Begoña y Leonor, dos líos con un peligroso parecido

 

A Begoña, la esposa del presidente, el juez la ha llamado a declarar rompiendo la norma no escrita de paralizar, durante las campañas electorales, los trámites que afecten a las candidaturas para evitar el riesgo de que las urnas les castiguen de manera injusta e irreparable en caso de que al final no haya delito, lo que podría ocurrir en este caso.

Leonor es la princesa y en su caso han sido el PP y Vox, y no un juez, los que han roto la norma no escrita que, con el fin de que nadie se apunte un mérito que no sea solo suyo, compromete a los partidos institucionales a no divulgar a los medios de comunicación las concesiones de títulos hasta que así se pacte por los parlamentarios cuyos votos sean necesarios. La respuesta del PSOE de Mallorca, lógica y natural, ha sido anunciar que no votará a favor y, por tanto, Leonor se quedará sin el título de “hija adoptiva” de Mallorca.

Aunque en ambos casos los incumplimientos de las normas no escritas buscan dañar al PSOE, mientras Begoña es una persona vulnerable y su marido y presidente hace malabares para defenderse, Leonor es hija de alguien a quien los jueces no pueden tocarle un pelo aunque cometa delitos (art. 56 de la Constitución) y, además, es el MASUFA (art. 62.h) por lo que, si se enfada porque piensa que a su hija no la tratan como el cree que se merece, podría decirle al JEMAD y a otros militares de su confianza que está muy enfadado con algunos políticos. Traduzca usted lo que ha leído.

Según veo las cosas, o en España prevalece la democracia de los elegidos en las urnas tomando decisiones legales, aunque no gusten, o prevalecerá un rey amenazante a merced de unas derechas más o menos ultras.

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