El gobierno español afirma trabajar para la Paz, pero apoya la guerra

 

Por Iñaki Alrui*

El gobierno progresista español sigue apostando por la guerra, vía militar, vía negocio armamentístico. Las declaraciones grandilocuentes del gobierno son palabras que se lleva el viento: la realidad y los datos hablan por sí solos

“La muerte de la empatía humana
es uno de los primeros indicios de que una cultura
está a punto de caer en la barbarie”.
Hannah Arendt

España ha superado la cifra de 7.000 militares ucranianos formados en el marco de la Misión de Asistencia Militar de la Unión Europea (EUMAM). Desde el inicio de esta iniciativa, en noviembre de 2022, el Toledo Training Coordination Centre (TTCC) ha dirigido más de 152 módulos de entrenamiento en más de 30 especialidades, con el objetivo de fortalecer las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Desde hace tres años, de manera constante, las Fuerzas Armadas de España han impartido los módulos de formación y entrenamiento a efectivos ucranianos con el objetivo de complementar su capacitación y fortalecer sus competencias. Esta iniciativa surge a raíz del conflicto Rusia-Ucrania y se enmarca en la Misión de Asistencia Militar de la Unión Europea en apoyo de Ucrania (EUMAM UA), creada el 17 de octubre de 2022 por decisión del Consejo de la Unión.

Mientras el gobierno da sus discursos “flower”, la realidad es que apuesta claramente por la guerra, por eso no es sorprendente que la pasada semana Pedro Sánchez anunciase desde Kiev el compromiso de que España “aportará más ayuda militar y con más determinación” para Ucrania. Así lo aseguraba el presidente del Gobierno durante su participación en la cumbre que ha conmemorado el tercer aniversario del inicio del conflicto bélico. Sánchez anunciaba durante el plenario de la reunión que para 2025 ha aprobado una partida de asistencia militar española para Ucrania de 1.000 millones de euros. La idea es que esta cantidad, según añadía después el mandatario español en una rueda de prensa, se repita anualmente durante una década (¡alimentando 10 años de guerra!). Sorprende, ¿o no?, la facilidad del gobierno para abrir partidas presupuestarias para la industria bélica, frente a la dificultad para encontrar recursos para las carencias de los servicios públicos, asistencia social o investigación.

La ruta para contribuir a la paz del gobierno español…

Voy con otro dato, el Gobierno tiene el objetivo de elevar el gasto militar hasta el 1,32% del Producto Interior Bruto (PIB) en este 2025 y llegar al 2% en 2029; lo que supondrá más que duplicar los 17.523 millones de euros (Directos, indirectamente hay un montón de partidas presupuestarias, camufladas, en otros Ministerios y departamentos del estado, dedicadas a asuntos “bélicos”. Algo similar a lo que pasa con el supuesto presupuesto de la Casa `i´Real) destinados a defensa -guerra- en 2024, con el objetivo de alcanzar los 36.560 en cuatro años, hablamos de inyectar unos 4.000 millones anuales de incremento neto en los fondos de Defensa. Es parte de la hoja de ruta diseñada por el Ejecutivo para cumplir su compromiso con la OTAN ante la llamada al “orden” del nuevo emperador gringo.

A lo anterior, en el camino para la paz, hay que sumar el comercio de armas con Israel, que no se ha detenido en ningún momento desde que el estado sionista inició el genocidio el 5 de octubre de 2023. Lo último que sabemos, desde la falta total de transparencia informativa, es “Una empresa israelí contratada por Robles fabricó el 85% del material bélico del Ejército de Netanyahu”, acuerdos con Elbit Systems, identificada como “el mayor fabricante de armas de Israel”, según un informe del Observatorio de Derechos humanos y Empresas en el Mediterráneo (ODHE) donde se señala que se trata de “una de las empresas involucradas en el actual genocidio en Gaza”.

Sumemos el informe realizado por el Centre Delás Negocios probados en combate, donde se demuestra que además del ejército, entre los clientes de la industria militar y de seguridad israelí figuran el Ministerio de Defensa (Ministerio de la Guerra), el CNI, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y las diferentes policías autonómicas.

Sumemos la investigación de las organizaciones Progressive InternationalPalestinian Youth Movement y American Friends Service Committee, que ha hecho pública El Diario.es, en la que más de 60.000 piezas de armamento han salido en aviones desde España a Israel en una ruta que continúa en 2025, vuelos con material militar desde Zaragoza a Tel Aviv desde enero de 2024 hasta la actualidad, a pesar de la suspensión anunciada por el Gobierno.

¿Se puede andar reconociendo al estado palestino y al mismo tiempo suministrando armas para su aniquilación? ¿Se puede apoyar a la vez a las dos partes de un conflicto, independientemente de sus acciones criminales y genocidas? Pues parece que, con la falsa progresía, sí se puede.

El gobierno, con su Ministerio de la Guerra (Dña. Margarita Robles) a la cabeza, dice una cosa, pero hace otra, una pirueta confesional de doble rasero. Analicen la frase de la Ministra de la Guerra “La paz no puede ser a cualquier precio. Debe ser con Ucrania, para Ucrania y con el apoyo de la UE”, declaraciones realizadas durante el acto en la Academia de Infantería de Toledo, en memoria de los civiles y militares que han perdido la vida en el conflicto en Ucrania. Es decir, la ministra defiende y apuesta exclusivamente por la victoria militar de Ucrania, y lo hace con premeditación y alevosía, pues ella es consciente (como todo el mundo) de que esa victoria es inalcanzable frente al poderoso ejército ruso, y mucho menos sin el apoyo de EEUU.

A todo lo anterior sumar el inicio de esta nota, la formación guerrera a militares ucranianos: hasta la fecha, más de 7.000 militares ucranianos han sido entrenados según un comunicado oficial del Ministerio de Defensa (de la Guerra) emitido el 26 de febrero de este año, hasta la fecha, se han impartido 152 módulos de más de 30 especialidades diferentes.

Y todo ello mientras el gobierno afirma trabajar “por la paz”.

Trabajar por la paz es todo lo contrario de los datos anteriores, el gobierno progresista español sigue apostando por la guerra en Ucrania e hipócritamente por el genocidio palestino, vía militar, vía negocio armamentístico. Las declaraciones grandilocuentes del gobierno son palabras que se lleva el viento: la realidad y los datos hablan por sí solos. Es la eterna característica de los sucesivos gobiernos del estado español, sea cual sea su signo: la hipocresía. Una cosa es su discurso, y otra los hechos, y eso se aplica en todos los ámbitos: la guerra, la “democracia”, la fiscalidad, los servicios públicos, la justicia, etc. etc. etc.

“Mentir constantemente no tiene como objetivo
hacer que la gente crea una mentira,
sino garantizar que nadie crea en nada.
Un pueblo que ya no distingue entre la verdad y la mentira
no puede distinguir entre el bien y el mal:
es un pueblo privado del poder de pensar”.
Hannah Arendt

Más información:
– Centre Delàs d’Estudis per la Pau (imprescindibles sus informes)
– Observatorio de Derechos Humanos y Empresas en el Mediterráneo (ODHE)

* Miembro del Colectivo editorial de LoQueSomos. Otras notas del autor
Mastodon: @InakiAlo@nobigtech.es

 

Imagen de portada:  Soldados ucranianos adiestrándose en España (Imagen de la EMAD)

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