Altos mandos miliares anuncian un drástico salto en la militarización de Canarias
«La seguridad tiene un precio, las medidas irán a más y requerirán sacrificios», dice el segundo jefe del Estado mayor del Aire, Francisco Javier Fernández Sánchez
La militarización creciente de Canarias continúa avanzando de forma alarmante. En el curso de los últimos años, los altos mandos del ejército español no han mostrado reparos a la hora de reconocer en sus discursos públicos que el Reino de España considera el Archipiélago como «frontera avanzada» en África. Es decir, una plataforma privilegiada para la agresión militar contra el vecino continente, sometido actualmente a un proceso de recolonización por parte de lasprincipales potencias occidentales, en pugna con China.
Paralelamente a estos anuncios, se han multiplicado los ejercicios militares en el territorio canario, tanto del ejército español como de la OTAN; el Arsenal de Las Palmas ha sido preparado para eventuales«misiones de seguridad» en países como los del Golfo de Guinea, conabundantes recursos petrolíferos; y Fuerteventura se haconvertido en un centro de entrenamiento para intervenciones en«ambientes desérticos».
Más allá de estos preparativos, la realidad es que las Islas ya constituyen, en este momento, una base militar para operaciones como la intervención liderada por Francia en Mali. En el Aeropuerto de Gran Canaria repostaron los aviones galos que posteriormente bombarderían ese país africano. Pero todo lo avanzado hasta la fecha en este proceso de militarización podría quedarse corto, en comparación con los planes que el Gobierno español, del «socialista» Pedro Sánchez,parece tener para el Archipiélago en el futuro inmediato.
«CANARIAS EN LA GEOPOLÍTICA ATLÁNTICA», EL EUFEMISMO DE UN PROYECTO NEOCOLONIAL
Así lo advertían la pasada semana altos mandos del Ejército español, en el curso de verano «Canarias en la geopolítica atlántica«, organizado por UNED Las Palmas y el Instituto Gutiérrez Mellado.
El nuevo almirante comandante del Mando Naval de Canarias,Pedro Luis de la Puente, en línea con lo expresado por sus antecesores en este cargo, destacó que el Archipiélago «reúne las condiciones para desarrollar un potencial marítimo – obviamente bélico – de primera magnitud».
El nuevo almirante comandante del Mando Naval de Canarias destacó que el Archipiélago «reúne las condiciones para desarrollar un potencial marítimo – obviamente bélico – de primera magnitud».
«Destacan entre sus virtudes – apuntó De la Puente – su pertenencia a la OTAN, su cualidad de ser frontera de España y la UE y el hecho de ser plataforma de entrada y salida de tráfico marítimo con África Occidental y América del Sur».
Como forma velada de referirse a los objetivos potenciales de este«potencial» bélico, el almirante se refirió a la cercanía de las islas a«zonas inestables como el Golfo de Guinea, el Magreb, el Sahel o la propia África Occidental».
«LA SEGURIDAD TIENE UN PRECIO Y HABRÁ QUE HACER SACRIFICIOS», ADVIERTEN LOS MANDOS DEL EJÉRCITO ESPAÑOL
Pedro Luis de la Puente, el segundo jefe del Estado Mayor del Aire, Francisco Javier Fernández, y el resto de mandos militares que participaron en el evento, anunciaron también que «pese al alto nivel de seguridad que registran las Islas», «los riesgos actuales obligarán a dedicar aún más esfuerzos».
«Las medidas para la defensa y la seguridad irán a más y requerirán sacrificios. Estamos demasiado acostumbrados a que la seguridad sea gratis, pero la seguridad tiene un precio»- sostuvoFrancisco Javier Fernández.
«Este «reforzamiento de la seguridad» se traducirá en una escalada de la remilitarización del Archipiélago, «incluso en las Islas menores». Los mandos adelantaron que «será necesario retomar la instalación del radar en El Hierro»
Este «reforzamiento de la seguridad» se traducirá en una escalada de la remilitarización del Archipiélago, «incluso en las Islas menores».
En este sentido, los mandos adelantaron que «será necesario retomar la instalación de un radar en el Pico de Malpaso, en El Hierro, que hasta ahora no ha podido ser porque las circunstancias políticas no lo han permitido».
Lanzarote, por su parte, será utilizada «para hacer incursiones de vigilancia» en África con grandes drones que ya se han instalado en esa isla.
Manifestaron, asimismo, su intención de mantener el Campo de Tiro de Pájara, en Fuerteventura, la ocupación de La Isleta, en Gran Canaria, y el resto de instalaciones con las que, progresivamente, el Ejército español ha ido sustrayendo terrenos públicos en las Islas.
Los altos mandos del ejército dibujaron, en suma, un oscuro panorama, con este drástico salto en un proyecto militarista al que, hasta la fecha, no han sabido dar respuesta las organizaciones políticas y sociales de la izquierda canaria.