Contra el viento de la desolación
Hombres y mujeres dispuestos a todo bajo gaviotas negras y azules, siniestras como los asesinos franquistas que torturaron y desaparecieron a cientos de miles de demócratas en 40 años de dictadura. Ahora estos mismos con sus pelos enlacados, sus peinados de pijos retrógrados, trajes caros, sonrisas cínicas y un nivel de vida vergonzoso en tiempos de miserias, se cargan de un plumazo derechos históricos, atentando contra la dignidad de millones de personas, condenando a la indigencia a infinidad de familias sin ningún tipo de ingresos, desahuciando de sus viviendas a gente honrada estafada por la delincuencia financiera.
Esta banda de los trajes caros, los yates de lujo y los facciosos rescates bancarios, está permitiendo gracias a sus recortes la muerte de enfermos en hospitales por falta de asistencia sanitaria, condenan al dependiente a no recibir ningún tipo de ayudas, entonan a voz en cuello el odioso ¡Que se jodan! mientras suprimen las ayudas al desempleo y tienen previsto despedir en 2013 a 125.000 empleados públicos, pagándoles una mierda de indemnización y otras tropelías antiobreras. No se cortan estos personajillos de misa y comunión dominical, para llenarse la boca hablando de su “gente de bien” de “los decentes señorones y curatos” que les dan el voto para expoliar a la clase trabajadora, para condenarnos a los 9 suicidios diarios solo en el estado español, a la tristeza, a la desesperanza, al miedo y la represión policial.