Alberto Garzón: “IU no se reúne con el 15M porque somos parte de ellos”
Los alemanes fueron muy amables, pero cuando uno de los presentes les preguntó si estarían dispuestos a aprobar la compra de deuda española desde el Banco Central Europeo, contestaron al unísono que no. “Aumentaría la inflación”, dijeron, según uno de los portavoces españoles expresó en la posterior rueda de prensa.
Entonces se les recordó, a los alemanes, que gran parte de su terrible deuda tras la II Guerra Mundial les fue condonada. “Cuando se lo dijimos, muchos de ellos decían que sí con la cabeza”, matizó una de las portavoces.
Con estupefacción cordial, como si les estuvieran hablando de las inesperadas lluvias de estos días, media docena de diputados alemanes escucharon ayer a los grupos de indignados españoles informarles de que 30 de las 35 empresas de nuestro Ibex operan en paraísos fiscales. O de que en España se producen 500 desahucios diarios. “Cuando les dijimos esto, sus caras eran de bastante impresión. Aunque a lo mejor es una impresión subjetiva”, señaló en rueda de prensa otro de los portavoces.
“También cuando les comentamos cómo había sido la represión policial del 25-S, asentían con la cabeza”, añadió otra persona en la misma rueda de prensa.
Al margen de la evidente falta de trascendencia de esta reunión, tras la que no va a bajar ni un punto la prima de riesgo, el clamor popular difunde que el parlamento alemán decide reunirse con el 15-M español y los partidos españoles ni se acercan. Alberto Garzón es miembro del movimiento indignado y ahora, también, parlamentario de Izquierda Unida:
– Que están diciendo que los partidos políticos españoles no os reunís con el 15-M, como hacen los alemanes.
– Reunirse significa que hay dos partes. Muchos de nosotros somos parte. Hay gente de IU en todas las asambleas, en todas las comisiones, y no como partido. Es absurdo que nos reunamos con nosotros mismos.
– Pero como partido no habéis propuesto al congreso algo como lo que acaba de hacer el Bundestag.
– Estamos totalmente de acuerdo en que comisiones del Congreso se reúnan con la gente. Pero todo depende del PP. En vez de responder con policía, preferimos dialogar.
-Me parece un poco ingenuo que los parlamentarios alemanes se asombren de que haya 500 desahucios diarios en España, o de que nuestras grandes empresas operen en paraísos fiscales, o de que en el 25-S la actuación de la policía haya sido tan brutal. Los interlocutores indignados se han mostrado encantados de la receptividad con que los alemanes han escuchado estas noticias. Pero yo creo que los parlamentarios alemanes ya las tenían que saber. Esas cosas salen todos los días en los periódicos. Y también en los alemanes. Me suena a paripé.
– Mira, yo no sé cómo funciona el Bundestag. Pero si los parlamentarios alemanes son como muchos de los españoles, no me extrañaría que no supieran nada. Conozco a parlamentarios que no saben nada de lo que está pasando en España.
Desde Equo, otra de las formaciones políticas más afines al 15-M, responde Inés Sabanés, fundadora de Izquierda Unida y ahora disidente desde la recién nacida sigla ecologista.
– ¿Cómo se explica que el 15-M se reúna antes con políticos alemanes que con españoles? Vosotros habéis nacido con mucha cercanía a los indignados. Pero hablo, en general, de cualquier partido.
– Yo creo que todos los partidos, y todos los políticos, hemos entendido su deseo de mantener las distancias con nosotros. Pedir una reunión con el 15-M significa que quieres rentabilidad electoral a través de ellos, ¿no? Sin embargo, sí estamos en asambleas, y en comisiones, pero no como partido. Como personas. Otra cosa sería haberlo planteado como los alemanes. Si el Congreso de los Diputados español hubiera propuesto una reunión con el movimiento ciudadano, seguro que habrían aceptado. Pero eso es imposible. Nuestras democracia no es la alemana.
Los representantes del Bundestag, en la reunión de ayer, agradaron a sus interlocutores indignados reconociendo que les desagrada el hecho de que sean los ciudadanos españoles los que paguen la deuda de nuestras entidades bancarias. Carsten Linnemann, el diputado que de forma cristalina hizo esta afirmación, que exoneraría del pago a los ciudadanos, pertenece a la CDU de Angela Merkel. Pero solo se trata de una reunión informativa, puntualizó inmediatamente, y las palabras de Linnemann, por tanto, son de coleguita a coleguita. “Sería interesante si de esta reunión no quedara solo una foto”, ironiza Alberto Garzón.
Los germánicos interlocutores no propusieron alternativas, al margen de pago ciudadano, para saldar dicha deuda. Según los últimos datos del Banco Internacional de Pagos (BIS), la exposición de la banca alemana en España asciende a 108.158 millones de euros. Durante casi dos décadas, consideraron buen negocio las alocadas inversiones de los bancos españoles en ladrillo. Y las avalaron. Y cobraron por ellas muy interesantes intereses. Ante estos argumentos, los parlamentarios alemanes se mostraron muy poco elocuentes, y en su rueda de prensa posterior a la reunión se negaron a contestar preguntas de los periodistas. Eso sí, varias veces recalcaron que ellos no representaban al Bundestag y que se trataba de una reunión informativa.