Carta «101»
(A Francisco Madariaga Quintela, Argentina: ¡Recuperado!)
Nire aitaren etxea                      Harmak kenduko dizkidate,
defendituko dut.                            Eta eskuarekin defendituko dut
Otsoen kontra,                                nire aitaren etxea;
sikatearen kontra,                        eskuak ebadiko dizkidate,
lukurreriaren kontra,                  eta besoarekin defendituko dut
justiziaren kontra,                        nire aitaren etxea;
defenditu                                              besorik gabe,
eginen dut                                            bularrik gabe
nire aitaren etxea.                      Utziko naute,
Galduko ditut                                    eta arimarekin defendituko dut
Aziendak,                                            nire aitaren etxea.
soloak,                                                  Ni hilen naiz
pinudiak;                                              nire arima galduko da,
galduko ditut                                    nire askazia galduko da,
korrituak,                                          baina nire aitaren etxeak
errentak,                                          iraunen du
interesak,                                          zutik.
baina nire etxea defendituko dut.
Defenderé/ la casa de mi padre./ Contra los lobos, / contra la sequía, / contra la usura, / contra la injusticia, / defenderé/ la casa / de mi padre. / Perderé / los ganados, / los huertos / los pinares; / perderé / los intereses, / las rentas, / los dividendos, / pero defenderé la casa de mi padre. / Me quitarán las armas / y con las manos defenderé / la casa de mi padre; / me cortarán las manos / y con los brazos defenderé / la casa de mi padre; / me dejarán / sin brazos, / sin hombros / y sin pechos, / y con el alma defenderé / la casa de mi padre. / Me moriré, / se perderá mi alma, / se perderá mi prole, / pero la casa de mi padre / seguirá / en pie.
( memoria, hambre y fatiga)
1976-1983
Abel Madariaga, prometió lo que Gabriel Aresti en “Harri eta Herri”, pero
-¿qué representa la casa de tu padre ante la desaparición-represiva de un hijo?, no le dieron opción, tuvo que definir en su lucha, lo que más quería porque:
“Tener un hijo desaparecido es como tener un agujero en el alma. Hoy el alma está totalmente curada y revienta de alegría”. ¡Ahora sí pueden ambos defender “la casa del padre” y de la madre desaparecida-asesinada por la dictadura militar de Videla, que hizo “desaparecer de facto” unas 30.000 víctimas. Aún quedan unos 400 nietos por recuperar de las casas de los verdugos.
Francisco intuyó, por ese olfato que da el amor, el que no pertenece a ellos; que algo no funcionaba en el rompecabezas gigante que tuvo que recomponer de los treinta y dos años secuestrado -¿Por qué consolar al verdugo? Y un día de Febrero del 2010, reaccionó. Reaccionó por dignidad humana y para la rehabilitación de los crímenes de la dictadura: muchos asesinos y violadores andan sueltos por calles, plazas. Todavía Las Abuelas de Plaza de Mayo siguen sin recuperar la mayor parte de sus nietos, todavía. Todavía Vidal, coordinador de las Madres del Dolor desde el 1998, sigue protestando contra los crímenes impunes haciendo tradicional la marcha de los viernes por las calles de Santiago del Estero. Donde dos años antes del golpe militar de 1976, los santiagueros, ya vivían bajo un régimen dictatorial. Los allanamientos, en santiago fueron bien comunes, rompiendo a culatazos las puertas de viviendas; represión que se expandió por toda Argentina.
Esta carta quiere trasmitir palabras de amor a los que nunca dejaron, desde alguna parte, educar, alentar a los hijos sobre pilar tan básico como el respirar otros aires que los de los poderes corruptos. La memoria es como el hambre, si no llegás a un acuerdo con ella, te da fatiga… el 3 de febrero, día de gloria, Francisco Madariaga Quintela, decidió resolver su lucha interna, sabía que alguien en alguna parte le esperaba, para quererle.
¿Qué tal compañero, cómo andás?
Les vi tan lindos a los dos en la foto que soñé con vos, fue poco antes de acostarme, no tenía ni un cachito de sueño. Y, qué gracioso, lo que es la vida… cómo el corazón te une y lleva cerca en el pensamiento, como si uno se conociera de siempre, ¡es mágica esa adrenalina! ¡Hablé por teléfono y todo, sí, es gracioso!, la imagen de vos clavadita, acompañando bellos sueños y pesadillas. Y, ahí no más oí tu voz, como si recién estuvieras acá, de este otro lado tan similar en muchas de las historias.
Dentro del país donde me encuentro, que ya deja mucho que desear como propio; aunque tuvo su tiempito, y pudo presumir de riqueza cultural y de campos preñados de colores (hoy de ladrillo y cemento) con grandes escritores de todo género empeñados en la ciencia de sacar la historia de las cenizas de la mezquindad que se encaprichaba en disfrazarse de humana.
