Denuncian fuego «indiscriminado» turco contra refugiadas y refugiados sirios en la frontera
«Los sirios que huyen a la frontera turca en busca de seguridad y asilo están siendo obligados a regresar con balas y abusos», dijo en un comunicado Lama Fakih, directora adjunta para Oriente Medio en HRW.
La ONG ha recogido una decena de testimonios de refugiados sirios que consiguieron cruzar la frontera usando rutas de contrabando, en las que han llegado a pagar hasta 8.000 dólares por persona, y una vez pasado el «arduo viaje» relataron a HRW los supuestos abusos perpetrados por las fuerzas turcas.
La responsable aseguró que es «probable que aumente el número de sirios dispuestos a arriesgar sus vidas para llegar a Turquía» debido a los combates que se suceden en Idleb y en Afrín, esta última en alusión a la operación militar lanzada por Turquía el pasado 20 de enero para «asegurar la frontera».
Según la ONU, unos 247.000 sirios se desplazaron entre el 15 de diciembre de 2017 y el 15 de enero de 2018 a dicha zona fronteriza.
La escalada de hostilidades en Idleb y el enclave kurdo de Afrín, y la negativa de Turquía a permitir que los solicitantes de asilo sirios crucen la frontera se produce cuando algunos países, como el Líbano y Jordania, han cerrado sus fronteras a los refugiados sirios, dijo HRW.
Asimismo, recordó que Turquía alberga más de 3 millones de sirios y es el país que más que acoge a refugiados, «sin embargo la acogida generosa de Turquía de un gran número de sirios no le exime de su responsabilidad de ayudar a quienes buscan protección en sus fronteras».