Agirre` el levítico admirador de Hitler
Por Maité Campillo
¿El de La cólera de Dios?
No, no es aquél ‘loco vasco’, en misión de explorador y conquistador de la corona española, en busca del dorado en tierra venezolana. Aquél que dicen terminó revelándose contra la monarquía (claro que todo son intereses ajenos al esclavo obligado a morir a favor del interés ajeno). El que montó su propio ejército, ‘como explorador’ del oro que sumió a tanto imperio monarca, piratería al más puro corte anglosajón contra las civilizaciones propias, descuartizando, robando, degollando, en sus viajes de ‘aventura’, ambición y dominio. No es el Agirre de La cólera de Dios. El que terminó sus días perseguido y asesinado por los soldados del imperio español a la orden de Felipe II. No, el Agirre de esta nota como recordatorio de historia, era muuucho más devoto a ordenes de esa índole, misas y entierros de intereses más sumisos a los imperios de la época. No, no es el que decidió matar a su hija, antes de que cayera en manos de las tropas del monarca` o de cualquier humilde indígena de esa tierra invadida. No se trata en absoluto del mismo Agirre que montara endemoniado en cólera según la película, y, que el propio Bolívar define como el precursor de la independencia de los pueblos de América (?) Yo, no, encajo su fuerza y valor como un impulso arrollador dentro de las contradicciones del ‘clan explorador’ ajenas a las culturas bajo el sable del español.
El Agirre de esta nota forma parte de un pasado al que se le sigue blanqueando, tergiversando el curso de la historia real y sus personajes, para que asumamos como pueblo, la clase más insaciable vinculada a una época de terror oscurantista en santa cruzada: Iglesia-Ejército-Estado / Dios-patria-Rey. El de esta nota es más lacayo, ante dios, y ante quien hiciera falta, aliado de otro imperio en un contexto histórico más cercano fruto de potencias económicas. Este Agirre sin pudor ni la misma dignidad fue el que escribió << Salimos en un coche en medio de un fuerte bombardeo >>. Ser oscuro, despreciable, que no remonta en cólera por estar siempre en paz con Dios y consigo mismo, de corte menos cinematográfico y un cristo más oportunista si cabe, un admirador empedernido de Hitler, que tras el bombardeo de Durango y Gernika reza tranquilamente a su Dios, huyendo como rata al amparo nazi en nave de los aliados, que escribió con pulso firme: << Hago el viaje con tres oficiales alemanes que venían de París. Amables y correctos. Llego a Colonia después de pasar la frontera a las dos y media. Tomo de milagro el tren a Hamburgo y dejo olvidada mi gabardina con la precipitación. En la frontera, concesión y facilidad. Viajo hasta Hamburgo con un simpático oficial de la Marina condecorado con las cruces de guerra. Sabe francés y me viene muy bien de intérprete. Llego a Hamburgo a las nueve cincuenta >>.
Muchos estudiosos saben quien fue el lehendakari vasco Agirre` José Antonio (y viceversa), también quien el PNV, su comportamiento durante la II República, su negación a la entrega de armas a los combatientes milicianos, guerrillas del Frente Norte, su colaboracionismo, y, es que Agirre, era como dios manda, profundamente anticomunista como su partido, devoto de la doctrina cristiana más carca y reaccionaria, nada que envidiar en fanatismo al Almirante que voló por los cielos. Un nacionalisto a favor del nazismo internacional (que tras la derrota de éstos colabora con los servicios secretos del imperio yanqui) a la entrega de vanguardia activa antifascista para que cayera en garras de la maquinaria nazi, que fuera derrotada por el ejército rojo soviético. Tocaba unir el fanatismo enfermizo y católico que le corroía anticomunista, arrimándose a uno y otro imperio para exterminar la ‘estirpe roja’ persiguiendo sus pasos. Un Agirre que controlaba todo con mirada calculadora, fría, dura y huidiza, de manos limpias, cuello duro, traje impecable con los bolsillos llenos y limpios de toda huella de crímenes en los que participó de muy diferentes formas sucias de actuación durante y después del golpe de Estado contra la República.
