Apuntes contraculturales para jóvenes inconformistas
Asistimos desde principios de siglo a una escalada de poder del mundo rico, formado por la gran banca y las grandes Corporaciones con sus respectivos tentáculos y servidores. Esta escalada de poder tiene varios rostros:
1- En lo económico por tener menos interés por invertir en las industrias que crean riqueza que por el juego de las finanzas, porque este rentabiliza a corto plazo las inversiones de capital. Y paralelamente se lleva a cabo en los países pobres, pero ricos en recursos, un neocolonialismo explotador sin límite.
2- En lo social, por su absoluta indiferencia hacia los resultados de sus negocios, aunque tales negocios tengan consecuencias dramáticas para millones de personas.
3- En lo político, se dice partidario de la democracia, que utilizan como tapadera legal para controlar a cada Gobierno por medios diferentes (ayuda militar, financiera, etc) a fin de que secunde sus acciones que tienen que ver más con una ideología totalitaria (casos de EEUU, China, Rusia, España, por ejemplo), que con una idea de democracia real, de la que el neoliberalismo abomina porque puede ser cuestionado por el pueblo. Prefiere que este elija a sus “hombres de paja”, sus marionetas políticas parlamentarias, a las que nunca les faltará ayuda financiera para triunfar en las urnas. El sueño dorado del neoliberalismo en realidad es una dictadura mundial.
4- En lo moral, se caracteriza por su amoralidad y su inmoralidad, pero bajo un barniz hipócrita aparentemente moral, legal o incluso religioso, porque quieren aparecer ante la opinión pública como ultra defensores –incluso violentos- de la moral, los derechos humanos, o la religión. Les amparan para tales fines el Derecho y la Iglesia, cada uno de ellos lejos respectivamente de la justicia o de los valores espirituales o morales.
5- En lo militar, contemplamos una política exterior agresiva tendente a controlar recursos energéticos, como el petróleo, minerales, como coltán, diamantes, oro, etc., o el agua, fuentes todas ellas cada vez más escasas. Pensemos en Irak, Afganistán, Libia, Siria, y los que interese controlar por sus recursos en cada momento. Injerencias en los asuntos internos de los países ricos en fuentes de energía y minerales conducen a guerras civiles “teledirigidas” que aseguran un vencedor controlado por los Gobiernos extranjeros que organizaron la guerra, entre los que destaca por encima de todos el Gobierno de turno norteamericano. Fiel al principio de la doble moral que caracteriza a todo Gobierno neoliberal, cada conflicto bélico cuenta con el respaldo de la ONU, pero cuando no cuenta, da lo mismo: siempre habrá alguna excusa que parezca convincente para invadir un país. Una muy usual es calificar a su gobierno de terrorista o dictatorial, erigiéndose así los EEUU como una especie de gran Sheriff global al que hay que rendir cuentas de los actos de cada Estado.
6- En lo cultural, se promociona especialmente el campo audiovisual, con un inacabable número de películas, composiciones musicales, videos y medios de información cuyo objetivo final es la hipnosis social, con la promoción de la violencia, la magnificación del sexo como las más deseable fuente de felicidad, la exaltación de la policía y el ejército, el despertar la admiración por ricos y poderosos, y una carencia fundamental de ideas o idealización de situaciones de la vida cotidiana cuyos efectos no hayan sido calculados previamente. Por el contrario, un lento, pero progresivo “apagón” de autores incómodos que en el pasado o incluso en el presente pongan en cuestión al Sistema. ¿Cuántos de nuestros jóvenes se han acercado a conocer, por poner algún ejemplo, a Platón, Marx, Bakunin, Kafka, Tolstoi, Dostoievski, Noam Chomsky, Thoreau, Tony Judt, o han escuchado algo sobre el cristianismo originario acosado en Alemania? ¿Acaso se muestra y practica en los centros de enseñanza el pensamiento crítico?
7- En lo científico, el neoliberalismo siente una especial predilección por la investigación en el campo genético y militar, pues controlando ambos es posible el sueño final del gran capital: el control sobre cada individuo de este Planeta y sobre sus bienes y energía. Una neo esclavitud es el horizonte que se busca para la Humanidad toda.
8 – En el campo artístico, y salvo honrosas excepciones de individuos independientes que tienen que pagar bien alto el precio de su libertad creativa, el arte contemporáneo es un arte hueco, vacío, carente de alma, donde lo que cuenta son dos cosas: la apariencia y el valor de mercado, pues al final se ha convertido el arte en un valor de cambio como cualquier otro.
Graves consecuencias para todos los pueblos
Como es natural, si las industrias se quedan sin inversiones, se estanca la producción, lo que origina una oleada de despidos cuyo coste tiene que asumir el Estado. Oleada de despidos disminuye igualmente el consumo, lo que añade un nuevo factor al deterioro industrial. Como es lógico, a medida que aumentan los gastos estatales para mantener a millones de despedidos y pensionistas, el Estado se ve obligado a endeudarse, hacer recortes, subir impuestos, regular el mercado laboral a favor de los empresarios para que no cierren todos ( lo que supone bajar salarios y despido libre fácil ) y vender servicios públicos al mejor postor. Esto conduce al fin del estado del bienestar.
Las consecuencias sociales de esta política neoliberal, donde ningún Estado pone freno a los especuladores financieros ni impuestos a sus transacciones, es tremenda. Una nación con un alto número de desempleados es una nación donde crece la pobreza, aumentan los desahucios, la emigración, el hambre y la conflictividad social. Como esto está previsto, los gobiernos neoliberales llevan a cabo un sistemático aumento de la policía, grandes inversiones en material antidisturbios y nuevas leyes que permitan reprimir las libertades de huelga, expresión y manifestación. Esta es, por ejemplo, la situación de España.
En resumen, puede decirse que el neoliberalismo es como una mancha de aceite venenoso para los pueblos del mundo que en Europa comenzó en Grecia, pasó a Irlanda, a Portugal, a Italia y ahora llega el turno de Francia. Y el veneno social que destila lo conocemos bien, porque ya se probó durante años en América Latina y ahora lo vivimos nosotros. Esta es la clase de política que propugna el mundo rico neoliberal para toda Europa y para el resto del mundo. Cuéntalo a tus amigos y luego a tus hijos, porque es una política en verdad satánica.
Pronto habrá elecciones europeas, y lo que está en juego es participar en ellas, lo que consolidará esta política neoliberal para todos los europeos, o no participar, lo que supone rechazar esta clase de política y la apertura de nuevas ideas que conduzcan a una Europa de los pueblos en lugar de una Europa de bancos y multinacionales. Esta es la cuestión decisiva y no la que te cuenten en sus medios de desinformación. No te dejes engañar.