Aquellos días de Marzo

 

Cuatro atentados simultáneos causan una matanza en trenes de Madrid. Así titulaba El País en su edición del día 12 de aquellos días de Marzo. Al menos 193 muertos y más de 1.400 heridos en el peor ataque terrorista sufrido en España. El ministerio de Interior atribuyó a ETA la masacre aunque después no descartó que pudiera ser Al Qaeda.

Los atentados del 11 de marzo de 2004, fueron una serie de ataques terroristas en cuatro trenes de la red de Cercanías de Madrid, llevados a cabo por una célula terrorista de tipo, tal como reveló la posterior investigación policial, sentenció la Audiencia Nacional y reiteró el Tribunal Supremo. Fue el segundo mayor atentado cometido en Europa por detrás del atentado de Lockerbie de 1988, pero no fue el primer atentado de corte yihadista perpetrado en España. En 1985 se produjo el atentado del restaurante El Descanso, que causó 18 muertes.

Contra todo pronóstico, José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones generales el 14 de Marzo de 2004, tres días después de los atentados de Madrid, en medio de una conmoción política y social. La interrogante surgió muy pronto. ¿Sería ETA, como decía el Gobierno, o los fundamentalistas islámicos, como parecía ser, quienes estaban detrás de la salvajada? La llamada teoría de la conspiración se puesto en marcha.

En plena campaña electoral, los partidos políticos suspendieron sus actos electorales, bajo la sombra de los atentados. La noche previa a la apertura de los colegios electores, se manifestaron frente a sedes del PP, ciudadanos insatisfechos con la política informativa del Ministerio del Interior sobre la autoría de los atentados. Mientras se producían las concentraciones, el Ministro informó de la detención de tres marroquíes y dos indios en relación con los atentados.

Las elecciones generales de 2004 serán recordadas por tres razones: la inesperada victoria del PSOE en la oposición, pese a que todos los sondeos habían pronosticado una victoria, aunque estrecha, del Partido Popular; los atentados terroristas de mayor envergadura jamás cometido en España perpetrado tres días antes de la celebración de los comicios; y la controvertida actuación del Gobierno de José María Aznar, en las horas posteriores a los ataques, acusando a ETA de la autoría.

Tanto la investigación policial, como la instrucción del sumario, estuvieron sometidas a una presión constante. El sumario constaba de 245.000 folios, riguroso con el más mínimo detalle, respaldado por siete informes. Según los hechos probados de la sentencia del sumario 20/2004 y la sentencia del Tribunal Supremo 503/2008, hace pensar que el detonante final de los atentados, fue la participación de España en la guerra de Irak, un argumento constante para los actos de estos grupos terroristas: En New York, el 11S hubo cuatro aviones y en Madrid cuatro trenes. En New York fue un día 11, como en Madrid, y el presidente Aznar y su política, tenían puesto el foco en ETA. No protegió a la ciudadanía, contra el terrorismo islamista y no prestó atención a las consecuencias de la participación de España en la guerra de Irak.

Aquel día “Todo se truncó brutalmente. Escuchaba la Cadena Ser e Iñaki Gabilondo informaba sobre el atentado y desde entonces todo ha sido un sin vivir“, me contaba en 2014 Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo y madre de Daniel, que perdió la vida en los terribles atentados terroristas. Años de dolor y falta de entendimiento. Pilar recuerda las palabras de Álvarez Cascos: “cambiamos de gobierno por esta puta y cuatro mierdas más”. O cuando Esperanza Aguirre, al entregarle una subvención para la Asociación le dijo: “esto es mejor que un premio de lotería, porque no paga a Hacienda”. También Manuel Cobo, entonces vicealcalde de Madrid, en la inauguración del monumento a las Victimas del 11M: “Ahora vendrán las putas de la Montera a pedir otro monumentito”. Desprecio, amenazas e insultos por parte de muchos, contra las víctimas.

El proceso forense de reconocimiento fue penoso por su lentitud. No se querían cometer los mismos errores que se habían producido, un año antes, con los 62 cuerpos de los militares fallecidos en el accidente del Yak-42, cuando 30 de los militares españoles muertos, fueron enterrados o incinerados, sin que se hubiese acreditado su identidad, según informaba El País el 2 de marzo de 2004.

