cuba, torre K-23

Cuba en Facebook: la torre K-23, la honradez y la decencia

La Habana, 24/01/13.- Puede ser que Universo García Lorenzo encarne a la honradez y a la decencia, mientras Cuba y La Habana están semisumergidas en la basura, y se escuchan gimoteos sobre la real o supuesta falta de recursos para mantener la higiene urbana.

García Lorenzo parece una suerte de Don Quijote capitalino; alza su voz en Facebook, casi en solitario, para denunciar lo que pudiera calificarse de crimen de lesa arquitectura y urbanismo: la torre K-23, también llamada López-Callejas (epd) por ciertos medios de prensa, en recordación del otrora jefe del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA).

cuba, torre K-23
Hotel Torre K

 

GAESA es la entidad económica de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR) e inversionista de la obra mediante su Inmobiliaria Almest.

Según BBC, tiene «ramificaciones que van desde el sector hotelero hasta las tiendas minoristas de ventas de productos en divisas, pasando por las aduanas y los puertos, entre muchos otros. Hay quien lo compara con una matrioska, la típica muñeca rusa cuyo interior pocos conocen a fondo».

K-23, se dice, costaría unos 50 millones de dólares, se rumora que en exclusiva de dineros públicos criollos, una información al parecer no al alcance de Liborio, el elector, por muy «soberano» de Cuba que sea o se crea.

Curioso: no habría dinero para invertir en recoger basura y sí para construir hoteles cuya tasa de ocupación lineal es la más baja – bajísima – del Caribe; o sea, que «están vacíos»…y las ratas de fiesta.

Mientras, la desinversión en higiene iría de la mano con una similar en agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, en tanto la llamada canasta básica a precios subsidiados no resiste el más somero análisis y los salarios y pensiones reales parecen un insulto.

«Si la conciencia moral de las masas se rebela contra un determinado hecho económico, éso quiere decir que ese hecho es injusto o que han aparecido otros hechos económicos que lo hacen injusto o imposible de sostener», apuntó Federico Engels en su Antidüring.

 

 

García Lorenzo, renombrado arquitecto y profesor universitario, no descansa en sus denuncias del colosal error de arquitectura y urbanismo que opina es – y no sin autoridad – el proyecto y construcción del hotel K-23 en la populosa zona habanera de La Rampa, frente a la famosa pero venida a menos heladería Coppelia y al costado del paradigmático hotel Habana Libre, que en su fachada exhibe un mural de la gran pintora y ceramista cubana Amelia Peláez.

cuba, hotel Habana Libre
Hotel Habana Libre

No obstante, García Lorenzo ganó hace poco un sorpresivo aliado: Ignacio Ramonet (1), director de Le Monde Diplomatique y autor del libro Cien horas con Fidel, quien no pudo contenerse y exclamó en Facebook: «Arquitectura horribilis! Horror urbano!«

La torre K-23 será un hotel de aproximadamente 154 metros sobre el nivel del mar, con 42 pisos a partir del nivel de la calle y dos sótanos, para así erigirse como la edificación más alta de Cuba y superar por unos metros al monumento a José Martí, en la Plaza de la Revolución.

K-23 es de hormigón armado, algo más de 500 habitaciones y desde su concepción formal… «hace un poco de referencia a la arquitectura contemporánea y a la arquitectura cubana más valorada internacionalmente, como el edificio Focsa y el Hotel Tryp Habana Libre”, expresó el arquitecto Osviel Carrillo, de la Empresa de Proyectos de La Habana, aunque no puede considerarse a esa valoración como unánime.

Según diversas fuentes su proyección y construcción se atiene a las más recias normas constructivas y de seguridad en el giro – como que «nada se deja en el tintero» -, y poco aporta extenderse sobre el particular, excepto que el arquitecto Rafael Muñoz «puso la mala», se dice en Cuba.

«Analicemos la superficie del hormigón recién vertido. Veamos ese gran parche sobre la viga en el tercer nivel. Contemplemos después la sucesión de puntos oscuros que contrastan sobre el hormigón más claro en la pared más cercana en la foto. No éso no es una obra de arte sino ‘cucarachas’, lugares a los que por falta de vibración la masa de hormigón no llegó y quedaron oquedades en su superficie. La reparación es costosa y requiere de materiales y resinas especiales si se hace bien. Lo malo de las ‘cucarachas es que sólo puedes tapar los huecos que quedaron a la vista sobre la superficie. Pero ¿Y los que no se ven? ¿Las que quedaron en medio del hormigón?»

Las observaciones de Muñoz fueron respondidas por el Ing. Alejandro Manuel Silva González, aunque éste no mencionó al arquitecto; Silva es miembro del grupo de estructuras del proyecto y tanto éste como Muñoz hacen gala de profesionalismo, a entender de García Lorenzo.

Desde ya, hay quejas en la calle por las obstrucciones en las vistas habaneras y los reflejos invasivos de la luz del sol -y éso que aún una inmensa cristalería «no hace de las suyas».

Vaya así una observación del Héroe de la República de Cuba Renè González Sehwerert, quien preguntó en Facebook: «¿Dónde queda esa hermosa vista del Habana Libre, primer cuartel general del Comandante en Jefe luego de la victoria, que ahora será invisible para buena parte de la ciudad?»

 

 

¿Universo a la batalla?

Controversia ingenieril aparte, los comentarios en Facebook giran alrededor de la agresión a la estética de una zona de paradigmas nacionales y habaneros, por cuanto «la mole» parece clavada, cual puñal de «aldeano vanidoso», en el corazón del imaginario criollo.

Pero hasta ahí, cuestión de gustos y pareceres: García Lorenzo y otros arquitectos verían lo que este periodista formula en interrogantes porque, parece, ¡a proteger fuentes!

¿No es El Vedado una Zona de Protección Patrimonial al poseer zonas de alto valor histórico y cultural?

¿No cuenta con estudios específicos que se compilan en sus Regulaciones Urbanas, documento rector en el que se detallan las parcelas para desarrollar nuevos edificios altos y las funciones que deberían acoger?

¿No es éste un documento con una visión urbano arquitectónica muy avanzada, fruto de la contribución de los mejores especialistas?

No se trata de no construir nuevos edificios altos; se trata de construir nuevos edificios altos que respeten las regulaciones urbanas de El Vedado, y cuya arquitectura sea exponente del mejor legado de nuestro tiempo, de los mejores arquitectos.

¿Algo de lo anterior se cumple en el nuevo hotel que avanza en 23 y K?

Si Cuba es un Estado socialista de Derecho, tal cual expresa su Constitución, las respuestas a las anteriores preguntas son claves; tanto como más que inquieta una presunta falta de transparencia en la proyección y ejecución del K-23, como porque el proyecto no se habría sometido a concurso – práctica internacional – ni se le habría dado participación a arquitectos cubanos en el diseño.

¡Alto! ¿Serían esos marginados víctimas de un delito de discriminación por origen nacional?

¿Se entiende que tras esa presunta falta de transparencia y tantas interrogantes puede haber una montaña de corrupción?

¿Ha tomado nota la prensa cubana de cuanto se debate en Facebook y emprendido una investigación, habida cuenta de «alguna curiosidad» sobre dineros públicos?

¿Dónde están la honradez y la decencia de las que Universo García Lorenzo sí está haciendo gala, aunque esté errado de punta a cabo, lo cual parece un absurdo?

Honradez, decencia, honradez, decencia…

 

Notas y enlaces:
1.- Ignacio Ramonet. Perfil de Facebook

 

Por Manuel David Orrio del Rosario

 

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