Chile. La pesadilla del capitán de Ejército que decidió denunciar la corrupción en su institución
La ascendente carrera militar de Rafael Harvey chocó contra una muralla levantada al interior de la rama de las Fuerzas Armadas y la propia Contraloría, luego de que acusara formalmente reprochables conductas de oficiales del Ejército.
“Mi desempeño funcionario fue intachable y mi carrera militar ejemplar hasta que, tras tomar conocimiento de hechos constitutivos de corrupción, los denuncié a las instancias institucionales correspondientes del Estado“. La frase resume el giro en su vida profesional que ha debido enfrentar el capitán del Ejército de Chile y abogado Rafael Harvey Valdés (38), quien esta semana ha hecho noticia luego de que la Corte de Apelaciones de San Miguel declarara admisible un recurso de protección que interpuso contra la Contraloría General de la República. ¿La razón?: “No proteger” a quienes -como él- denuncien hechos de corrupción al interior de las Fuerzas Armadas y de Orden. Esta es su historia.
Rafael Harvey ingresó al Ejército en 1997. Progresivamente, fue formándose y ascendiendo en el escalafón castrense, hasta llegar el año 2009 a asumir el grado de capitán, el que detenta hasta hoy. “Siempre estuve calificado en Lista 1 ‘Muy buena’ y en cada grado que detenté recibí múltiples felicitaciones por mi desempeño, muchas de ellas de orden Internacional, según consta en mi hoja de vida militar”, se lee en la acción legal presentada en contra de Contraloría.
Su currículum es tan extenso y variado que decidió resumirlo en un cuadro en el que aprovechó de agregar lo que ocurrió “después” de su denuncia por corrupción al interior de la institución castrense.
Las denuncias
En 2015 Harvey oficializó una denuncia en contra del coronel Marcelo Masalleras Viola, comandante del Regimiento de Artillería Nº 1 “Tacna”; del segundo comandante Héctor Lara Ibañez y de su superior directo, el comandante del Grupo de Artillería, mayor Rodrigo Manríquez Lerou. El motivo fueron hechos de corrupción y otras conductas desplegadas al interior del regimiento al cual se encontraba destinado, cometidas en perjuicio de inferiores.
El 1 de junio de 2015 se instruyó una investigación en donde destaca una acusación contra el mencionado teniente coronel Héctor Lara. “En una celebración llevada a cabo en el Regimiento de Artillería Nº 1 ‘Tacna’ se emborrachó y relevó de sus funciones al cabo encargado de la conducción de la ambulancia del referido regimiento, obligándolo a conducir el vehículo particular del señalado oficial para su traslado, dejando sin provisión de ambulancia al personal de la Unidad ante alguna emergencia”, detalló Harvey. Además de ello, denunció “malos tratos al personal menos antiguo, mal uso de material de guerra e incumplimiento de deberes militares”. Tras una investigación de tres años, se determinó una sanción menor para el comandante, la que luego de una apelación quedó sin efecto.
El capitán decidió llevar lo que consideró una “irregularidad” en el desarrollo de la investigación y “la impunidad con la que finalizó” a Contraloría, instancia que -según expone Harvey- actuó “minimizando lo denunciado y avalando este tipo de faltas a la probidad de altos mandos institucionales”, estableciendo “una simple ‘recomendación’ al fiscal administrativo de que el tiempo máximo de la investigación debió ser de 06 (seis) meses, lo cual no tuvo ningún efecto, por cierto”.
Luego, el 10 de julio de 2015 se instruyó una segunda investigación, esta vez por “malversación de fondos y estafa que afectó a los soldados conscriptos de escasos recursos”, derivada de la denuncia que el oficial Harvey efectuó en contra del coronel Marcelo Masalleras en calidad de autor, y del coronel Héctor Lara y el teniente coronel Manríquez Lerou en calidad de cómplices. Esto, por “haber ordenado y autorizado el cobro de elementos de abrigo a jóvenes soldados que cumplían con su servicio militar obligatorio (…) que debió entregar la Institución y bajo ninguna circunstancia ser cobrado a soldados de escasos recursos y familias vulnerables”, como detalla en su escrito ante la Corte de Apelaciones de San Miguel.
El capitán señala que en este caso la Contraloría (CGR) desarrolló una investigación especial en el Regimiento de Artillería Nº 1 “Tacna”, tras la cual se informó de la existencia de determinadas irregularidades ocurridas al interior de ese recinto. Se estableció entonces la malversación de parte del coronel Masalleras de más de $38.000.000, lo que -apunta Harvey- “no tuvo consecuencia alguna para dicho Coronel dado que la CGR deja a libre albedrío la acción disciplinaria a la Institución frente a tan graves fraudes”.
“Una interpretación simplista y arbitraria” del Contralor Bermúdez
Es entonces a raíz de estas resoluciones tomadas por Contraloría que el capitán de Ejército y abogado Rafael Harvey presenta un recurso en contra de la institución fiscalizadora, argumentando que esta “ha ejecutado una acción arbitraria e ilegal que ha privado, perturbado y amenazado las garantías fundamentales del suscrito y, en consecuencia, a todo el personal honesto de las Fuerzas Armadas y de Orden de la República de Chile”.
Junto con ello, el oficial apunta al propio contralor Jorge Bermúdez Soto como responsable de que se les haya privado “de la protección que les otorgan la Convención Interamericana contra la corrupción y la Convención de las Naciones Unidas anticorrupción (…), excluyendo el Contralor bajo una interpretación simplista y arbitraria a los ya referidos funcionarios que tienen el deber legal de denunciar los hechos de corrupción de los que tengan conocimiento en el ejercicio de sus funciones”.