Echa el freno, José Mari

 

Anonadado me quedo; hay veces en que las lágrimas no son de pena, que también, sino de vergüenza. Algo me habían comentado, pero no daba crédito a lo que me decían, leo el artículo de marras, ¿Migración?, no gracias de José Mari Esparza Zabalegi, publicado en el grupo Noticias el 22 de este mes de octubre, y queda confirmado con creces lo que se me había contado.

A lo largo de la lectura y antes de ponerme al teclado, me rondan un par de frases: una de Henri Lefebvre que señalaba que la amalgama es uno se los signos clave de la modernidad, la otra de Oscar Wilde, que afirmaba que lo contrario del matiz es la barbarie; con respecto a la primera, no es que servidor quiera dárselas de moderno, post, ultra, trans… pero admito que puede ser que me deslice hacia ciertas equiparaciones, tomándolas eso sí cum grano salis, y tratando de que no desaparezca el matiz, aunque admito que no será empresa fácil.

Me gustaría comenzar recordando algunas escenas y posturas vividas en tiempos pasados: en mis años de infancia el barrio en el que vivía, se dieron ciertas construcciones, creándose barrios nuevos (Santa Bárbara, Roteta,…) que acogían, es un decir, a los obreros que venía de otras partes del Estado (en especial Andalucía y Extremadura), en busca de trabajo en las entonces florecientes fábricas de la zona: Luzuriaga, Contadores, etc. No era extraño escuchar para referirse a ellos lo de coreanos…a los que se temía, como si fuesen absolutamente distintos a los nativos del lugar; entre otra cosas vivían hacinados en pequeños pisos (es obvio que no era por gusto sino por necesidad de dar techo a los parientes que venían del pueblo). Algunos años más tarde, algunos defensores de la raza de señores, afirmaban sin sonrojo que habían traído a tales trabajadores con el fin de hacer perder la identidad vasca, en especial en lo referente al euskara. En el campo de la política, comenzaron a aparecer expresiones más matizadas que dejaban de lado el carácter etnicista, por no decir racista, que estaban presentes con fuerza. Apareció la fórmula de PTV (Pueblo Trabajador Vasco) que venía a significar que el pueblo vasco estaba compuesto por todos aquellos que vendían su fuerza de trabajo en Euskadi. Si esta primera ola de inmigrantes llegaban impulsados por buscarse la vida, evitando el hambre a que estaban condenados en sus tierras, de unos años a esta parte, el acento ha variado y los inmigrantes vienen o de Latinoamérica o de África…la llegada de estos últimos, convertida en siniestro espectáculo de pateras y otras endebles embarcaciones que tratan de cruzar el cementerio marino en que se ha convertido el Mediterráneo: estos últimos huyen del hambre y de la guerra y represión que se viven en sus países de origen. Europa, alza muros y vallas convirtiendo el Viejo Continente en inexpugnable fortaleza, al tiempo que pone en pie campos de internamiento a ambos lados del denominado Mare nostrum, que filtran a quienes tratan de llegar al paraíso europeo.

Hace algunos años no fuimos pocos quienes buscamos refugio en otros países, buscándose otros el modo de subsistir, ante el muladar peninsular del frnaquismo. No hace falta ni decir que quienes allá fuimos acogidos por diferentes asociaciones de solidaridad, mostramos nuestro más sincero agradecimiento. En la capital del Sena no era extraño escuchar entre las femmes de ménage hispanas, que desde que habían llegado las portuguesas las condiciones laborales habían empeorado de manera ostensible…aceptaban, por trabajar, cualquier contrato, o falta de tal; algo similar era moneda corriente en el campo de la construcción en la que albañiles, pintores y otras yerbas, caían ante la llegada de mano de obra portuguesa, dispuesta a trabajar a cualquier precio lo que repercutía en los asentados trabajadores hispanos. Cuando las llegadas a territorio hexagonal comenzaron a ser más frecuentes, ofreciendo mano de obras en las cadenas de montaje en las empresas automovilísticas, y la banlieue comenzó a calentarse, no se le ocurrió otra cosa que decir, a quien en su momento fuese uno de los fundadores de PSU y después ocupó cargos de responsabilidad en el PSF, el muy cristiano Michel Rocard, que ellos no iban a ser quienes solucionasen todas las miserias del mundo a la vez que Nikolas Sarkozy calificaba a los movilizados de escoria (racaille)… no sé, pero debió olvidar las tropelías y latrocinio franceses en las diferentes colonias, entre otras, y una de las más sonadas y violentas la de Argelia, lo que les exigiría al menos solucionar las provocadas por la grande France.