Narra el Agirre que ‘enriquece’ la Biblioteca del Congreso de los EEUU: << 27 de marzo de 1941. He comido solo. Después, casi instintivamente, he dirigido mi paseo hacia las avenidas que van a parar a Unter den Linden [el lugar habitual de las grandes manifestaciones nazis] por si veía algo. Y, en efecto, poco tiempo después de cruzar por el monumento de la victoria he visto pasar al ministro de Exteriores japonés Oosuke] Matsuoka, precedido y seguido de gran acompañamiento. Iba con él el general [Hiroshi] Oshima. He llegado hasta la cancillería donde un numeroso público esperaba la salida de Hitler y el ministro japonés después de su entrevista. Ha durado dos horas y media. He esperado, firme en pie, con intenso frío, el momento. Salen al fin Hitler, Ooachim van] Ribbentrop y Oshima. Yo estaba a 50 metros. Tenía en mi mano unas banderolas nazis y japonesas que nos han repartido «gentilmente» unos miembros de las SS. He disfrutado mucho.
30 de marzo de 1941. Hoy me he quedado sin misa. He pasado una noche extraña -con sueños- cosa que no es corriente en mí. Total, que entre la noche desvelada y el sueño tardío se me pasó la hora de la misa. He ido a la iglesia por la tarde. Dios me habrá perdonado esta involuntaria infracción del precepto. Envidio a los que se despiertan cuando quieren. Yo no puedo, duermo demasiado bien.
8 de abril de 1941. Sigo leyendo a Unamuno y termino la obra de Antonio Ferro sobre [António de Oliveira] Salazar, el dictador portugués. Interesante figura la de Salazar que siempre me ha atraído por su honestidad y recio carácter. Se podrá no compartir sus ideas pero se comprende bien que ciertos procedimientos de Gobierno sean necesarios en algunos países tumultuarios. De Salazar he oído hablar bien, hasta a sus propios adversarios. Es un mérito.
11 de abril de 1941. Hoy es viernes santo. He leído y meditado el Evangelio de san Lucas y los libros del Éxodo y el Levítico. He procurado guardar el ayuno dentro de la limitación de las circunstancias. He paseado por la tarde llegando hasta la capilla donde oyen misa los elementos de la embajada española y las mujeres de las embajadas y legaciones de América.
19 de abril de 1941. Durante la mañana leo el Libro I de los Reyes. Termino también el libro El Fascismo de [Pietro] Gorgolini. En resumen, flojo a pesar de que el prólogo de Mussolini diga que es lo mejor escrito hasta 1921. Después han sido publicados mejores trabajos, aun cuando la conducta merezca los calificativos más duros.
20 de abril de 1941. Santo de Aintzarne [su hija mayor] ¡Cuánto me acuerdo! Aquí festejan el santo de Hitler >>.
Creía el nacional-católico Agirre, que en 1941, los nazis ganarían la guerra y apoyarían el Estado Nacional Vasco, preñado de intereses capitalistas, notas y acordes navideños en misa de gallo y eucaristía ¿Vaticano a lo Opus Dei, o jesuita a lo Arzallus quizá?. Agirre se equivocó rotundamente, su fanatismo ciego, fiebre tifoidea en fe cristiana, nunca pudo contemplar que los ‘comunistas’ donde la izquierda íntegra en lucha encajaba, odiaba y aborrecía, fueran capaces de derrotar el imperio nazi. Su moral, su nacional-catolicismo, le llevó a odiar a los comisarios de guerra republicanos y le condujo a las filas de la maquinaria de guerra más sangrienta de la historia; no es de extrañar que estuviera tendencioso de avaricia paranoica y cobardía en oportunismo titubeante, en si apoyar a Franco o a la República (‘se decide por los últimos’). Ya que el General desalmado de intereses como él, sería un complejo rival a vencer, le quitaría el chollo de la comunidad autónoma por eso de la España una, grande, y libre. Mafioso de intereses, gangsters a favor de guerras de exterminio, interés en juego del dominio en lema de esclavitud y mordaza en el nombre de Dios. Fue el fascismo internacional, su mejor aliado, Hitler su ídolo.
Comunicado d` Euskadi Buru Batzar, tras la caída de Francia: << Por las relaciones que unen a Alemania y España creen los vascos que en general el triunfo de Alemania sería la consolidación del régimen actual y por lo tanto de la desastrosa situación en que se encuentra en estos momentos el País Vasco. Nosotros no compartimos esa opinión, porque creemos en el talento político del Führer, en su sagacidad, en su alto espíritu de comprensión esperamos que en el nuevo orden a establecer en Europa y particularmente en España, el problema vasco será tenido en cuenta:
1-Porque a Alemania le interesa la pacificación de España y no puede escapar a su recto sentido que no hay pacificación posible sin una solución favorable a los vascos.
2 -Porque el problema vasco está íntimamente ligado al problema racial alemán, y por lo tanto, es lógico y natural esperar que el Führer lo acoja y lo resuelva con la mayor simpatía.
