El Fusil de la Ternura. con Nicaragua
Luis Huelga en la introducción a un poemario , el Fusil de la Ternura, que se hizo en la cuenca del Nalón en 1986:
Cambio y ternura.
Nicaragua, lo han repetido hasta la saciedad, es un volcán, un istmo al aire incandescente; el lugar que se convierte en tópico. Nicaragua es la manera más próxima de superar la rabiosa profecía bolivariana («Nunca seremos dichosos») o de entender de una vez por todas que la causa de América Latina es, sobre todo, una causa de justicia social que responde con la equidad a la pregunta escéptica y sonriente de tantos interrogadores «primermundistas».
No sonará nunca a insistencia la ausencia de pena de muerte, la reducción del analfabetismo de un 50 a un 11 %, la eliminación de las enfermedades más mortíferas y todos los logros que en Nicaragua han sido desde el triunfo revolucionario de 1979.Y ello bajo un bloqueo económico, dos frentes de guerra y la pasividad del lado de acá.
Cortázar lo dijo: «Si tolero que una banda de matones golpee a un ciego en plena calle, ¿podré volver a mi casa y mirar en los ojos a mi propia familia?». Tanto él como Gaspar y una lista innumerable de nombres más o menos anónimos, pero en la misma cuerda, fueron incapaces de soportar la agresión al ciego. ¿Qué tendrá esta causa para que los hombres más justos de la tierra vayan, día a día, situándose a su lado?. Dudarán los gobiernos pero a esa duda responden los pueblos con la afirmación.
Si ahora dejamos sola a Nicaragua renunciaremos a la utopía racional que ella siempre supuso porque refleja la presencia de una forma distinta de vivir capaz de establecer la difícil conjunción de cambio y ternura, esto es, sacar una legislación a la calle, o colgar un poema en los tablones del Ministerio del Interior. Si izamos el silencio ahora nunca podremos volver a casa ni mirar en los ojos a la propia familia.
Y tú sabes, Gaspar, que quien calla ante los matones está golpeando al ciego.
CARTA
Si usted va un día a mi tierra, compañero
Salúdeme al gigante Momotombo
Calladito y orillero en el espejo azul
Del Managua.
Tráigame un puñadito de nuez de coco
Y no se olvide de agradecer tanto bueno
Por sus cedros, guayaco y palo rosa
Recuérdese caminar sin prisas
Por las amables calles de León
Y Chinandega. Tómese café.
Cuénteme después que han dejado en paz
A los nicas, que no queda un solo yanqui
Acechando entre algodones
Y a la palabra belicoso está creciéndole
El musgo del olvido.
Estaré esperando sus noticias.
Miguel Munárriz. (el fusil de la ternura—Cuenca del Nalón 1986-Homenaje poético a Gaspar García Laviana.)
ORDEN DEL GUERRILLERO CAIDO
Yo era la carga de aquella metralleta,
Hacía tac-tac-tac en la montaña,
Enlodaba los cadáveres del enemigo
Construyendo pueblo, construyendo patria
Yo sudaba sangre en la pelea,
Caía con la bandera del Frente marcada en el sufrimiento y
envolvía
mis terrores en esperanzas de una paz fructífera
de un futuro claro con pan para todos y cultura.
Yo caí luchando, infatigablemente, contra los guardias
miserables.
Me enterraron o fui pasto de los buitres, no recuerdo.
Más recuerdo
Que de mi perduran hoy como de tantos
Las huellas de la libertad, la justicia, la palabra:
A Nicaragua bella entre las bellas, la batalla
Llevó palabra, justicia, libertad, este futuro
Claro con pan para todos y cultura.
Yo que fui el que fui mas ya no soy
Ni espíritu que alienta aun en la montaña
Os devuelve los gritos, los abrazos de nuestra Revolución primera
Ordenándonos sin tregua la lucha nueva, la batalla
Al invasor para que no os arrebate
Lo que mis balas y mi sangre han conseguido.
Francisco José Lauriño. (el fusil de la ternura—Cuenca del Nalón 1986-Homenaje poético a Gaspar García Laviana-COSAL)
Don Pedro Casaldáliga:
Como un vuelo cortado por la muerte
Igual que un crucifijo en carne viva,
Como un abrazo extremo, que me llama,
Me ha cercado tu nombre,
Gaspar, hermano mío.
Asturiano, justicia de minero,
Bronco acantilado,
Corazón de Jesús en pura llaga.
Tola y sus montes callarán ahora,
-verdes la guerra y la arboleda verde-
Mientras hablamos,
Mientras el Pueblo vela, todavía junto al Dios que escucha,
La Paz del Reino que se aplaza tanto.
Hablaremos tú y yo, Gaspar, a solas.
Al contraluz de mi anhelante fiebre.
Como si aún no fueras un glorioso llegado.
A corazón abierto,
Gaspar,
Sin más testigo
Que el Amor que ya vives cara a cara.
Terratenientes eran
Los que ahogaban tus pobres,
Los que ahogan mis gentes.
Y es el mismo Evangelio
Que te ardía en las manos
Más que el fusil inhóspito,
Amor exasperado, hermano mío:
Tus manos bajo el óleo
Sangrándote,
Llorándote los ojos cielo arriba.
Dime, Gaspar,
¿qué harías
Si volvieras?
Y cuida bien de Tola,
Cuida de Nicaragua, todavía en combate,
No dejes que tu sangre se marchite
En el cáliz (rajado) de su Iglesia.
Gaspar:
Don Quijote es un iluso
A caballo de ilusiones.
¡Quiere quitar los abusos
Predicándoles sermones¡
Adormece a la gente
Con su plan de caridad
Mas no quiere ir al frente
A morir por la verdad.
Nuestra gente está muriendo,
Don Quijote, de opresión,
No la estés entreteniendo
Que va a la Revolución.
Alberto Vega:
Entre los cafetales
Y los bosques abiertos en flor y paraíso
Juega sola una niña
Con la estatura frágil de la América Nueva.
Se han dicho sus padres:
Cuando caiga la noche te vienes: merodea
El águila del Norte y la pantera yakee.
Juega sola una niña.
Se llama Nicaragua y debe crecer libre
Pablo Antón Marín Estrada
Nicaragua Ska
Téo veinte segundos pa una revolución
Téo un segundu pa beber venti cerveces
Marriellu como un llimón pintau de mariello
Roxu como el culo un mandril pintau de rozo
Escuru como un home na llinterna ´l policía
La xaronca blincaba de fuera en fuera de calva en calva
Cuspiendo milenta banderes d´España
Risa de paisano satisfechu
Versu
Popular y Gayasperu
Barra llibre pa toos los llimiagos uniformaos
Esta ye la mio manera de querete
Llagartesa
Píntame ´l Land Rover de mariello-llimón y roxo-culo-mandril
Bailemos una ská nel campu batalla
Quiero una chupa del Frente Sandinista verde paragües rosa
Cullebra hortera
Nadie galaya dos vegaes el mio nome soi un guxarapu
Y lo mesmo me dá.
SKA
SKA
SKA.