El gobierno de España no tuvo en cuenta toda la información que iba saliendo referente a los grupos yihadista. Todo parece que los atentados del 11M fueron ideados en 2001, un año antes de la invasión de Irak, como venganza por el desmantelamiento de la célula de Al Qaeda. Esta célula se había establecido siete años antes en España, acusando a ciudadanos y gobernantes de ocupar el territorio islámico de Al Andalus.

El día 11 de marzo, se cumplen diez y nueve años de los atentados de Madrid. En este tiempo ha habido una polémica entorno a quien estaba detrás de los autores; qué pretendían, si la investigación policial e instrucción judicial fueron rigurosas; si la sentencia llegó al final de los hechos, o si la teoría de la conspiración era cierta.

Las tesis de la conspiración forman parte del folclore contemporáneo, pero no son ni banales ni inocuas. Se caracterizan por atribuir a una conspiración de agentes poderosos la ocultación de una verdad relevante y a veces logran gran aceptación. El impacto emotivo que tienen los grandes atentados, como los del 11S y el 11M, favorece la aparición de tales teorías, que tienden a mermar la confianza pública en las instituciones. En ambos casos, las teorías que tratan de desmentir el resultado de la investigación oficial carecen de pruebas. (Juan Avilés Farré, Catedrático de Historia Contemporánea en la UNED).

Las teorías de la conspiración del 11M es un término empleado, para aglutinar las hipótesis que formularon determinados periodistas como Casimiro García-Abadillo, Pedro J. Ramírez, o Federico Jiménez Losantos fueron publicadas en diversos medios de prensa, radio y televisión, como el diario El Mundo, Libertad Digital y esRadio, COPE, o Intereconomía Televisión.

La polémica sobre los atentados del 11M, introdujo por primera vez en el debate público el concepto de teoría de la conspiración, hasta el punto de que quienes habían opinado sobre el tema se vieron clasificados como oficialistas o conspiracionistas. Estos últimos llegaron a convencer durante un tiempo a un sector numeroso, aunque minoritario de la población, lo que demuestra la importancia que pueden llegar a adquirir las teorías de la conspiración, que induce a tomárselas en serio. Sin embargo, la comunidad académica internacional no ha solido hacerlo. Estas teorías son consideradas como elementos intrascendentes de la cultura popular, que permiten ganar dinero y satisfacer ansias de protagonismo a los desaprensivos que las propagan.

El día 12 de marzo, once millones de personas tomamos las calles al grito de ¿Quién ha sido, quién ha sido? Había muchas dudas sobre que ETA hubiera sido el brazo armado del los atentados, como el Gobierno adelantó. La emocionada muchedumbre se dirigía desde la Plaza de Castilla en el norte, o desde la Estación de Atocha en el sur, hasta la Plaza de Colón, mostrando su condena a los atentados y la solidaridad con las víctimas. Según el Delegado del Gobierno, 2.300.000 madrileños nos manifestamos en Madrid.

El domingo 14 de marzo de 2004, los españoles habíamos sido llamados a las urnas por novena vez desde la Transición para renovar las Cortes Generales. La participación representó el 75,66% de los españoles censados. El PSOE liderado por Rodríguez Zapatero ganó con una ventaja de 4,9% sobre el PP. El PSOE superó los 11 millones de votos (42,59%), con 164 escaños, el mayor respaldo popular obtenido nunca en España. El PP, liderado por Mariano Rajoy, recibió 9.760.000 votos (37,71%), consiguiendo 146 diputados. Las elecciones se habían celebraron bajo el shock de los atentados.

Un estudio ha demostrado científicamente, que la información de los medios, los SMS y el boca a boca de los votantes tras el atentado del 11M influyeron en el resultado de las elecciones. El estudio, que han desarrollado investigadores de la Escuela de Informática y la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada, en colaboración con la Universidad de Newcastle de Australia, ha utilizado modelos de simulación social para comprobar matemáticamente que el tratamiento informativo del atentado influyó en el resultado electoral del 14 de Marzo.

La teoría de la conspiración defiende que en el peor atentado de nuestra historia han estado implicados miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad que durante décadas lucharon contra ETA. Una suposición que carece por completo de base, como quedó demostrado en el juicio contra los terroristas en la Audiencia Nacional primero y en la sentencia del Supremo después. Los terroristas yihadista fueron los únicos responsables del 11M. En memoria de las víctimas.

Víctor Arrogante

En Twitter @caval100

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