¡ BOSCO, el PAYASO !
¡Bosco, el Payaso!
–Eric Jackson, The Panama News –
 
(Traducción de Julio Yao)
¿Por qué rayos alguien renunciaría a su ciudadanía panameña, dejaría huellas de papel para probarlo, y correría para alcalde de la ciudad capital de Panamá?
¿Será que carece de educación? Hablando en términos relativos, ese adjetivo se aplica a Bosco Vallarino, quien es el único candidato a alcalde sin educación universitaria.Pero hay una vasta gama de gente, desde Abraham Lincoln hasta Michael Moore, que han sido muy exitosos sin contar con grados universitarios.
¿Será que él creció en un medio social que considera que nunca hay consecuencias por las cosas que se hacen?
¿Será porque, como ha sido obvio durante la campaña, Bosco es un tipo que jamás hace su tarea y encima supone que la otra gente tampoco?
Pero no juguemos al médico que no ha examinado al paciente.Dejemos que Bosco Vallarino se explique a sí mismo.
Pero el sub-total es que para llegar a ser un ciudadano de Estados Unidos naturalizado, tal como Bosco Vallarino admite que lo es, él hace un juramento de lealtad a Estados Unidos, y parte de ese juramento fue una renuncia a su ciudadanía panameña.La línea al final es que, bajo las reglas establecidas por el Tribunal Electoral, habiendo adquirido una segunda ciudadanía, Bosco Vallarino es inelegible para votar o correr a cargo público en Panamá.
(Soy doble ciudadanopor las circunstancias de mi nacimiento en Panamá de padres estadounidenses.El Artículo 13 de la Constitución panameña estipula que “la ciudadanía panameña por orígenes o nacimiento no se pierde, pero la renuncia tácita o expresa a la misma suspenderá la ciudadanía”.Cuando el Tribunal Electoral declaró el año pasado que interpretaba esto para aclarar que a los panameños que habían adquirido otras ciudadanías pero están viviendo aquí como panameños no se les permitiría votar, The Panama News se opuso a esta medida.Pero allí está).
Así que ahora el candidato a alcalde de Cambio Democrático, Panameñista y MOLIRENA tiene algunos grandes problemas. También los partidos.De igual manera, los postulados a la vicepresidencia, Juan Carlos Varela, quien elevó a Valllarino para ser su escogido para la alcaldía, y el hombre en la cima de la boleta que lidera, Ricardo Martinelli. Si estos tipos son incapaces de someter a investigación a su candidato a alcalde por una cosa tan simple como su ciudadanía, ¿qué otra tontería podríamos de esperar de ellos una vez en el poder?
¡Dejen que empiece el espectáculo de los fuegos artificiales, legales y políticos!
*     *     *
Existen otras cuestiones interesantes en torno a las circunstancias de la ciudadanía estadounidense de Vallarino que afectan directamente su historial en la comunidad y son susceptibles de muy diferentes interpretaciones.
Si ustedes miran el resumen publicado por Vallarino, podrán encontrar algunas afirmaciones y confesiones.En 1986, dice que estaba en Panamá trabajando para la red de Telemetro TV. En esa época, también estaba laborando para la Voz de las Américas, para quienes empezó a trabajar en 1985.Entonces, Vallarino dice que estaba de 1987 a 1989 en el consejo editorial de una revista clandestina llamada Resistencia Civil, y en 1988 y 1989 era el director de la radioemisora clandestina La Voz de la Libertad. Entre 1987 y 1989, dice Vallarino, él trabajo con la embajada panameña en Washington(recuerden, esto fue después que Noriega sacara a Eric Arturo Del Valle como presidente, pero el gobierno de Estados Unidos reconoció a De Valle como presidente y la embajada permaneció en las manos de gente alineada con el presidente reconocido por Estados Unidos y no con el de Noriega).
En algún momento a fines de la década de 1980s, no antes de 1986, Vallarino fue al exilio en Estados Unidos.Estuvo de vuelta en Panamá con las fuerzas invasoras de Estados Unidos en diciembre de 1989, viajando en la capital en uniforme militar y usando un altoparlante para urgirle a la gente a que apoyaran a los estadounidenses.Posteriormente consiguió un trabajo con la administración Endara.
Así que Vallarino fue un residente de Estados Unidos por cinco años, para convertirse en un ciudadano naturalizado por la vía normal.
