La anunciada visita a España de un actor marioneta de la guerra como Zelenski, anulada o solo aplazada, nos alegra a los que sabemos que pretendía concretar cuántas armas, cuánto dinero y por cuánto tiempo va a recibir de nuestros impuestos. El Gobierno español los considera suyos, si tenemos en cuenta las declaraciones de su ministra de la guerra, la señora Robles, cuando nos dice que apoyará al ucraniano hasta el final y con nuestros bolsillos. ¿Y con el permiso de quién? Mío, no- ni de usted, supongo- ni siquiera del Parlamento, lo que adquiere el calificativo de intolerable si es que seguimos apostando por los valores democráticos más allá de las palabras estupendas con que se adorna esta democracia plena de mentiras y amagos de buenismo democrático a lo socialista de toda la vida, como cuando nos colocaron en la OTAN con trucos, sin sospechar que entrábamos en una Internacional de la Guerra Permanente a pagar por los bolsillos de los pueblos, siempre rebosantes y deseosos de ayudar a genocidas, tiranos, dictadores, reyezuelos, traficantes de armas, mangantes de alto nivel y otras criaturas de la bondad suprema.
¿En qué nos beneficiamos los españoles, por ejemplo, de este tráiler político rebosante de muertos entre Zelenski, la OTAN y Netanyahu? Acerquemos la lupa. ¿Tendremos, acaso, mejor sanidad pública, mejores escuelas y universidades, menos desempleo, mejores empleos y salarios más acceso a la vivienda, y todas esas cosas que indican calidad de vida personal y democrática del país? Ya conocen las respuestas, claro.
Feo asunto, sí, todo eso, pero ¿sería mejor que los beneficios de la guerra de Ucrania o los negocios con el sionista fascista de Israel sirvieran para aumentar nuestro bienestar? Eso sería repugnante. ¿Cómo calificar entonces, aparte de antidemocrática y ruinosa, esa prometida ayuda de pozo sin fondo a un dictador como Zelenski, jefe de un gobierno corrupto y marioneta de guerra de los EEUU para cercar a Rusia? ¿Absurda? ¿Servil a los EEUU, como siempre? Este es un juego muy peligroso, porque apoyar a Ucrania incondicionalmente nos sitúa a los españoles como enemigos de una potencia nuclear como Rusia, – que no nos ha hecho nada para ser un peligro para nosotros- hoy controlada por otro dictador despiadado, que en caso del estallido de una guerra como parece estarse preparando, nos encontraría esgrimiendo tirachinas frente a un dragón que escupe bombas atómicas. Pero la señora ministra de la guerra no parece tener miedo ni siquiera a mentir cuando dice textualmente “Tenemos un problema con Rusia”. Nosotros no, señora ministra. Solo suyo.
Otros impresentables amigos
En ese orden de cosas, ¿Cómo se puede asumir esa inadmisible relación de España con un genocida como Netanyahu ese criminal de guerra de la que no recibiremos otra cosa los españoles más que el desprecio del pueblo palestino por culpa de nuestro Gobierno que dice y no hace? ¿Se puede asumir eso, se puede sentir alguna simpatía por este crimen a gran escala? No podemos ser tan tolerantes.
Igual de intolerable y por las mismas poco democráticas razones, el presidente se va a visitar al genocida, pero no para curar el cáncer sionista que surgió en Palestina con la Nakba, sino para negociar la compraventa de armas destinadas a seguir asesinando niños y niñas a pocos kilómetros de ese encuentro, porque ellos, los niños y las niñas palestinas incluidos los neonatos, forman parte esencial del plan de exterminio y borrado del mapa del pueblo palestino. Que hay que tener cuajo para rendir visita a un sujeto así en vez de denunciarlo al Tribunal Penal Internacional, negarse a admitir su embajada, bloquear sus cuentas, dejar el trapicheo de la compraventa de armas y muchas otras cosas más normales que encontramos en el súper, todo eso que debería ser una buena terapia para curar el cáncer sionista. Dudo que esta democracia plena ponga en juego ni un solo pétalo de la rosa PSOE para ayudar a eso. Al contrario: hemos sabido hoy que la embajada en Israel ha felicitado al pueblo y al gobierno genocida al cumplirse los 76 años de la Nakba. (No, no es error de imprenta). Les desea paz y prosperidad. No encuentro palabras en castellano para expresar lo que me produce esta declaración. Y si no lo de Marruecos.
En el orden de esta política exterior inteligente no podemos olvidar tampoco las relaciones con Marruecos. Son estúpidas y vergonzosas a partes iguales. Haber abandonado a su suerte al pueblo saharaui y dejarlo en manos de Marruecos, reúne esas dos condiciones por parte de España: estúpidas, vergonzosas y contrarias al dictamen de la ONU que afirma la necesidad de un referéndum para que los saharauis decidan. Pero este gobierno decide dejarlo en manos de Marruecos contraviniendo a la ONU y olvidando las obligaciones legales que le unen a una ex colonia.
Ponerse al lado de Marruecos en su política sobre el Sahara nos ha salido caro. Nos ha supuesto indisponernos con Argelia y tener que pagar más caro el gas argelino y además tenerlo que comprar, también más caro, a los EEUU. Otro negocio ruinoso con la bandera de los EEUU al fondo. No sabemos si oculta algo el famoso informe Pegasus si es que esconde cosas apropiadas para un chantaje, o porque España es, también aquí, sierva de la política norteamericana que siempre apoya al rey dictador marroquí. En ambos casos, lo dicho: vergonzoso, estúpido y caro para los consumidores.
Y ahora nos vamos al interior del país y a otros malos negocios florecientes en manos de picos indeseables.
¿Fondos buitre? Peor que los pájaros de Hitscoch
No la misma altura, pero sí al mismo nivel de falta de inteligencia política y de falta de ayuda a la gente a la que debe servir, el Gobierno ha abierto más puertas aún a los fondos buitre para expulsar a los vecinos del centro de las ciudades y convertirlos en centros turísticos rentables. Es lo mismo que lo ocurrido con la sanidad, donde han metido sus picos infectos contribuyendo sibilinamente a desmantelar la pública haciendo negocio y a extender la privada haciendo más negocio. No es nuevo este asunto, porque ya la señora de Aznar les vendió a los buitres pisos de protección oficial, convertidos en pisos para alquileres inasequibles y se iniciaron esos abominables ensayos de gestión compartida público-privada en la sanidad. De modo que no es nuevo, sino simple continuismo.
¿Cuál puede ser el final de esta voracidad cuando nos acabamos de enterar que acaban de comprar el pueblo de Burguillos, un pueblo entero, cuyo Ayuntamiento se endeudó con un banco? ¿Dónde se hallan aquí y allá los valores socialistas, los democráticos, la defensa del territorio y los valores éticos y hasta legales como en el caso del Sahara o del genocidio de Gaza? ¿Dónde el respeto a los intereses del pueblo llano de aquí y de allá?
Ya hace mucho que se nos dijo que por sus frutos se conocen los arboles, las ideologías, las instituciones, gobiernos aunque se disfracen de progresistas, o personas aunque vistan con traje con corbata, uniforme militar o talar y oficien en Parlamentos, cuarteles, juzgados o en catedrales. Olvidar esto puede ser fuente de graves errores y malos negocios para nosotros, la gente corriente como usted y yo, por ejemplo.
Imagen de portada: Sánchez participa en la reunión de la Comunidad Política E… – Flickr | Detalles de la licencia