Consuelo de la filosofía
No sé si Anicio Torcuato Severino Boecio ( 480-524) fue el primero que dedicó las horas carcelarias a la escritura , mas sí que le emularon en tal actividad , salvando las debidas distancias, unos cuantos como Marco Polo que citó a un compañero de encierro sus viajes maravillosos, el marqués de Sade, Antonio Gramsci, Antonio Negri, Hoh Chih Min..o el más cercano Javier Sánchez Erausquin. Estaba Boecio en prisión a la espera del cumplimiento de la condena de muerte ( que finalmente se llevó a cabo en Pavía) acusado de magia y de conspiración, cuando con el fin de paliar su adversidad escribió una obra medieval fundamental : De Consolatione Philosophiae.
No cabe duda de que su obra tuvo una gran presencia e influencia tanto en la Edad Media como en el Renacimiento, al convertirse en transmisor de la filosofía antigua al Occidente medieval y a la modernidad; ciertamente era un gran conocedor de las obras de Platón y Aristóteles de quien había traducido al latín sus obras esenciales. La obra nombrada forma parte de los tesoros de la literatura universal, convirtiéndose en una obra muy leída, muy citada y traducida a numerosas lenguas, haciendo de nexo de unión entre la sabiduría antigua y el mundo latino, al que facilitó el léxico apropiado para el quehacer filosófico.
Ahora en un cuidada traducción de Eduardo Gil Bera, Acantilado ( 1920) presenta su « Consuelo de la filosofía ». Desde el inicio vemos la tristeza que embarga al pensador, llevándole a enronar unas tristes cadencias. Estas avanzan plasmadas en una prosa que no se ¡priva de lirismo , inspirándose en la sabiduría antigua, estoica y platónica ( su postura neoplatónica era clara) con el propósito de alcanzar la paz del alma en medio de la desgracia que le atenazaba en la prisión. Cinco libros componen la travesía boeciana: en el primero, se le aparece la Filosofía que constata la desgracia en la que se halla hundido el prisionero, la visitante le explica al atormentado Boecio que el secreto de sus males residen en el desconocimiento que tiene acerca de la naturaleza y el fin de los hombres. En el segundo, la Filosofía muestra a Boecio la inconsistencia de los asuntos humanos y de las cuestiones relacionadas con la Fortuna , potencia ciega de doble rostro ( por asociación, resuenan, tanto en este libro como en el siguiente, algunas afirmaciones vertidas por san Agustín en su De vita beata); en el tercero, define la aparecida la verdadera naturaleza de la felicidad, rechazando que ésta resida en la riqueza, en el poder y en la voluptuosidad, ya que la felicidad , como bien permanente , solamente existe en Dios. En el cuarto libro, Boecio plantea la objeción que supone la existencia del mal en el mundo, la respuesta de la Filosofía es tajante ya que según explica que más allá de las apariencias se observa el orden del mundo , orden subordinado al Destino y a la Providencia, que no es otra cosa que la Razón divina, que ordena la totalidad de lo existente , mientras que el Destino es el orden mismo. Por último, en el libro quinto, da cabida a la contradicción que parece darse entre la Providencia y la libertad de los humanos, oposición que es rechazada ya que según se asevera la potencia divina no anula el libre arbitrio propio de los humanos; exposición que se completa entre los diferentes modos de conocimiento: el divino no ve las cosas del mismo modo que lo hacen los seres temporales ya que posee una visión en la que coinciden la eternidad y la infinitud que le son propias, haciendo que conozca tantolo que va a suceder necesariamente como lo que va a ocurrir libremente.
Se ha de señalar que a lo largo de los diferentes pasos dados no hay lugar para una profesión de fe cristiana, sino que la pretensión exhibida es la de usar el método racional propio de la actividad filosófica ( con el recurso a los filósofos ya nombrados y también a otros escritores y pensadores como Séneca, Virgilio, Horacio, Cicerón, Ovidio, Plutarco y Juvenal) y, en ese orden de cosas, es el uso riguroso de la razón lo que dota a Boecio de su significación histórica en el seno de la historia de la filosofía y la influencia que tuvo sobre grandes literatos de la posteridad como Chaucer, Boccaccio o Dante.
Si aclarar qué es la filosofía parece ser el objeto de la propia filosofía, de ella se suelen dar un par de definiciones: una, etimológica : amor a la sabiduría ( filo sofía) la otra, en especial a partir de las escuelas del helenismo, suele poner el acento, en la búsqueda de la felicidad…en el caso que nos ocupa , la pretensión de Boecio para coincidir con la segunda acepción, si bien en la situación que se encontraba más parece casar, si en cuenta se tienen sus circunstancias de escritura, con la máxima de Montaigne de que la tarea de la filosofía es aprender a morir ( frente a la postura de Spinoza que la definía como aprender a vivir).