Relacionado con todo lo anterior y en su versión actual por acá, la panoplia de endebles argumentos van por la senda de que vienen a quitarnos el trabajo, cuando de hecho generalmente tienen trabajos que los locales no queremos (basta darse una vuelta por la costa vasca para ver el número de arrantzales que se dedican a la pesca venidos de otros horizontes, o por los campos en tiempo de vendimia o recolección de verduras y frutales; o ver a latinoamericanos, o latinoamericanas, dedicados a labores de ayuda de gente de edad) no basta con lo anterior sino que se difunden ideas de que traen consigo la delincuencia y hasta el terrorismo…y otras lindezas que son las que alimentan las ideologías postfascistas en boga de los Abascal y epígonos, de los Zemmour, los Le Pen, Meloni, Salvini, y, no me puedo resistir, a nombrar a Mikel Azurmendi quien precisamente no se cansaba de decir que él había sido quien había inventado, en sus tiempos de Saioak, la expresión PTV ; más adelante dijo basta ya, y tras lograr varios cargos institucionales en los tiempos de mando de Aznar, escribió un estudio sobre El Ejido, en el que venía a mantener que no era posible la convivencia con quienes venía del Magreb ya que sus valores eran diferentes y no respetaban el nuestro, el suyo, orden democrático. ¡Toma!

Dos falacias más se cuelan: por una parte, la invasión- los números dejan ver que no es tan grande la cantidad de inmigrantes africanos; cifras cantan- que puede hacer que los valores occidentales vayan cayendo frente a las costumbres de quienes llega, influencia aumentada por las tasas demográficas que en el caso de estos últimos es mayor, vamos que follan más y, en consecuencia tienen mayor descendencia…temor que se expresa igualmente por parte del chovinismo francés o por el estado de Israel con respecto a los árabes/ palestinos, lo que hace que el sionismo se niegue a la creación de un solo Estado.

No resulta baladí subrayar cómo la empresa colonialista hizo, y hace en su forma neo, que las tierras quedasen sin recursos, tras la labor de latrocinio de materias primas, y la puesta en marcha de gobiernos títeres dirigidos por sátrapas que velaban, y velan, por los intereses de sus bolsillos y el de sus dueños; leo en un artículo, ¿De dónde vienen los refugiados? del último libro de Byng-Chul Han, «Capitalismo y pulsión de muerte»: «tras el final de su imperio colonial los europeos y Estados Unidos apoyaron durante décadas a tiranos para imponer sus propios intereses. Y ahora es la avidez de materias primas baratas ka que provoca inestabilidad política en África, y también…los problemas étnicos son problemas secundarios es una de las causas de kas guerras. Las tierras raras, que se emplean para fabricar como smratphones, tablets o consolas de videojuegos, se extraen bajo condiciones laborales catastróficas…El bienestar de Occidente se basa en la miseria de los demás, una asimetría constitutiva del capitalismo global». Quienes escapan se hayan entre dos: entre los que les machacan en sus propio países y los que les esperan en el paraíso occidental que antes les ha machacado sin piedad, y se prepara para hacerlo de nuevo. No está de más tener en cuenta que los trabajadores del primer y segundo mundo vivimos en mejores condiciones gracias a al producto de esquilmar a los habitantes de allá…no resulta así desproporcionado que, en la medida, de lo posible, se les devuelva lo robado, la vida y los modos de existencia, a los condenados de la tierra, que decía Franz Fanon. Oigo a Pascal Bruckner u otros néoréacs , hablando de los sollozos del hombre blanco, del odio de sí y la culpabilidad con respecyo al terecr Mundo; de ahí a recurrir a versiones complotistas de guerras organizadas por el Capital para que los emigrantes tengan que huir, y que desde acá se les dé cobijo y apoyo por parte de caritativas ONGs, y otras organizaciones resulta realmente exagerado; el articulista se erige en en vigilante inspector de la izquierda y las organizaciones, no todas son iguales…y las incluye en el seno de la cobardía, de la corrección política cuando no de la complicidad caritativa y humanista…siempre haciendo amigos, es lo que tiene estar en posesión de la verdad

