El dolor, la rabia y el recuerdo del trágico accidente ‘marcan’ el «complicado» regreso al pozo Emilio de la plantilla de Tabliza
Cuando aún no había amanecido, envueltos aún de la oscuridad de la noche, los primeros mineros Grupo Tabliza han comenzado a llegar al pozo Emilio del Valle. Con los rostros desencajados y con el dolor aún en sus miradas, los trabajadores del turno de la mañana han sido los primeros en regresar y devolver la actividad a la mina, paralizada tras el trágico accidente del pasado lunes.
Un regreso a los ‘tajos’ que responde a la decisión de los técnicos de la Comisión Regional de Minería que, tras realizar una inspección de la explotación en la mañana del lunes, certificaron que se dan las condiciones óptimas de seguridad para reanudar la actividad en los macizos quinto y noveno.
Así se lo han trasladado los representantes del comité de empresa a los más de 90 trabajadores del turno de las 8:00 horas, precisamente aquellos que vivieron en primera persona el grave suceso y que trabajaron en el operativo de rescate de sus compañeros.
Entre ellos, también algunos de los mineros que trabajaban ‘codo con codo’ con los seis mineros fallecidos que, al igual que el resto de compañeros destinados al macizo séptimo, serán recolocados entre el quinto y el noveno.
Mineros que, como cada día, han vuelto a enfundarse el casco y el mono para bajar a 620 metros de profundidad. Sin embargo, este miércoles, su jornada ha estado marcada por el recuerdo de una herida que poco a poco curará pero que dejará una cicatriz imborrable en su memoria.
Lagrimas en recuerdo a los seis compañeros
Precisamente los sindicatos han querido que sean ellos los que devuelvan la actividad del pozo Emilio en forma de homenaje. Mineros que, sin embargo, no han podido venirse abajo cuando en la asamblea previa a la vuelta al ‘tajo’ han recordado a sus seis compañeros fallecidos.
Una jornada marcada por el dolor y donde de nuevo han vuelto a brotar las lágrimas en los ojos de estos mineros que no han podido ocultar su dolor, su rabia y su nerviosismo por volver a mirar a la cara a esa mina que una semana atrás acabó con la vida de seis compañeros.
“Hoy es un día especialmente duro especialmente para este relevo”, señalaba José Antonio Colinas, representante de Fitag-UGT, que enmudecía tras salir de una asamblea en la que se vivieron auténticas escenas de dolor.
Con el dolor en sus rostros, los mineros han comenzado a llegar al pozo Emilio.
Apoyo de los técnicos de la comisión de seguridad
Día complicado en el que los mineros no han estado solo. Miembros el comité se seguridad de la Vasco han bajado hasta las entrañas de la mina para apoyar y hacer un recorrido por la explotación con el objetivo de cerciorar una vez más que se dan las condiciones para volver a trabajar.
“Es fácil decir: entrar y ya está. Pero hay que estar ahí abajo con ellos. Por ello, entendiendo que hoy es un momento complicado, los técnicos de la comisión de seguridad de la Vasco les han acompañado para dar un poco de calma a la gente y proceder a una inspección rutinaria como la que se realizan todos los jueves del mes”, señaló Colinas.
Empiezan la toma declaraciones
Mientras en el exterior, los técnicos de la comisión investigadora continúan recabando información para esclarecer qué provocó que en la mañana del 28 de octubre se registrase un escape de grisú de 28.000 metros cúbicos en el macizo séptimo.
Concretamente, está previsto que los técnicos se trasladen de nuevo hasta las instalaciones del pozo de Emilio, propiedad de la Hullera Vasco Leonesa, para iniciar la toma de declaraciones de los mineros destinados en el macizo séptimo así como aquellos que vivieron el accidente.
“Ahora son los actuarios de Minas los que, conjuntamente con los técnicos de la empresa, están recabando información, analizando datos topográficos y hablando con los testigos para intentar encajar todas las piezas de este gran puzle que tenemos sin imagen”, señaló el representante de Fitag-UGT en el comité.
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Según el último parte médico remitido en la mañana de este miércoles por la Junta de Castilla y León, el minero presenta una importante mejoría, estando ya “estable”.
Su mujer, María José Lauda, ha asegurado a lne.es que su evolución ha sido muy positiva en los últimos días. «Ha evolucionado muy bien después de estar en estado crítico. Estamos contentos y hemos sentido el apoyo de todos sus compañeros, aunque la empresa ni nos ha llamado», ha asegurado al citado diario.
Ahora, ya en la planta, el minero herido necesita tranquilidad y tranquilidad supone estar con su familia y ajeno por el momento al drama vivido en el interior de la mina.
«El no sabe nada de lo que ha pasado. Nos han dicho que él tiene que estar muy tranquilo», ha asegurado su mujer.
«Hizo lo que tenía que hacer»
«En su habitación vamos a estar las 24 horas con él», indica Lauda, que subraya que las visitas estarán restringidas y que sólo podrán pasar «los familiares más cercanos».
Lo ocurrido se lo irán diciendo poco a poco y con el tiempo. La situación hoy «es aún delicada» y lo mejor es mantener al minero ajeno a lo sucedido».
Juan Manuel Menéndez resultó herido en el accidente del pozo Emilio del Valle al intentar entrar a rescatar a sus compañeros. Aún no recuerda lo sucedido ese día, pero su mujer tiene claro que «él hizo lo que hubiera hecho cualquier compañero».
«Conociéndolo», ha asegurado María José Lauda a lne.es, «no me sorprendió. Pero también creo que cualquier otro compañero no se hubiera quedado de brazos cruzados. Él fue el que quedó más herido, pero no creo que quiera que le den más bombo por lo que hizo».