclamación de la Segunda República.
Al salir de la prisión, se dedicara de pleno, a recuperar su sindicato, que estaba en manos de burócratas. Con el apoyo de más de cien afiliados, convoca una asamblea, donde se barre a la conducción anterior y es elegido presidente de la misma. En febrero de 1932, participa activamente de la Conferencia Regional del Partido Comunista, donde es elegido delegado al IV Congreso que se celebro en Sevilla.
Su labor militante en la comarca, la convertirá en un baluarte comunista, llegando a contar con más de 60 afiliados.
La Segunda República, había nacido de las manos de la derecha liberal, mientras los trabajadores y campesinos pobres, empujaban para un cambio profundo.
Lister participa apasionadamente de la primera etapa de la República. Sus constantes enfrentamientos y persecuciones por parte de la Guardia Civil, lleva a su partido, a tomar la decisión de llevarlo a la Unión Soviética, para prepararlo políticamente. De septiembre de 1932 a septiembre de 1935, residirá en el país de los Bolcheviques. En la U.R.S.S. estudia en una escuela leninista, como así también en la escuela militar. Mientras se prepara políticamente, trabaja en la construcción del Metro de Moscú.
Su paso por la Unión Soviética, es decisivo en su formación comunista. A su regreso, el delegado de la Internacional Comunista para España, el argentino Victorio Codovilla, le encomienda la responsabilidad del trabajo con las Fuerzas Armadas. El Partido Comunista, a través de sus miembros organizados o individuales, tenían contacto con centenares de soldados, cabos, sargentos, oficiales a los que influía políticamente y en muchos casos organizaba en comités, que llevaban a cabo la lucha de defensa de los derechos de los soldados, contra los manejos de los mandos reaccionarios. El 16 de febrero de 1936 se produce el triunfo del Frente Popular. A los pocos meses, el 18 de julio, se realiza el levantamiento de Franco y los sectores fascistas del ejército. Durante los dos años, que duro la Guerra Civil, Lister se convierte en el símbolo del heroísmo y en uno de los militares más queridos. A lo largo de la guerra, se incorpora a las Milicias Populares, como simple miliciano. Posteriormente, será nombrado comandante – jefe del 5º. Regimiento; organizador y jefe de la Primera Brigada Mixta y de la 11 División. Terminando la Guerra con el grado de Coronel, Jefe del V Cuerpo del Ejercito. Con esas fuerzas participo de las batallas de Guadarrama, Talavera, defensa de Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Aragón, el Ebro y Cataluña. Mientras se desarrolla la guerra, los gallegos residentes en Madrid, organizan las Milicias Gallegas. En un principio nacerán como autónomas, con una dirección compartida, por los distintos partidos políticos (excepto el PSOE que no quiso participar). Entre uno de los fundadores de las Milicias estará, el diputado galleguista Ramón Suárez Picallo. Desde un principio, tendrá una activa participación en su dirección, el dirigente comunista Santiago Álvarez. Muchos fueron los intelectuales gallegos, que de una manera u otra, colaboraron con las milicias, como fueron Rafael Dieste, Arturo Cuadrado, Illa Couto, Castelao, Rubia Barcia, Lorenzo Varela, Etc. La falta de apoyos, para conseguir los correspondientes armamentos y otros elementos de guerra, los lleva a la decisión de incorporarse al 5º Regimiento, liderado por su compatriota Enrique Lister. El escritor Arturo Cuadrado recuerda su paso por las Milicias Gallegas: «Con que amor y heroísmo combatían nuestros Milicianos. En el frente de batalla nunca falto la bandera azul y blanca de Galicia. Nuestro sueño era avanzar hacia Galicia y liberar a nuestro pueblo. Contábamos con un gran líder militar y gran revolucionario, Enrique Lister, junto a él pase parte de la Guerra Civil y juntos soñamos entrar en nuestro Santiago de Compostela capital de la Europa liberada del fascismo».
El 5 º Regimiento se había convertido en la esperanza, de toda la República. Los más destacados escritores se acercaban para darles ánimo, los poetas le dedicaban sus más combativos versos. Por el frente de batalla, recitando sus poemas, se podía ver a León Felipe, Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Teresa León, Otalaguirre, Serrano Plaja, etc..
El gran poeta Miguel Hernández relata poéticamente la batalla de Teruel:
Lister, la Vida, la cantera, el frío:
Tú, la vida, tus fuerzas como llamas,
Teruel como el cadáver sobre el río…
Mientras tanto el otro gran poeta de los pueblos de la España Republicana, Antonio Machado, le dedicara una poesía que dice:
A LISTER
Jefe en los ejércitos del Ebro
Tu carta- Oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte!-,
tu carta, heroico Lister, me consuela
de esta que pesa en mi carne de muerte.
Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora romero.
Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española:
de monte a mar, esta palabra mía:
» Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría.»
Antonio Machado tendrá un gran compromiso militante en defensa de la libertad de los pueblos y nacionalidades de España. A pesar de su enfermedad, enviara una carta de aliento al 5º Regimiento, el cual termina diciendo: «Salud, obreros y soldados, combatientes en las filas de V Cuerpo de nuestro gran Ejercito de la Victoria. Espero que nadie pueda arrebataros el triunfo: estoy seguro de que nadie puede privaros de la gloria de merecerlo.»
Terminada la Guerra, Lister se refugia en Moscú, cursando estudios en la Academia Militar Frunze. Con el grado de General Soviético, polaco y finalmente yugoslavo, lucho en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 se radica en París ejerciendo el cargo de responsable de emigración del Partido Comunista.
Después del triunfo de la revolución cubana viaja a este país. Muchas son las personalidades de la izquierda internacional que visitan a este país, para ver de cerca la nueva sociedad que nacía. El Che fue en distintas oportunidades anfitrión de aquellas delegaciones ansiosas por conocer Cuba y al mítico guerrillero. Por su parte Guevara aprovechara esta condición de figura emblemática, para conocer a personalidades que en su etapa juvenil lo habían atraído, especialmente los referidos a la guerra civil española. Es así como conoce al mítico general republicano Enrique Lister. En un homenaje que le realizan al General español en La Habana el 2 de junio de 1961, será el propio Guevara el encargado de hablar en el acto:
“Tengo hoy el honor, en nombre del pueblo de Cuba, de saludar una vez más, durante su estancia entre nosotros, al general Líster. (Aplausos.) Y tengo la fácil misión de presentarlo ante ustedes, pues todos lo conocen desde hace muchos años, y el mundo entero conoció su nombre cuando España escribió una de sus páginas más heroicas y desgraciadas, durante los tres largos años de la guerra civil contra los poderes fascistas.” El Che terminara su discurso con una frase del poema de Machado a Lister: “Si mi pluma valiera tu pistola de capitán, contento moriría”.
Hasta 1970 forma parte de la dirección del P. C. En 1973 romperá con el sector socialdemócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.
emócrata de Carrillo, para formar el Partido Comunista Obrero Español. En esos tiempos mantiene un acercamiento político con los sectores independentistas gallegos. Durante la transición española, volverá al Estado Español, donde se reintegrará al Partido Comunista.
Poco antes de su muerte en 8 de diciembre 1994, el Club Cultural Adiante, dependiente de la (C.I.G.), bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín, le otorgara el Premio 10 de Marzo.