El dromólogo Paul Virilio
Por Iñaki Urdanibia
«Inventar un objeto técnico , es inaugurar un accidente específico : inventar el navío es inventar el naufragio ; inventar el tren, es inventar el descarrilamiento; inventar el avión, la ruptura y la electricidad la electrocución. Lo que me interesa en tanto que crítico de la técnica, es constatar la especificidad del accidente »
« Con el desarrollo de la velocidad que está en la base de la potencia de la técnica, se ha pasado a un accidente específico, particular de un accidente localizado, a la posibilidad de un accidente general, es decir un accidente que concierne a la totalidad del espacio y del tiempo, un accidente sin igual, un accidente inusitado»
Uno de los temas que centraban su atención era la velocidad, de ahí la invención del nombre que consta en el título de este comentario-homenaje; ya desde la Antigüedad, consta el pensador, la velocidad otorga poder, el trierrca, el hoplita, el caballero…todos buscan que lo que adquieren sea más rápido , más performativo, más tarde las potencias más poderosas – Venecia e Inglaterra- poseerán los navíos más rápidos; í pues, resulta lógico establecer lazos directos entre la velocidad y el poder político, la marcha de finales del XIX y comienzos del XX van a dar lugar a radicales transformaciones con la aparición de diferentes vehículos ( ternes, taxis, camiones, y ya en la actualidad la velocidad e extiende igualmente a las imágenes y sus difusión…hasta la consideración de que la guerra se ha convertido en una velocidad absoluta de destrucción Recuerdo , ya hablo de memoria, su respuesta cuando se aireaba con tanto ahínco el siglo de las luces, iba por la senda de afirmar que tal luminoso siglo se había convertido, en el presente, en el siglo de la velocidad de la luz, con todas las amenazas que ello suponía en la medida en que anunciaba la aceleración hacia la posible destrucción ( pueden verse sus Vitesse et Politique: essai de dromologie o Défense populaire et luttes écologiques ), téngase en cuenta que Hiroshima es un destello de un 15 millonésima de segundo…la incansable tarea de Virilio es la de mostrar el lado oscuro, y los amenazantes peligros, del progreso frente a quienes no hacen más que cantar sus bondades . Su visión – que algunos juzgaban apocalíptica- proponía como objetivo necesario l desaceleración, con ciertos aires de familia con las posturas mantenidas por Günther Anders y sus ensayos sobre la obsolescencia. El desarrollo técnico al servicio de la guerra, y las arquitecturas ad hoc, le convirtieron igualmente en polemólogo, y si se me permite en un avezado bunkerólogo, ya que la obra que le dio a conocer fue, en 1958, un estudio sobre los búnkeres del muro del Atlantico; la huella de los bombardeos de Nantes adonde había escapado la familia desde su natal París, cuando él era niño no cabe duda de que le marcaron, ya que como él mismo señalase fue el primer momento en que fue consciente de la estética de la desaparición…« soy un war baby, una víctima de guerra. He nacido en París en 1932, de un padre italiano [ comunista] y de una madre bretona [ supercatólica]. En el momento de la declaración de guerra hemos buscado refugio en Nates con la familia de mi madre…»
Su época de estudios en la capital del Sena supuso un giro en sus preocupaciones, ya que dedicándose a los estudios de maestro vidriero, no faltaba no obstante a las lecciones de Vladimir Jankélevitch y de Raymond Aron, para al poco colaborar con diferentes artistas ( Henri Matisse o George Braque). La velocidad, la guerra, el arte, y la arquitectura bélica pasaron a ser temas ejes lo que al tiempo le valió ser nombrado profesor de la Escuela especial de Arquitectura ( ESA) de París; centro en el que se formaron algunas de las luminarias de la arquitectura francesa.
Celebrados sus estudios cada vez más centrados en el urbanismo y la arquitectura y las relaciones espaciales en el seno de la organización social y el funcionamiento en red en la comunicación (aspecto que ya había comenzado a explorar antes de la aparición de internet); algunas críticas también le valieron por parte de los caza-imposturas ( Alan Sokal y Jean Bricmont) debido al uso de algunas analogías científicas de una manera indebida según estos celosos guardianes del templo de la ciencia dura.
