Ayer se celebró el día de este derecho decretado por la Unesco
El Día Mundial de la Libertad de Prensa arriba hoy a sus 18 años de constituido, luego de que la Unesco lo decretara en 1991. En Venezuela, este derecho, consagrado en la Constitución Nacional, vive su mejor momento.
Como muestra de ello, se democratizó el espectro radioeléctrico con la incorporación de los medios comunitarios. Televisoras y emisoras radiales nacieron en las localidades para llevarle a la población la información que necesita.
Así lo reconoce el diputado a la Asamblea Nacional y catedrático de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, Earle Herrera, quien opina que el país hoy goza de libertad de prensa como en ningún otro momento de su historia. “Los medios pueden expresar lo que quieran, he incluso han llegado al libertinaje, pueden decir lo que quieran y el Gobierno no hace nada. No hay periodistas que estén sufriendo cárcel, como sí ocurría en el pasado. En el ejercicio del periodismo existe plena libertad”.
Resaltó que factores de oposición, desde 1998, han dicho que no hay libertad de prensa, sin embargo, “no ha habido ni una información que haya sido censurada”.
Según un informe de la Federación de Periodistas de América Latina y del Caribe (Fepalc) “la libertad de información, la independencia editorial y los gobiernos abiertos a todas las opiniones, constituyen la base para construir un orden mundial basado en los principios de democracia, equidad y justicia”.
El periodista Eleazar Díaz Rangel, sostiene que “pese a todas las presiones denunciadas, a las agresiones físicas y de palabra que han sufrido muchos periodistas de uno y otro lado, nadie ha podido mostrarle al país ni presentar en el exterior una sola noticia que no haya sido difundida alegando opresiones de la acción gubernamental nacional. No ha sido posible que alguien encuentre esa noticia censurada o esa opinión no divulgada”.
Díaz Rangel agregó: “Seguramente en la mayoría de los medios privados se podrán encontrar artículos en los que dirán que la libertad de prensa está amenazada o secuestrada, pero en ninguna de esas opiniones se mostrará un sólo ejemplo de una información censurada por el Gobierno nacional”.
El mensaje de la ONU y la Unesco, promulgado el 3 de mayo de 1991, insta a los periodistas del mundo a apegarse a las normas de la profesión, “se nieguen a sembrar el odio y defiendan siempre el principio de la imparcialidad”.