«Ganarás el pan con el sudor de tu frente»
El hombre bíblico vivía en una condición idílica y su castigo por transgredir la norma fue tener que trabajar para ganarse el pan. El trabajo es una condena. De ello se deriva una creencia básica de nuestro paradigma que es que estamos obligados a trabajar.
El peso de más de 2000 años de pensamiento judeo-cristiano en la cultura occidental no es…
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