
El abogado David Bravo responde a los lectores de «El confidencial»
Pregunta elegida por el director – por Silvia, informático, Madrid
Si no entendí mal la iniciativa de #marzonegro consiste en abstenerse en el consumo de bienes culturales durante un mes al considerarse que es éste el único lenguaje que entiende una industria que ha promovido una ley que elimina a los jueces que no les daban la razón en los juzgados. Yo desde luego que lo practicaré.
Pregunta más votada de la Comunidad – por David, informático, MasNBA
Pregunta más votada en las redes sociales – por Carlos, estudiante, Sevilla
Por Miguel Garcia, estudiante, Madrid
Por Victor, estudiante, Manchester
Por Miguel Garcia, estudiante, Madrid
Como quiera que para que exista ilícito civil, esto es, una infracción de la Ley de Propiedad Intelectual, es también requisito que se produzca ese acto de comunicación pública no autorizada, conforme a esa misma resolución habría de entenderse que no lo hay. Mi opinión es que la comisión no puede ahora contradecir esa resolución firme interpretando de forma opuesta el concepto jurídico de comunicación pública.
Por Francisco José, programador, Linares (Jaén)
Por lo tanto, esta Ley no va dirigida contra quienes dicen sus propagandistas, porque ellos no hablan de lo que dice estrictamente la Ley -que es a lo que deberían apegarse- sino que están hablando de su absoluta convicción personal en la palabra de la ex-Ministra de Cultura sobre cómo decía ella que iba a ser utilizada en la práctica esa Ley: para neutralizar únicamente a esos que se enriquecen con contenidos de terceros y no para todos los demás que, sin embargo, según el texto, también podrían verse atacados. La alarma causada y la inseguridad jurídica pese a las palabras de la industria, del PSOE y del PP, está más que justificada. En resumidas cuentas, estamos hablando de gente que considera alarmista sobresaltarse porque una persona entra con un arma en un banco, ya que, al fin y al cabo, el tipo que empuña la pistola asegura que a nosotros no nos va a disparar. ¿Por qué la gente se asusta con el mero hecho de ver un arma sobre la mesa? Porque lo que da miedo es el peligro potencial a que sea utilizada y porque asustarse cuando ya ha sido usada no sirve para nada.
Imaginemos, aunque no sea el caso, que en la Ley se expresa literalmente aquello que la anterior Ministra de Cultura nos aseguró que, en la práctica, sería su único fin: cerrar las páginas webs que hagan un negocio relevante con el contenido de terceros. Seguimos teniendo el problema de que quien decida sobre el cierre o no de la web sigue sin ser un juez pero, en cualquier caso, esa definición es ya de por sí bastante laxa. ¿Quién hace negocio con contenidos de terceros? ¿Google por ser un buscador que contiene enlaces a obras intelectuales ajenas? ¿Youtube? ¿Menéame?
Imaginemos, por último, que la Ley es ya todo lo concreta posible, que no lo es, y que esa declaración de voluntad de la ex Ministra y quien la sucede a día de hoy en el Ministerio se expresa en la Ley con total precisión, manifestándose literalmente que únicamente se podrá actuar contra las páginas de enlaces. ¿Acaso la jugada no es ya razón suficiente para alarmarse? Estamos hablando de que el Ministerio de Cultura, que apoyó las redadas contra una concreta actividad y tras comprobar que los jueces declaran que esa actividad no vulnera derechos de propiedad intelectual, reacciona proponiendo desplazar a los jueces para ahora ser ellos mismos los que decidan si existe o no tal ilicitud. ¿No es suficiente? Aunque no tengas una página de enlaces, ¿no te preocuparía la puerta que se abre con un precedente así?
Por josemari, estudiante, Madrid
Por Jordi Burguet Castell
En ese mismo sentido, la Alianza Internacional de la Propiedad Intelectual (IIPA), coalición que engloba a las multinacionales estadounidenses de la industria del copyright ha incluido tres años consecutivos a España en su informe 301 declarándolo como país donde no se respetan adecuadamente los derechos de autor. El informe cita expresamente a la resolución Sharemula a la que considera el mayor ejemplo de la frustración que siente la industria con los “procesos judiciales en España”. Tal y como ha revelado Wikileaks, la Ley Sinde es la medicina que servilmente ofrece España a la industria estadounidense como antídoto eficaz para tanta frustración con nuestros tribunales. El PSOE y el PP, han desempeñado bien su papel de guiñoles y prácticamente no se ha notado que era la industria de EEUU la que movía los labios cuando explicaban esta ley ante la opinión pública.
Por Juanjo
Por Jonay Beltrán, estudiante de Ingeniería Industrial, Tenerife
Por Marta, química, Madrid
Por Carol – Diseño gráfico y creación multimedia – Tarragona
Por Carlos Mayoral Hernándes, estudiante, Guadalajara
Por Juan, informático, Madrid
Teniendo esto en cuenta, en mi opinión puede efectivamente ejercerse una acción de enriquecimiento injusto por parte de personas jurídicas para solicitar la devolución de lo abonado indebidamente. Según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la acción de enriquecimiento injusto que, en su caso, se interpondría para exigir la devolución de las cantidades indebidamente satisfechas únicamente exige que el abono producido no responda a ninguna causa legal de justificación, siendo indiferente que el demandado haya actuado o no de forma ilícita o con mala fe.
Por Cineasta
Por Pedro
Por Migue Técnico informático Granada
Por Carlos, estudiante, Sevilla
Teniendo en cuenta que los propios demandantes aceptaron por escrito que esto se hiciera así por jubilación del anterior juez, debemos entender que aceptaban esa supuesta irregularidad procesal con la condición de que la sentencia les fuera favorable.