Elecciones en EU: La derrota de Caín
Elecciones en EU:
La esperada derrota de Caín
Edgar González Ruiz
A unas horas de las elecciones presidenciales, todas las encuestas otorgan amplia ventaja al demócrata Barack Obama,presagiando así la derrota de Caín, encarnado en el republicano John Maccain, quien es heredero de la sanguinaria tradición de Bush.
El avance de Obama es inseparable de la impopularidad que supo granjearse Bush como ningún otro mandatario de la superpotencia, y puede responder, también, a un resurgir de la conciencia social que conduzca a épocas de mayor libertad y justicia, a costa del doloroso aprendizaje que para las mayorías ha significado el predominio de la ultraderecha en Estados Unidos.
Llegado al poder en el 2000 mediante una cuestionada elección, Bush fue el Hitler del siglo XXI. Sus dos periodos presidenciales se caracterizaron por el resurgimiento de las guerras de agresióncon el ostensible propósito de saquear los recursos petroleros. Bush sigue siendo el principal sospechoso de haber provocado los atentados de las Torres Gemelas, a unos meses de haber llegado al poder, para poder desencadenar la invasión de Iraq, país al que falsamente atribuyó la posesión de armas para atacar a EU. Bush favoreció a los intereses financieros y comerciales con una política de liberalismo económico a ultranza, que condujo a la gran crisis que marcó el final de su periodo. Gracias a esas políticas de agresión, una de cuyas premisas fue la credulidad de los estadounidenses, crecieron los negocios de la guerra, incluida la contratación de mercenarios dedicados a masacrar a los pueblos que estorbaban los negocios transnacionales. Ellos se cuentan entre los grandes partidarios de los republicanos.
También en el plano social y cultural las implicaciones de su gobiernofueron pavorosas. Con el pretexto de la lucha contra el terrorismo, Bush restringió los derechos de los estadounidenses. Alcohólico y cocainómano, Bush sustituyó esas drogas por el veneno de un fanatismo religioso que al mundo le trajo consecuencias mucho más graves. Aunque partidario del genocidio de los enemigos del capitalismo, se declaró antiabortista a ultranza y fue también enemigo del estado laico, posiciones que lo llevaron a identificarse con el fallecido pontífice Juan Pablo II y con los diferentes grupos ultraderechistas del mundo.
Si Bush fue el peor presidente de los EU, los que votaron por él en la elección de 2004, sabiendo ya lo que significaba su gobierno, deben considerarse sus cómplices en elgenocidio y el oscurantismo. En la medida en que un gobernante encarna tendencias de una sociedad, Bush ha representado lo peor de la sociedad estadounidense, el prototipo del santurrón de doble moral, que ejerce la censura y el asesinato en el nombre de Dios.
Por eso, MacCain, a pesar de ser de la misma calaña de Bush, consciente de la gran impopularidad de su predecesor se esforzó por distanciarse de él, aunque sólo en las apariencias, pues obviamente están en el mismo barco. Estrategias como esta resultan insultantes para los estadounidenses, al descansar en su credulidad, sobretodo después de que EU y el mundo entero han padecido el estilo abusivo y mentiroso de Bush. Obviamente, el gobierno de MacCain sería una continuación, y hasta un rasgos más agresivos.
Por sus raíces, MacCain es prototipo del militarismo estadounidense, y como tal, busca intensificar las agresiones de su país contra naciones más débiles, y revivir el clima belicista de la época de la guerra fría. Nacido en 1936 en el canal de Panamá, en la época de la ocupación estadounidense del mismo, el candidato republicano, y senador por Arizona desde 1987, es militar de profesión; tanto su padre como su abuelo fueron almirantes de la armada estadounidense. Su padre, John S. «Junior» McCain, comandó fuerzas estadounidenses en Vietnam mientras su hijo y futuro aspirante presidencial era prisionero de guerra (de 1967 a 73). Su abuelo John S. McCain, Sr. comandó aviones navales en la Batalla de Okinawa en 1945.
Desde 1993, Maccain ha sido directivo del Instituto Republicano Internacional, IRI, que ha estado dedicado a apoyar la política internacional de Bush, tratando de desestabilizar a los gobiernos que no se plegaron a sus deseos. El IRI ha prodigado millones de dólares a grupos derechistas y onG que se prestan a servir a los intereses del gobierno de EU.
Si Maccain es en todos aspectos un defensor del militarismo, su compañera de fórmula, Sarah Palin, gobernadora de Alaska, ha expresado abiertamente las posiciones más retrógradas de la derecha religiosa de su país. Su vinculación política con Maccain da por resultado la consabida fórmula ultraderechista de quienes promueven la guerra y rechazan las libertades sexuales.
La otra cara de la moneda en las elecciones estadounidenses, y la más popular en todas las encuestas previas a las votaciones del 4 de noviembre, es Barack Hussein Obama, nacido en Hawai en 1967, sería el primer afroamericano en llegar a la presidencia de EU.
Obama es senador por Illinois y además de ser partidario de las libertades civiles, ha anunciado programas de asistencia social, especialmente en materia de salud, así comoel retiro de la política de agresión en materia internacional.
A la inversa de Maccain, Obama tiene una trayectoria totalmente académica y civil, Se graduó de la Universidad Columbia y en la prestigiosa escuela de derecho Harvard Law School, donde fue presidente de la revista de leyes Harvard Law Review. Fue profesor de derecho constitucional en la facultad de leyes de la Universidad de Chicago desde 1992 al 2004.
El posible triunfo de Obama fue despertando cada vez mayores expectativas en todo el mundo, aunque MacCain fue respaldado por las fuerzas derechistas que gobiernan varios países, como es el caso de México. Finalmente, fueron fracasando las diferentes estrategias tramposas de los republicanos, desde las campañas difamatorias hasta las noticias mentirosas acerca de un pretendido repunte de Maccain; cada vez fue más evidente que este iba perdiendo la batalla.
A unas horas del esperado triunfo de Obama, muchas personas desconfían de que lo permitan los caínes del tercer milenio, y existe el temor de que los tramposos y sanguinarios derechistas recurran sus medios usuales, desde el fraude hasta el asesinato.