
Condenados al dialogo
Condenados al dialogo
Condenados,
están condenados a dialogar,
a dialogar y entenderse,
a entenderse y negociar,
a negociar y declarar
la Paz.
Están condenados
a dejar las armas,
a mirarse a los ojos,
a hablar y entenderse.
El largo camino
entre el dialogo y la Paz
no puede, no debe,
suavizarse con las lágrimas de nadie,
no debe, no puede,
compactarse con el odio de nadie,
ni debe ni puede
ser,
nunca jamás,
ese camino de ida a ninguna parte.
El largo camino
de esa Paz anhelante
ha de ser,
desde el dialogo,
el final de tantas noches
de insomnios
y odios.
Están condenados.
Yo los exhorto desde mi palabra
¿Y tú…?
Intxaurrondo, 2005.mayo.05