
Durante el largo fin de semana la crisis se derrumbó sobre España
A estas alturas parece inminente –con la inminencia de los procesos sociales que no están sometidos a la “dialéctica vertiginosa” que tratan de imponer, como realidad y expectativa, los profesionales de la desinformación en Falsimedia-, el desarrollo a corto plazo de una depresión de características catastróficas.
Zapatero y Rajoy preparan, a trompicones y sin saberlo todavía, el gobierno de concentración que ha ordenado la gran oligarquía financiera y empresarial subordinada a la UE y a los EEUU.
Un repaso rápido de las decisiones económicas, políticas, estratégicas y militares que se han tomado en los últimos días, y se tomarán inmediatamente en las próximas semanas, nos dará una idea del Programa del Gobierno de Salvación ante la Crisis.
Economía, estrategia y guerra
-ocultamiento absoluto, y durante el mayor tiempo posible, de la crisis económica y social.
-Mantenimiento a ultranza del “consenso de Washington”, es decir: neoliberalismo a ultranza y control "mediático- clientelar- constitucional” del sistema político.
-Inexistencia de una política económica general. Liquidación de todos  los instrumentos fiscales, monetarios o de control financiero, del Estado. 
-Debate público circunscrito al “conservadurismo compasivo” que aplican los EEUU y todos los gobiernos europeos.
-Considerar a todos los trabajadores y trabajadoras como “trabajadores jóvenes” y programar para ellos “medidas puntuales” de “calificación profesional”, “cursillos de adaptación”, “ayudas a mujeres embarazadas”, y toda una quincallería laboral y asistencial que niega las coberturas globales y la garantía de los derechos sociales básicos: al trabajo, a la vivienda, a la unidad familiar, a la residencia no condicionada, a la alimentación y el consumo sano, a la vida digna.
-Privatización acelerada de los servicios públicos, especialmente los más rentables y los más estratégicos para una intervención económica pública: salud, educación, transporte, etc.
-Ajustar el mercado español a los intereses de las transnacionales, liquidando toda posibilidad de supervivencia económica, energética y alimentaria si se agravaba la crisis.
-Mantenimiento a ultranza del secreto sobre el pacto de los partidos de "la alternancia", dirigido a garantizar el sistema económico y político.
-Garantizar que el debate ideológico se mantenga entre el "socialismo liberal" de Zapatero y el PSOE, el "neoliberalismo democrático y populista" de Rajoy.
La hora de las definiciones: los engaños y los silencios
(Entre la jornada larga del Día del padre y en espera del día de la Madre) 
La cuestión militar o el asunto de la guerra
Estamos en las escaramuzas iniciales de lo que podría llamarse la Primera Guerra mundial contra los Pueblos.
La alineación absoluta de España y de la Unión Europea con el nuevo despliegue militar global de los EEUU –con utilización de la OTAN como instrumento político y militar privilegiado y en ocasiones enmascarado; y con la marginación total de las Naciones Unidas-; está en el fondo y en la superficie de las decisiones de este fin de semana: retirar las fuerzas de Kosovo, enviar unidades navales a las costas de Somalia (en decir, al despliegue en la zona petrolera del golfo Pérsico), y reforzar progresivamente la “presencia” (¡qué magnífico eufemismo!) en Afganistán.
Para Washington se trata de dar cobertura militar a un proyecto de dominación del mundo que implica a rasgos generales:
-Reforzamiento y asentamiento militar en el Gran Oriente Medio.
-Incremento de la guerra en Afganistán bajo la ilegal cobertura de la ONU y el real despligue de la OTAN
-Presión continua sobre el escenario geográfico de la revolución bolivariana.
El gobierno español aumenta su presencia militar en Afganistán e implica a la marina de guerra (en principio una fragata y un buque de abastecimiento logístico) en las grandes zonas mencionadas.
Además de ello, está dispuesto a reforzar el despliegue por otras vías:
-Presencia en el Cuerno de África, el Congo, etc.
-Presión política y estratégica sobre la zona bolivariana:
-venta de armas al Perú y, sobre todo, a Colombia y Chile; presencia de adiestradores policiales en la misma zona;  presión política sobre Venezuela, Bolivia, Nicaragua y, siempre, Cuba; participación en la guerra del "terrorismo mediático" y de la presión de las multinacionales españolas en la misma zona.
 
Colaboración con el Gran Hermano Armado
Las cuestiones relativas a los apoyos estratégicos y militares a los Estados Unidos de Obama, se van a definir para la Europa del "vínculo atlántico", en la Asamblea de la OTAn que va a tener lugar dentro de unos días.
Sobre la mesa están asuntos de la máxima trascendencia, es especial, el reforzamiento definitivo de la pretensión y la práctica intervencionista de Washington -utilizando el instrumento otánico o sus infinitas variantes y enmascaramientos-, sin intervención ni control de la ONU.
La "Guerra flexible" de nuestro tiempo tiene grandes posibilidades para la "intervención subordinada":
-Venta de armas como a Israel.
-Adiestramiento militar.
-Reforzamiento de los frentes con el apoyo de componentes militares o paramilitares.
-Guerra mediática.
-"Diplomacia civil" para la desestabilización.
-Golpes escalonados comenzando por el "terrorismo mediático".
El mimetismo económico
-Ante la mediada de la Reserva Federal de lanzar al mercado 1,2 billones de dólares, Zapatero entona alternativamente el "stars spangler banner", la Marsellesa y el Himno Nacional; y balbucea una retahila incomprensible sobre los paraísos fiscales en espera de que el Banco Central Europeo se decida a hacer otra emisión brutal de billetes.
Por el momento, con sonrisa Obama -algo decaída y gesticulada con despiste-; le regala 75.000 millones de euros a los bancos y  entidades financieras privadas españolas, y 30.000 millones a las transnacionales (estadounidenses, o europeas) del automóvil.
Mientras Zapatero se esfuma entre  el desconcierto, la impotencia y el pánico,  y busca desesperadamente el apoyo de Rajoy, los trabajadores y los jóvenes estudiantes y parados se van cargando de ira e inician las protestas.