Es este donde me encuentro, un lugar como tantos, cercado por la noche del engaño de leyes y trampas; lugar que fue idílico por algunos de sus paisajes y rebeliones gloriosas. Hoy, con la democracia de paz a lo EEUU, sigue cercado por el lodo del fascismo euro-norteamericano.
Está ubicado dentro de una península llamada Ibérica (agarrada del asa, como la mismísima Cádiz “Tacita de Plata,” para mejor frustrar la idea de Isla. Pero el conjunto de la geografía, no se agarra del asa, es un puntapié- soldado ahí, por los Pirineos. Desde esa altura, por el norte peninsular del mapa, apenitas, ni llegan a doscientos los kilómetros de su frontera, embetunadas sus botas de entregas a presidio y campos de concentración para el guerrillero ibérico, maqui, brigadista… ahí, se encuentra Gernika: ciudad que fue sitiada por las bombas de la legión nazi, llamada Cóndor; hubo miles de muertos, de esto seguro papi se acuerda -¡quién se olvida!
Me hago cargo, Francisco, de lo que pueden suponer 32 años oscuros y feos porque “no nada más lindo que tener identidad”…“olvidate de ellos” tu vida empieza ahorita -¡Naciste de nuevo pibe, sos platudo en ello, sos un fenómeno, ni habría plata suficiente en la banca mundial para pagar este renacimiento; que no te roben ni un día más de tu vida!
Francisco, llegaste con el amor encantado, encontrado: vos, sos el misterio de los sencillos, de ojos inquietos y cuerpo altivo, sonrisa franca, tímida; llagaste con la vida cargada, de tu papá y de toda tu familia, recuperando el rostro de tu hermosa mamá, ¡Silvia!
Los recuperaste, por esa generosa sensibilidad que desbordas, ternura y por supuesto fuerza “es un tigre como su mamá” -¡que bueno francisco, que hermoso y qué lección que hayas fortalecido tus heredados genes, el amor de ellos, tu personalidad recobrando una parte principal de su existencia, y empezar a vivir feliz, con amor, con orgullo!
No es necesario recordar aquí, cuantos escenarios han vivido: vos, tu papá, la familia de mami…ni cuanta angustia por el hoy, que están celebrando fruto de esa empeñada lucha de resistencia y dignidad por la reaparición de todos los desaparecidos y asesinados, como parte de esa alegría por el mañana, por el hoy mismo, con esa mirada más allá del momento.
Entre tantos compañeros, tu empeño, la lucha sin desmayo del viejo, la lucha de los dos, en la de todos. Sólo así lograrán vencer nuestras vidas, sólo así podrá construirse los cimientos de una civilización, sólo así podremos apelar con derecho a sentirnos y llamarnos gente, aunque por ello se nos acuse de terroristas es decir: sospechosos de sentir y amar.
Y hoy que puedo, y quiero sentir tu alegría como mía, se me antoja recordar cuando apareciste: tac, tac, llamaste, llegaste y quedaste. Llegaste con el pensamiento roto, como si el universo entero cambiara de ruta y no encontraras una esfera segura… y caminabas solo y sentías estorbo a tu alrededor, pero intuyendo a la vez, que existías; convencido de formar parte del otro lado de la vida.
Empezaste a sentir ese alguien cada vez más cerca de vos, haciendo imposibles para conseguir un presente, una realidad que suavizara lo áspero de la vida -¡no temas nunca!, no hay en el planeta puñal mas fino que el de la memoria, que el del empeño a enfrentarse a la cruda realidad para tomar pié, base, conciencia, para ser parte de su cuerpo, de su existencia.
Vivir sabiendo que en verdad uno existe… que es parte de, para seguir engendrando en tu camino y con las plantas desnudas orgullecerte, aceptarte, quererte. La memoria, refugio de la vida y la historia, la memoria contra el genocida. La memoria: como canta Heredia “arma de la historia”.
Entraste, Francisco, al campo germinado de compañeros que te tomará entre sus brazos de por vida, será tu mirada más alta, tu cuerpo más fértil y el rojo en cada pecho, dos ascuas; con la punta del labio del corazón leerás a tu papá las cartas que nunca le llegaron, entonces será, para los dos, una forma de haber estado siempre juntos.
Sentirá el fresco aroma de ellas bajo la almohada al acostarse en el mullido césped, abrazado al regazo de la tibia tierra de los recuerdos que le han ayudado a resistir. Reposando, gracias al logro de haber acercado tu mirada a los desvanecidos sueños que esperaban tu llegada durante casi treinta años.
“Es muy parecido a su mamá, aunque el pobrecito tiene algunos rasgos míos”
Qué hermosas palabras dijo Abel; huellas de identidad por las que merece la pena caminar con certeza y seguridad con la mirada al frente regulando el paso.
