El desprecio por el otro: los nuevos fascismos

¿Qué sostiene esta actitud fascista? Un profundo desprecio por el otro -siempre tiene que haber un chivo expiatorio, un enemigo, aunque la ética formal dominante hable de “amor al prójimo”-, un visceral aborrecimiento de las nociones de igualdad, de solidaridad y camaradería…