3 -Porque nos damos perfecta cuenta de que las simpatías de Alemania en España están en decadencia, y por lo tanto es de extrema importancia para el Führer recoger y captar nuevas simpatías si no quiere perder toda su influencia en España >>.
Sindicato por entonces del PNV, ELA-STV, en referencia al régimen nazi alemán: << Es un totalitarismo culto frente al soviético grosero y criminal. Euskadi y Alemania están condenadas a entenderse >>. Eugenio Goyeneche, investido doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco en 1982 , (miembro del PNV) y, amigo personal de Bouda y Best, llega incluso a redactar un proyecto de Estatuto para unificar la región de Vasconia e insertarla en la Europa nazi.
(II)
Comienzan a llegar brigadistas por la frontera de Irún en defensa de la República. Gipuzkoa se convierte en el asentamiento que forma los primeros destacamentos a combatir. Agirre indiferente, impecable, trajeado entre crucifijos y despachos en aires de hermano mayor de los jesuitas, impone su puritanismo aristócrata chuleando a cargos de la República; desenfreno en campaña, primeros sabotajes a la defensa contra las tropas de Mussolini principal aliado del Führer. Hace lo imposible para boicotear el Frente Norte. Traición a forma de sabotajes y pacto de Santoña, se impuso a sangre y fuego a favor del levantamiento y sus aliados de Europa. Las mazmorras se llenan de milicianos y comienzan los fusilamientos en masa. La no intervención triunfa y saca a Agirre de la ‘ratonera’. La mafia del PNV cubre las espaldas moviéndose como ‘Pedro por su casa’ ante la derechona vasca y lugares ocupados por los nazis. El primer lehendakari de la historia ‘huye a Francia’ con la ayuda de la diplomacia venezolana y la complicidad de los países de la no intervención. Francia e Inglaterra se apuran en sacarlos apoyando canes de otros países a favor.
Agirre entrega Bilbao al fascismo español. Fábricas de fundición entre ellas los Altos Hornos, minas, e industrias de armas pasan a favor de los golpistas. Tanto Agirre como parte de la mafia peneuvítica, lejos de ser apresados se enriquecieron libremente al amparo del negro paraguas con txapela incluida y kaiku azul marino con los servicios secretos de EEUU; xirimiri a favor enviado por el amo del norte, refuerzo al ya obtenido en campo nazi. Llenan sacas y filas de pacto aliado con el fascismo español, y años más tarde, ‘tras la transición’, nada que envidiar el siniestro Atuxa, al pistolero Barrionuevo. Los inicios de matanza de los destacamentos de acción e inteligencia de la Ertzaina (del PNV), igualitos a los cuerpos represivos que formaron parte del levantamiento y dieron nombre a la dictadura, franquismo mordaz fanáticamente centralista. El PNV sigue detentando el poder económico y político como lo detentó el PRI, en México. Controla prácticamente todos los estamentos sociales de Euskadi, los medios de comunicación privados y públicos, la cultura, la religión, deporte, policía, enseñanza, sanidad y hasta la forma de pensar de la mayoría social. En realidad nunca ha dejado de controlar. En la época franquista seguía ostentando poder, el verdadero poder económico estaba en sus manos, dueños de Cajas de Ahorro, Bancos e industria. Partido que enriqueció la media, alta burguesía y aristocracia de raíces profundamente anticomunista.
Durante el levantamiento fascista, en contraposición a la defensa de la República, el Gobierno Autónomo de Euskadi -1937- lanza una campaña a favor del nazismo:
<<Tres fueron los sellos emitidos bajo los siguientes nombres` Euzko Ikastola Nagusi Alde / Pro Universitate Vasconum / Pro Universidad Vasca [Catálogo compilado por Félix Gómez-Guillamón, The Republican Local War Tax Stamps (1936-1939), publicado en febrero de 1977, por la británica Spanish Philatelic Society]. Cada sello se imprimió a cuatro colores, negro, azul, verde y rojo >>.
Agirre fue elegido a la cúpula del PNV, como ‘jesuita’, presumiendo como señorito inglés a ver la ría, cayó en ludopatía asidua a los casinos, además de regentar la fábrica de chocolate de su padre; al igual que Hitler, odia la ‘chusma roja’. Fue un quinta columnista, que aparte de entregar Bilbao, entrega intactas las fábricas de armas al ejército fascista. Lejos de vivir como un exiliado político, va de fanfarrón de lehendakari, libre por el mundo, como un auténtico mercenario protegido por la reacción internacional. Durante el franquismo dejó de añorar a su pueblo, se aleja conscientemente, no sea que algún gudari ‘de la chusma’ le vaya a pegar dos tiros por traidor; comportándose como virrey de palacio adula la aristocracia. Además de fanático vaticanista de un nacionalismo xenófobo, fue cultivando su traición por lo más alto huyendo a lo chivato a colaborar con el FBI.