Al comienzo de los setenta del siglo pasado comienza una larga colaboración con la revista personalista cristiana, Esprit, de la que llegó a ser miembro del consejo de redacción junto a Domenach; su compromiso con los más desfavorecidos, hizo que se implicase a partir de los ochenta en la defensa de los sin ( papeles, domicilio…) y de los excluidos de todo tipo. Compromiso que compaginaba con su labor dinamizadora en el campo de la cultura y editorial( en la colección que dirigía en Galilée, editó a Jean Baudrillard, George Perec, Jean Duvignaud…) siempre en busca de la paz y de una arquitectura a la medida de las necesidades humanas, en vigilancia constante con respecto a los sistema de control, a la masificación de las urbes, la manipulación en el terreno de la comunicación, etc.
Si, como queda indicado, la velocidad era de uno de sus temas estrella, velocidad que extendía el pánico y los sentimientos de temor a lo largo y ancho del mundo, creando una comunión de sentimientos, que se producía a una velocidad instantánea y partout, esta velocidad se asemejaba, como decía en alguna de sus últimas entrevistas, con el paso del tiempo en la vejez, éste pasa volando como sucede en las sociedades seniles, haciendo que la velocidad envejezca el mundo, impidiendo su disfrute, su contemplación… La velocidad, la instantaneidad de las redes, de internet, de los móviles…todo esto mostraba según él que el « viejo ideal religioso de ubicuidad y de instantaneidad es uno de los motores de nuestra globalización en marcha. Mas lejos de ser un progreso, veo en este “globalitarismo” un vuelta pesadillesca al gran Todo. El totalitarismo era ua espantoso, pero local. El globalitarismo, la abolición de los lugares y la regresión de la humanidad hacia un especie de parálisis vegetativa representan los desafíos políticos mas temibles de nuestro tiempo».
Como vivió , difundiendo saberes, relacionándolos, prometiendo malos tiempos si no se echaba el freno a tiempo, siempre sin alharacas, con su voz baja como que no quisiese aguar la fiesta, con sus oscuros diagnósticos a quienes, le escuchaban…así se fue esa vida que unía arquitectura, urbanismo, sociología, ecología y compromiso personal. Una mirada que parecía ir algunos pasos por delante de los de sus contemporáneos, aspecto que le convirtió en un anunciador intempestivo de algunos de los fenómenos que más tarde llegaron …teletrabajo, el caso numérico, , las guerra retransmitidas, la revolución numérica…Paul Virilio no era un profeta, ni un avisador de incendios, mas sí que era un ser que prestaba su fino oído a los aires que se anunciaban en el viento detectándolos de una mera realmente visionaria, el futuro ya estaba presenta para él. …en permanente lucha contra la domocracia.
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Me permito nombrar algunos de sus libros más significativos, sin ninguna pretensión de exhaustividad, en los que se ve el cruce de diferentes dominios ( sociología urbana, estrategia militar, teorías de la comunicación y cibernética) que el interrelacionaba sin ceñirse a la segmentación académica [ tal vez alguno de los libros que nombro en francés estén traducidos de Pirineos abajo] :
+ Vitesse et politique ( Galilée, 1977), análisis dromológico de las relaciones del poder con la velocidad.
+ Défense populaire et luttes écologiques ( Galilée, 1978). Alerta ante las tendencias de los Estados o de las organizaciones que aspiran a fundar la mecánica de su potencia en el desarrollo exclusivo de técnicas de guerra…y la búsqueda de fromas de defensa popular.
+ L´espace critique ( Christian Bourgois, 1984). Estudio de la velocidad que se plasma en los transportes supersónicos y de las comunicaciones audiovisuales, y su influencia en la concepción espacio-temporal de los humanos y su huella en la organización geopolítica del mundo.
+ L´horizon négatif ( Galilée, 1984). El autor nos introduce en los efectos culturales de la velocidad…y la ampliación de las conquistas humanas al terreno de la dromosfera…y la velocidad de la luz como horizonte cósmico insuperable.
+ Estética de la desaparición ( Anagrama, 1988 ). Relaciones entre imágenes y velocidad, que se realiza en las filmaciones de imagen y sonido…con la sombra de los posibles accidentes.
+ La máquina de visión ( Cátedra, 1989). Si Walter Benjamin alertaba sobre la obra de arte en la época de la reproductividad tecnológica , Virilio estudia las mutaciones que se dan en el campo de la representación, centrando su mirada en los videogramas, los hologramas y las imágenes de síntesis.
+ El cibermundo, la política de lo peor ( Cátedra, 1997). Un libro de entrevistas en los que al ensayista alerta de los peligros de la revolución cibernética, alzándose contra el fantasma de la democracia virtual, llamando a la resistencia. Libro que a pesar de su brevedad – cien páginas-sirve bien como acercamiento al pensamiento de este pensador ahora desaparecido.
Hendaia, 18 de setiembre