Las soluciones que propone son lejanas y abstractas, ad calendas graecas y de sal gruesa, propia de las grandes palabras, huecas como dientes careados, cuya aplicación en la actualidad son mero sueño y sabido es, al menos desde Goya, que los sueños de la razón…: obvio resulta que que tanto la hospitalidad como la solidaridad son valores esenciales de una izquierda que se precie.

La propuesta de unas políticas de limitación de la inmigración desde un óptica de izquierdas (oxímoron infumable), acompañada de denuncias a todo quisque, es a todas luces injusta, al tacharles de cómplices de que sigan viniendo, y los aires de familia on respecto a algunos de los siniestros personajes nombrados es asombroso; obviamente a pesar de la voluntad del editor.

Más dolor me provocan sus opiniones teniendo en cuenta de quién vienen tales ideas, y el daño que estas ideas soltadas de manera suelta, en salpicaduras poco o nada reflexionadas, supongo, que causarán en las filas en que se ubica política e ideológicamente teniendo en cuenta el papel que José Mari, y su editorial, juega en el mundo de izquierda y abertzale…hondo malestar. A José Mari no le funciona el freno solamente el acelerador, lo que le lleva a desbocar.

Me conformaré con algunas frases que entresaco…quien piense que las he sacado de contexto…que recurra al artículo original, y verá que huele a kaka zaharra; por cierto, he leído un par de respuestas al artículo que opino que apuntan con tino: una procedente de canarias (Cristian Sima Guerra) y otra de aquí mismo (Peio Aierbe).

El editor se deja llevar por las imágenes espectaculares de la tele, centradas en el deplorable escenario mediterráneo…no siendo esta toda la inmigración; generalización que también comete al convertir un caso de una trabajadora de trabajos domésticos, con todos los respeto, como significativo ejemplo que amplía a todos los trabajadores. En fin, no sigo; ahí van las frases prometidas…sin comentarios.

«[…]la migración masiva es una lacra que hipoteca a los pueblos que vacía; que lastra y desarticula a los pueblos que la reciben, sobre todo a los que, como el vasco, no tienen libertad para decidir sus políticas migratorias; que esclaviza a los parias que abandonan sus hogares; que desarma a los trabajadores locales y hace peligrar sus conquistas sociales.

» […] La solución fue sencilla: unas cuantas guerras en África y Oriente Medio para robar dos cosas a un tiempo: recursos naturales y mano de obra barata. Esclavos del siglo XXI que además vienen solos, sin necesidad de barcos negreros.

migración masiva

» […] La solución fue sencilla: unas cuantas guerras en África y Oriente Medio para robar dos cosas a un tiempo: recursos naturales y mano de obra barata. Esclavos del siglo XXI que además vienen solos, sin necesidad de barcos negreros.

»[…] migración masiva inoculado por los dueños del planeta; es calificada de “cáncer”.

»[…] la izquierda vasca, y en general toda nuestra generosa Euskal Herria, hemos puesto más atención en atender a los recién llegados y a protestar por sus vicisitudes en el cruce del Mediterráneo, que atacar al mal en su origen.

»[…] Hay muchas formas de ejercer la solidaridad que no pasan por fomentar la migración que promueven las elites.

»[…] El inmigrante, su mayor explotado, se convierte así en su mejor instrumento».

                                                       Donostia, a 28 de octubre

Por Iñaki Urdanibia para Kaosenlared

Compartir
Ir al contenido