Mientras el mundo observa la escalada de violencia genocida del Estado de Israel contra la población palestina en Gaza, el Gobierno español ha decidido seguir adelante con la compra de armamento israelí por valor de 6,6 millones de euros, a pesar de haber anunciado previamente su cancelación y haberse comprometido a un “embargo total”.
Esta contradicción, que ha salido a la luz gracias a investigaciones periodísticas, pone en evidencia la impostura del Gobierno progresista y su complicidad con el genocidio en Palestina a pesar de presentarse ante la opinión pública como defensor de los derechos humanos y del Derecho Internacional.
Un contrato firmado en “Semana Santa”
El Ministerio del Interior había asegurado el pasado 24 de octubre que iba a rescindir un contrato de compra con la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security S.A., filial del grupo internacional Guardian LTD Israel, por valor de 6,6 millones de euros.
Sin embargo, según ha revelado la Cadena SER, el pasado 16 de abril, la Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil adjudicó un lote de 15.300.000 balas del calibre 9 milímetros a esa empresa. La elección de la Semana Santa para formalizar la compra de armas no es fortuita, un momento del calendario que, tradicionalmente, se aprovecha para minimizar la atención mediática sobre decisiones controvertidas.
El trámite ha sido publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público el Viernes Santo y se ha hecho a través de Imi Systems LTD. Si bien no es la empresa inicial, Imi Systems LTD es propiedad del Ministerio de Defensa de Israel y tiene el mismo NIF que Guardian Homeland Security S.A., según ha señalado Europa Press.
El ministerio de Interior a cargo de Fernando Grande Marlaska ha justificado haber dado marcha atrás con su decisión de cancelar la compra en que el negocio ya estaba en una fase muy avanzada, y que de cancelarse habría que haber pagado una indemnización a la empresa israelí. Quien ha desaconsejado la rescisión del contrato ha sido la Abogacía del Estado.
Este movimiento rompe explícitamente el compromiso del Gobierno español de no comprar armas al Estado de Israel desde que se produjese el inicio de la invasión en la Franja de Gaza, el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, la violencia genocida de Israel ha dejado decenas de miles de muertos y millones de desplazados. A pesar de esto, el Gobierno “progresista” ha decidido seguir comerciando armas con la entidad sionista.
La gravedad del asunto es tal que el socio de gobierno de Marlaska y el PSOE, Sumar, ha tenido que salir rápidamente a «exigir» a su Ministerio de Interior que cancele el contrato, en un nuevo gesto para tatar de ocultar su complicidad. La misma complicidad que durante estas legislaturas están teniendo con la escalada militarista y de la que también ha participado Podemos siendo parte del anterior Gobierno y sus compromisos, como la aprobación de los presupuestos militaristas de 2023 y vigentes hoy.
El genocidio en Palestina y el rearme militar europeo son parte de la misma agenda imperialista. Sucesos como esta compra de armas lo pone en evidencia, es parte de la política del Gobierno español que sigue siendo cómplice, como el resto de gobiernos europeos, del Estado de Israel, que no es más que un agente colonialista del imperialismo en la región proximooriental.
Hay que exigir más que nunca la ruptura total de relaciones políticas, diplomáticas y comerciales con el Estado genocida de Israel. Es preciso enfrentar a este Gobierno que se vende como «progresista», pero que es imperialista, que es cómplice del sionismo y que nos está imponiendo el rearme militar. Como señalamos en la última declaración de la CRT: «solo por medio de una gran movilización independiente, que recoja la tradición antimilitarista del rechazo a la OTAN o las intervenciones imperialistas como la de Iraq de 2003, es posible pararle los pies al Gobierno español y los de la UE».