El referente del PP: golpes de estado, pucherazos, bipartidismo y esclavismo
Tras la bronca sesión vivida ayer en el Congreso, donde pese a que el eje central de la misma debía ceñirse a la última cumbre de Unión Europea y a la venta de armas a Arabia Saudí, desde el Partido Popular han salido a defender a su líder, del que han dicho: “Desde Cánovas no ha habido nadie mejor”. Pero, ¿qué hay de cierto en esta afirmación y cuales son las implicaciones de estos referentes?
Para contestar a esta pregunta primero tendremos que repasar quién fue Antonio Cánovas del Castillo. Fue, como muchos ya sabréis, si el maltrecho sistema educativo no lo ha impedido, un político malagueño que durante la segunda mitad del siglo XIX desempeñó una prolífica carrera llegando a ser presidente del Congreso de los Diputados y siete veces presidente del Consejo de Ministros. Al mismo tiempo, fue uno de los encargados de preparar la vuelta de Alfonso XII tras el pronunciamiento militar, que para los que no lo sepan es un golpe de estado a la española, de Sagunto orquestado por el general Martínez Campos y fue el redactor del Manifiesto de Sandhurst, que sirvió de base para dicho pronunciamiento militar que pondría fin a la Primera República.
En lo político, Cánovas del Castillo sería un firme defensor del bipartidismo tal y como lo es Pablo Casado, a quien molesta que el funcionamiento del Congreso haya cambiado tras la aparición de nuevos partidos que generan la necesidad de consensos y amplios acuerdos entre múltiples partidos de toda índole. Del Castillo también se declaraba favorable al esclavismo, siendo miembro de “La Liga” —un grupo de presión que tenía por fin evitar la abolición de la esclavitud en las colonias—, cosa que no puede afirmarse tal cual de los populares, pero si puede hacerse un buen símil si tenemos en cuenta su oposición a la subida del salario mínimo de los trabajadores y la larga trayectoria de su partido en rechazar cualquier mejora de sus derechos laborales.
De este modo, podemos tomar esta referencia que el propio partido hace de su líder como una declaración de intenciones donde una futurible república se resolvería con un pronunciamiento militar, donde la vuelta al bipartidismo y el turnismo se logra como en los tiempos de Cánovas del Castillo mediante el caciquismo y el pucherazo reiterado, donde la libertad de cátedra sea retirada para lograr una educación adoctrinadora como lo fue y es la LOMCE y donde la defensa del esclavismo que hacía Del Castillo se modernice a través de la progresiva precarización del empleo y empobrecimiento de la clase trabajadora mediante un capitalismo devorador que ambos defienden.