Una mamá generosa en la lucha, como Silvia: de paso adelante cuando hubo que guardar los ojos y la sombra de la espalda… sobre las verdes campas a orillas del mar, esparcidas las gotas fulgentes del rocío de sus ojos al parirte aún, a sabiendas, que os separarían (a esa altura de los acontecimientos, ya empezaba a oler la corrupción bien descompuesta, cada día más y más los “desaparecidos”) -¡Una corona de flores silvestre la acompañó el tiempo del parto. Tus nueve meses de viaje en su fértil vientre de amor y sementera entre caricias, cantos, palabras, auroras para ti!, aunque a escondiditas de ti, cantara para ella como consuelo, nanas de cebolla y escarcha en lágrimas, pero siempre de esperanza para ti, de amor para ti. Esa fue ella, las mujeres como ella -ejemplo, base de la que hoy, indudablemente, será tu concepto libre en el amar la vida y su historia.
Después de unas décadas “desaparecida” hoy como ayer, Silvia, mamá, sigue siendo energía positiva al lado de ustedes, de toda la familia; pétalo, flor, ramo de rosas que sigue naufragando por alta mar, en ocasiones estuvo a la deriva, pero ahí está, siempre está, como las abuelas de Plaza de Mayo.
Silvia Mónica Quintela, espejo de referencia, cristal transparente mecida por aguas marinas, ensalzada por caracolas.
Silvia, reposa al verles a los dos felices, pese a la nostalgia de tus brazos.
En la humedad fértil de un fondo de arena sobre el que posan los más diversos protagonistas de la historia Argentina. Retozando feliz en el estreno de sus besos y abrazos como hijo y padre, como lucero en la noche que se une con todos los animales y astros humanos del mágico planeta. Debutando junto a tu papá y la familia de mami, en cada una de las escenas históricas de la vida contemporánea desde el camino que ella nunca dejó de caminar, y que se empieza a laurear con el siglo de las nuevas luces en nuestra presencia en la tierra como gente.
¡Cuanta hipocresía cabalga compadrito Francisco , cuánto fariseo sin y con sotana, pantalón de pana, gaucho o de traje blanco!; rodean nuestra vida gentes desalmadas bravuconas sin pudor del crimen comulgando en las iglesias; elevando al delincuente y mercenario a la categoría de servidores de la patria concebidos para matar. Tu sabes bien, aunque hayas estado un tiempo en el infierno, quién es el amo de todo, de todos, del reino. Bendecidos por Roma y su paloma de la paz, blanca, y todas las santas tropas que configuran la OTAN. Muralla siniestra, gatillo de holocausto humano.
Mirá como andamos Francisco, no más tienes que darte cuenta de “una cosa bien simple”: Dónde va el agua argentina ¿quién controla los manantiales de agua y petróleo? ¿Porqué será que la iglesia “tan moralista” nunca a roto relaciones con estos y otros genocidas?
Disculpa Francisco, ¡a esta altura y no haber ofrecido un matecito! permíteme compañero, antes de sentarme a observar el cielo y descifrar el camino de tu estela. Estoy pronta, aterrizada…
Fue un alegrón, un gustazo verte caminando entre sueños de victorias famélicas.
Saltabas, cantabas, aleteas como pajarito con tu voz sensible y profunda.
¿La utopía?, yo la vi en vos, la vi, la sentí dentro de ti, como brincaba, contagiaba al mismo tiempo en los cauces de los manantiales; bañándote en sudor humano y latir de corazones, de trinos y albas, nadando entre ecos de caracolas y silencios de rojas auras.
¡Saliste improvisando una milonga! que se imponía sobre cerrojos de barrotes mordaces, desempolvando huellas, abriendo tumbas como remolino embrujado por los cantos de Gardel, las tarimas desgastadas de Caminito, como proclamas, banderas de patria o muerte, pero siempre como tango callejero, laurel de victoria.
Desafiaste, en tu danza, a los vientos huracanados y las lluvias torrenciales.
La hoguera bendecida por el hacha criminal arden como alfalfa seca.
Una danza, descorchando el salto a la vida que te convirtió en bandera de causas perdidas, de alas con pétalos de olor inconfundible, viento puro que desborda el abismo, y las manos no te caben en la tierra ¡Tu voz ahorita llega!, tu canto llega, tu vida está fundida empujando en la historia el misterio de los sencillos, no es fácil descifrar, por eso te ocultaron,¡tienen miedo! pero haremos lo imposible para que como tu, otr@s más, salgan a los escenarios de la vida, de su historia.
A solas, en esta pequeña pieza de la casa llena de recuerdos, brindando por vos, por todos los que se empeñan.
Maité Campillo (actriz)