Día Mundial contra la Homofobia
Cuando en la mañana del sábado 17 de mayo llegué al capitalino “Pabellón Cuba”, sede de la actividad central por el “Día Mundial contra la Homofobia”, fui testigo de una escena poco frecuente en las calles de la carpenteriana Ciudad de las Columnas: jóvenes (y no tan jóvenes) que besaban -como manifestación de afecto- a personas de su mismo sexo. No sé por qué curiosa asociación de ideas, mi memoria evocó una frase lapidaria de uno de los personajes principales de la obra Contradanza, del dramaturgo hispano Francisco de Ors, llevada a las tablas cubanas por el director teatral Tony Díaz: “[…] es mejor que los hombres se besen y no que se maten […]”, como ha venido aconteciendo desde los albores de la sociedad humana.//
El programa de dicha actividad, a la que asistieron el doctor Ricardo Alarcón de Quesada, presidente del parlamento cubano, y la M.Sc. Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), entre otras destacadas personalidades, incluyó dos paneles y la presentación del libro La Transexualidad en Cuba, de un colectivo de autores, compilado por la psicóloga y sexóloga Mariela Castro Espín, y publicado por la Editorial CENESEX (La Habana, 2008), así como del primer número de las revistas Mujeres y Muchachas, correspondiente al año en curso.//
En el panel “Identidad gay y transgénero”, moderado por el doctor Alberto Roque, colaborador del CENESEX, e integrado por especialistas de esa institución, así como por travestis de los dos sexos y promotores de salud entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), se desarrollaron los siguientes temas: el arraigo de las ideas machistas y patriarcales en el diseño de la programación socio-cultural, cuyo objetivo priorizado es formar a los varones como “machos” y a las mujeres como “hembras”… como requisito indispensable para su plena aceptación desde todo punto de vista, mientras que toda persona con un comportamiento sexual “diferente” es juzgada social y moralmente como “anormal”, “viciosa”, u otros epítetos que atentan contra la inviolable dignidad humana del homo sapiens; el replanteo urgente de los códigos y principios obsoletos en que se estructura dicha programación socio-cultural, que anatematiza a los gay, lesbianas, bisexuales, travestis y transexuales; el derecho humano al matrimonio entre parejas del mismo sexo; el tratamiento ético y respetuoso por parte de toda la sociedad, incluidas las autoridades militares (en ese necesario cambio de actitud hacia el otro con orientación sexual diferente, los medios masivos de comunicación desempeñan una función “clave”); y por último, las experiencias y vivencias personales relatadas por un travesti, un transgénero y dos promotores de salud entre HSH, así como los aportes profesionales del web máster que atiende el portal del CENESEX y tiene la responsabilidad de ubicar en las secciones fijas que configuran esa página digital la información relacionada con la diversidad sexual, para que los cibernautas cubanos y extranjeros puedan acceder a ella y conocer qué ocurre en la ínsula caribeña en ese complejo campo del comportamiento sexual humano.//
En el panel “Amor entre mujeres”, moderado por la M.Sc. Isabel Moya Ricardo, directora de la revista Mujeres y de la Editorial de la Mujer, e integrado por la psicóloga Norma Guillard y una estudiante de Sociología de la Universidad de La Habana, se reflexionó acerca de los antecedentes históricos de la lesbofobia en la mayor de las Antillas desde la perspectiva de la sexualidad y del estudio de géneros; el silencio casi sepulcral que se cierne sobre ese polémico tema, tanto en las publicaciones periódicas cubanas como en la literatura caribeña de todas las épocas y de todos los tiempos; el establecimiento de puentes, no de barreras, para acercar a los seres humanos, independientemente de su orientación sexual; los conflictos emocionales que presentan las mujeres homosexuales …, no por su condición de lesbianas, sino por el rechazo socio-familiar de que son objeto. Finalmente, las participantes exhortaron a la población cubana a luchar contra la discriminación y los prejuicios hacia las mujeres que aman a otras mujeres, y por extensión, contra la homofobia en cualesquiera de sus manifestaciones.//
No albergo la más mínima duda de que el lema que presidió la celebración del acto central por el “Día Mundial contra la Homofobia” no fue otro que el principio ético-humanista: “SÍ a la diversidad [que enriquece], NO a la exclusión [que margina]”.
•Jesús es Crítico y periodista
•Fotos Pedro Luis García