El Frente de Mujeres del Kurdistán del Sur y la Asociación de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR) expresaron su solidaridad hacia Warisha Moradi, miembro de la Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR), que fue condenada a muerte en Irán.
El Frente de Mujeres del Kurdistán del Sur emitió una declaración en la que pide que se tomen medidas urgentes en favor de Warisha Moradi, miembro de la Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR).
El comunicado hace referencia a las protestas que tuvieron lugar en Irán y el Kurdistán Oriental hace dos años con el lema ‘Jin Jiyan Azadî’ (Mujer, Vida, Libertad) y señala que el espíritu de resistencia y lucha de las mujeres dio fuerza a las mujeres de todo el mundo. El comunicado destaca que Warisha Moradi dedicó su vida a la libertad de las mujeres y fue arrestada por las fuerzas del régimen de ocupación iraní el 31 de julio de 2023 debido a las esperanzas que había tenido en su vida dedicada a la libertad de las mujeres. “Sin embargo, las esperanzas y los objetivos de Warisha Moradi en cuanto a la libertad de las mujeres crecieron aún más en prisión, donde no abandonó la lucha”, añade.
La declaración destacó concluyó señalando que “Como mujeres del Kurdistán del Sur, hacemos un llamamiento a todas las mujeres del mundo: como Warisha Moradi se convirtió en la voz de todas las mujeres en prisión, alcemos nuestras voces contra la pena de muerte. Cuanto más alcemos nuestras voces contra la política de ejecuciones, podremos detenerlas. Juntos debemos oponernos a la sentencia de muerte dictada contra Warisha Moradi”.
“La solidaridad humana debería recordarnos la importancia de actuar juntas”
La Asociación de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR) publicó un comunicado en el que pide solidaridad con su activista Warisha Moradi, condenada a muerte en Irán. “La determinación y la solidaridad en la lucha contra el régimen pueden detener la máquina de ejecuciones”, subrayó la organización que agrupa al movimiento de mujeres kurdas, y señaló positivamente los esfuerzos de personas de todo el mundo que alzan la voz en favor de Moradi.
“Cada acción en favor de nuestra amiga es digna de ser apreciada, porque la solidaridad humana debería recordarnos la importancia de actuar juntos cuando nos enfrentamos a los problemas. La lucha contra la pena de muerte en Irán y en otros lugares del mundo, es una lucha común. Por ello, hacemos un llamamiento a los activistas y a las mujeres que luchan en todo el mundo para que apoyen a Warisha y su resistencia por la liberación de las mujeres y para impedir que el régimen consiga sus objetivos”, afirmó la KJAR.
El domingo se anunció que un tribunal revolucionario de Teherán había condenado a muerte a Warisha Moradi por “rebelión armada contra el Estado”. La sentencia está relacionada con la defensa que Moradi hace de las cuestiones políticas y feministas de las mujeres como parte de su pertenencia a la KJAR, que está perseguida por el poder judicial del régimen iraní como “organización terrorista separatista”.
Moradi, que actualmente se encuentra detenida en el pabellón de mujeres de la terrible prisión de Evin, en Teherán, fue secuestrada por el servicio de inteligencia iraní cerca de Sine (Sanandaj), su ciudad natal en el Kurdistán oriental, y estuvo retenida durante semanas en un “centro de detención” local. Según organizaciones de derechos humanos, el Ministerio de Inteligencia la torturó severamente tanto física como psicológicamente en Sine y en la prisión de Evin, para obligarla a hacer una confesión ante las cámaras. La mayor parte del tiempo se le niega el acceso a un abogado, así como el contacto con sus familiares.
La KJAR considera que la sentencia de muerte es un acto de venganza del régimen contra la revolución “Jin Jiyan Azadî”, de la que Moradi es considerada pionera. El levantamiento que estalló en septiembre de 2022, tras el asesinato de la joven kurda Jina Mahsa Amini por parte de las fuerzas iraníes, ha dado lugar a un movimiento de liberación y ha desencadenado la mayor crisis de legitimidad que ha vivido el régimen en sus 45 años de historia.
“La sentencia de muerte contra Warisha Moradi, con la que el régimen ha puesto otro clavo en el ataúd de su propio sistema, es una clara indicación de que Teherán se mantendrá en su rumbo inhumano y misógino. Habrá resistencia contra esto. Condenamos enérgicamente esta decisión. Warisha Moradi y también Pakhshan Azizi, así como todas las demás mujeres combatientes, son antorchas de libertad para los pueblos de Irán. Son símbolos de la lucha por “Jin Jiyan Azadî” (Mujer, Vida, Libertad), hacia quienes debe dirigirse la sensibilidad y la solidaridad de todos los pueblos, y especialmente de las mujeres, que anhelan la libertad”, afirmó KJAR.