Chile. Capitalismo, Corrupción, Violencia y Lucha de Clases
De todas formas, detengámonos en esto, en el curso de la lucha de clases, y particularmente en este periodo histórico, la profundización de la represión y en su expresión más general, del Estado de Contrainsurgencia11, es una condición sin equa non12 para el desenvolvimiento feliz de la economía Capitalista. Las condiciones de globalidad que ha alcanzado la dominación, y la inexistencia de un bloque socialista internacional, como el comandado por la URSS, han hecho posible el avance sin contrapeso del Capitalismo a nivel mundial, reduciendo a añicos los beneficios sociales en todos los rincones del mundo. En Chile sabemos muy bien de este proceso, somos pioneros como en ninguna otra cosa. Este es el país más neoliberal del mundo. Es en lo único en que somos los más brillantes. Nosotros, como sociedad, ya hicimos ese camino a partir del 11 de Septiembre de 1973. La hegemonía absoluta del Capital sobre el Trabajo en Chile, no permiten visualizar que podamos arrancar sin grandes sacrificios, lo que nos corresponde como productores de la riqueza de este país. Por lo tanto, las leyes de control de identidad, anticapuchas, anti organización política, anti sindical van a suceder, van a instalarse inevitablemente más tarde o más temprano, como efecto del proceso de lucha de clases y de la propia maduración de la resistencia de los que luchan por el Socialismo y de quienes luchan por defender, sus de por sí precarias, condiciones de vida actuales. Mientras más profunda y extensa sea nuestra lucha, más profunda y violenta se volverá la contrainsurgencia, expresada en todos los planos jurídicos, políticos y militares. A no engañarse con las concepciones pequeñoburguesas de quienes buscan culpables, y apuntan con el dedo, sencillamente para que la mano represiva de la burguesía no les caiga encima, acusando “a quienes resulten responsables” de la profundización de la represión del Estado.
Trabajadores al Poder