Queremos un CONVENIO DIGNO, no limosnas o pan para hoy y hambre para mañana. En MERCADONA seguimos teniendo más hambre de dignidad que de pan.
En Galiza no vamos a permitir que nos lleven de nuevo a los tiempos oscuros de antes de que entrase la CIG, porque los veteranos, los que llevamos tiempo en la empresa, sabemos lo mal que lo pasamos, y esta nueva vuelta de tuerca no la vamos a consentir, por lo menos no sin luchar.
En caso de que Mercadona decida seguir adelante con la política anti derechos de los trabajadores, comenzaremos una movilización continuada, de largo recorrido, en toda la Provincia de A Coruña, que si es necesario se expandirá a toda Galiza.
Los sindicatos son organizaciones de trabajadores, que lo dejen de ser es también parte de culpa de los trabajadores, de los que participan y de los que no, por acción o por omisión.
Un sindicato no debe ser un ente abstracto, ni una asesoría, ni algo a lo que te afilias, pagas y te olvidas hasta que tengas un problema.
La nueva izquierda es la herramienta ideal de los oligarcas para evitar que existan verdaderas organizaciones de clase y para mantener a la clase trabajadora confundida y sin conciencia en momentos de crisis sistemica donde podrían revelarse contra el abuso.
A esta amenaza ya visible debemos hacer reaccionar, porque van en serio, nuestras vidas, el rural galego, la vecinanza y el futuro de Galiza, a esta gente les importa un carajo.
Las empresas se lanzan como buitres a por las ayudas y no se piensa en las vidas de los vecinos, que en muchos casos son de edad avanzada, y pocos, y no pueden defenderse.
A esta amenaza ya visible debemos hacer reaccionar, porque van en serio, nuestras vidas, el rural galego, la vecinanza y el futuro de Galiza, a esta gente les importa un carajo.
Yolanda es la liquidadora de lo que pudiera quedar de izquierda organizada en el Estado español, es la encargada de construir otro nuevo espacio que acabe de diluir a la izquierda en la nada de la inconsistencia.
Es frustrante e indignante escuachar a Borrell diciendo que vivimos demasiado bien y debemos estar dispuestos a entregar nuestro bienestar para pagar la factura de la guerra en Ucrania. Hipócrita cara dura, lo dice sin conocer la realidad, desde sus privilegios y con el escudo de su desmesurado sueldo.
Desde que se supo lo del procesamiento de Xesús Anxo López Pintos, exsindicalista de la CIG, de la que llego a ser su Secretario Comarcal,
