Bolivia. Camacho insiste con sus delirios golpistas bajo la pupila atenta del pueblo

Bruto: “debe considerársele como al huevo de la serpiente, que, incubado, llegará a ser dañino como todos los de su clase, por lo que hay que matarlo en el cascarón”.

Del drama Julio César de Shakespeare

Al igual que el análisis y las conclusiones preliminares debatidas en el programa En La Pirqa del sábado 30 de julio, el vicepresidente de la agrupación de municipalidades del departamento de Santa Cruz, Pedro Dorado, declaró el domingo 31 de julio que el cuestionado gobernador de la región, el separatista y representante de los intereses de una de las fracciones oligárquicas más autoritarias y conservadoras del país, Luis Fernando Camacho, está instrumentalizando el Censo nacional de población y vivienda como una forma de intentar crear las condiciones para inestabilizar al Gobierno central con propósitos golpistas.

Este sábado, Camacho convocó a las fuerzas que adhieren al gobernador de extrema derecha a una cita que acordó aventurar otro paro departamental el 8 y 9 de agosto, si es que el Gobierno nacional no determina adelantar el Censo para el 2023, toda vez que el Comité Autonómico, que suma a los gobernadores de todo el país, menos de Santa Cruz que se restó, el 12 de julio resolvió reprogramar el Censo para el 2024 debido a consideraciones técnicas.

Camacho, por similares razones, ya realizó un fallido paro el pasado 25 de julio. Entre esa acción fracasada rotundamente y la llamada para el 8 y 9 de agosto, el gobernador fascista no ha sumado fuerzas, sino que, por el contrario, cada vez se queda más solo en sus iniciativas antipopulares. De hecho, ni siquiera el municipio de Santa Cruz, el más grande e importante del departamento, lo apoya. Menos los transportistas ni los trabajadores en general.

De todos modos, y según se planteó en el programa En La Pirqa, aunque en estos momentos se observe a una extrema derecha resumida en la malograda figura de Luis Fernando Camacho, muy debilitada y sin política, las fuerzas populares y los movimientos consecuentemente comprometidos con la transformación y la justicia social no pueden dejar de mantener su pupila insomne, su tensión atenta frente a cualquier indicador proveniente de los intereses de elite dictatorial santacruceña. Al respecto, el arte de la política también es prevenir que los enemigos de la humanidad, por inofensivos que parezcan, puedan conspirar a discreción contra los intereses de las grandes mayorías sociales y las clases trabajadoras y populares.

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