Ah, pero hay otra manera, y Seis Minutos hacia la Libertad, el reputado libro de Kurt Muse, a quien los muchachos de Noriega arrestaron en relación con las transmisiones de la clandestina La Voz de la Libertad, lo sugiere:
El dinero y el equipo que Kurt recibió del Tío Sam no estaban en los libros, y ellos lograron con eso como aficionados más de lo que nadie esperaría.El Tío estaba complacido…
“Tío,” tal como en la Agencia Central de Inteligencia (CIA).En algunos momentos de la historia, la CIA ha sido generosa en entregarle la ciudadanía estadounidense a extranjeros que han sido activos de inteligencia para, o colaboradores en, las operaciones encubiertas apoyadas por la agencia.
Así que surge una pregunta.¿Obtuvo Bosco Vallarino la ciudadanía vía la ruta normal por naturalización luego de cinco años de residencia, o fue ésta una recompensa por sus servicios antes y durante la invasión de Estados Unidos?
Pongámoslo de otra forma.¿Fue Bosco Vallarino uno de vuestros pobres, vuestras cansadas, vuestras masas apiñadas, anhelando respirar en libertad – o fue él el hombre del Tío?
Y esto también hace surgir la pregunta sobre el trabajo de Vallarino para la Voz de las Américas. ¿Fue un “activo” de la CIA mientras trabajaba como reportero?
Esto pareciera de poca importancia para mucha gente, pero créanme, como un periodista que, sobre la base de mi acento gringo, ha sido ocasionalmente acusado por radicales tontos del campus de estar con la CIA, este asunto me concierne.No se espera que los servicios de inteligencia de Estados Unidos utilicen el periodismo como máscara, pero a veces notoriamente sí lo hacen, y eso coloca a los verdaderos reporteros en peligro de ser apaleados en el campus o algo peor.
No tengo las respuestas a estas preguntas, pero las verdades de estos asuntos son importantes para al menos un votante de la ciudad de Panamá.
*     *     *
Un punto final sobre el asunto de la ciudadanía de Bosco Vallarino, que va a crecer en los días venideros. La campaña de Vallarino no respondió a mis preguntas sobre la ciudadanía de Bosco (tampoco la embajada americana, en récord o antes de que yo hubiese ya confirmado los hechos), pero alerté a otras organizaciones noticiosas, incluyendo a una para la cual escribo una columna semanal.
Uno de los diarios en ese conglomerado, el tabloide El Siglo, sí logró que Bosco Vallarino admitiera que era un americano naturalizado. Pero específicamente le negó a El Siglo que votara en las elecciones de Estados Unidos de 1996.
¿Nuevamente una persona que nunca hace sus tareas y cree que nadie más lo hace tampoco? Los registrosdisponibles de votaciones como récords públicos en Miami y Tallahassee dicen que Vallarino sí votó en las elecciones de Estados Unidos en 1996.
Así que ahora ya no se trata de un asunto de los tecnicismos de las leyes sobre ciudadanía,lo que el hombre hizo durante un período polémico de la historia panameña, los méritos o deméritos de sus ideas y asociaciones, o la calidad de las propuestas que trae a la carrera por la alcaldía.Lo que ahora está en juego es si los votantes pueden creer cualquier cosa que diga Bosco Vallarino.
*     *     *
Está por verse si las revelaciones acerca de la ciudadanía de Bosco Vallarino insuflará nueva vida a la campaña moribunda del PRD por la alcaldía de Bobby Velásquez.Bobby, Martín y el PRD en general han sido sorprendidos mintiendoacerca del escándalo de David Murcia, principalmente Bobby.Yo esperaría que el candidato independiente Miguel Antonio Bernal sea el gran ganador de los problemas de Vallarino.
El gran perdedor es el actual sistema político de Panamá, que ha institucionalizado la corrupción que ha permitido y reforzado las leyes secretas sobre contribuciones para las campañas, demasiado poder para jefes de partido y autoridades electorales con una pronunciada inclinación partidaria.
Dejen que Bosco el Payaso y Bobby Velásquez aparezcan como Pruebas A y B de por qué Panamá necesita una nueva constitución.
*     *     *
 
The Panama News, Tomo 15, Número 6.Abril 2 de 2009.