Con don de macho y visión racista ante las naciones del mundo, señala a la población vasca como la más antigua de Europa (dato que posiblemente sea cierto), pero a la vez, como provinciano inculto, califica con intrínseco despotismo incrustado al resto de pueblos y culturas del Estado ‘de civilización inferior’. Fue, además, un aliado de los partidos tradicionalistas carlistas y monárquicos, según el mismo: << Con el fin de combatir el laicismo del que suelen hacer gala los gobiernos republicanos de izquierdas >>. Meditaba en Dios a lo cobarde asentando máscara ‘social-nacionalista’. En 1934, con estrategia a lo zorro, ‘asume el campo republicano pensando en las elecciones de 1936’. La nueva táctica se impone a lo grande, el PNV rinde cuentas al Vaticano, “Por no participar en la coalición de derechas”, acordada para el golpe de Estado. La táctica es ‘perdonada’ por la súper inteligencia vaticana unida a Dios, patria y familia.
Mensaje del Papa Pío XII, ‘a los triunfadores’ del crimen organizado:
<<Con inmenso gozo nos dirigimos a vosotros, hijos queridísimos de la católica España, para expresar nuestra paterna congratulación por el don de la paz y de la victoria con que Dios se ha dignado coronar el heroísmo cristiano de vuestra fe y caridad, probado en tantos y tan generosos sufrimientos. El sano pueblo español, con las dos notas características de su nobilísimo espíritu, que son la generosidad y la franqueza, se alzó decidido en defensa de los ideales de la fe y civilización cristianas, profundamente arraigadas. En prenda de las copiosas gracias que os obtendrán la Virgen Inmaculada y el Apóstol Santiago, patronos de España, y de las que os merecieron los grandes santos españoles, hacemos descender sobre vosotros, nuestros queridos hijos de la católica España, sobre el jefe del Estado y su ilustre Gobierno, sobre el celante Episcopado y su abnegado clero, sobre los heroicos combatientes y sobre todos los fieles, nuestra bendición apostólica>>.
Con el Estatuto llegó la creación de un Tribunal Superior, que dejaba la enseñanza, policía y modelo tributario en manos de la ‘cúpula de la traición’, creándose “en tanto duren las circunstancias anormales producidas por la Guerra” el Gobierno provisional vasco. Agirre se convierte en primer Presidente de Gobierno autonómico vasco. Que además de ejercer como lehendakari, se hace cargo personal del Consejo de Guerra y dirige militarmente a las tropas vascas (ojo clínico el jesuita eneeee!!). Tras producirse el golpe de Estado, la dirección del PNV, vuelve al cauce de sus aguas sin escrúpulos. Niega el apoyo al Gobierno del Frente Popular (… ‘Agirre organiza su incondicional brindis a la República’), impone su peculiar participación, el sabotaje, mezquino y cruel que jamás bronce tañera. Tras la masacre nazi en Durango y Gernika desenmascara la máscara, prepara el camino de Santiago pero al revés, hacia Alemania, al corazón del nazismo más puro junto a la Italia de Mussolini. Visita Sudamérica convertido en héroe (de la traición) volcándose de lleno ‘a trabajar’ para los servicios secretos de EEUU.
(III)
Animado por el cónsul de Panamá en Amberes, Germán Gil Guardia, germanófilo hasta la médula bien relacionado con la cúpula nazi, viaja hasta Alemania. El cónsul de Venezuela, Rómulo Araujo, le da su incondicional apoyo y ayuda a realizar el trayecto proporcionándole financiación. Agirre parte con identidad falsa panameña como -José Antonio Álvarez Lastra. En Alemania transcurre sus días con ‘normalidad’: <<14 de marzo de 1941. Asisto a la embajada española a los funerales por la muerte de Alfonso XIII>>. Entre los contactos facilitados a Agirre, por el panameño Gil Guardia, se encuentra el ministro de Asuntos Exteriores nazi Joachim von Ribbentrop. Según el propio Agirre, oye misa a diario, lee libros propagandísticos de los nazis y acude a algunos de sus actos públicos en los que dice haber “disfrutado mucho”. Mientras lee a Unamuno y la biografía propagandística del dictador de Portugal, Antonio de Oliveira Salazar.
23 de mayo de 1941. Sale de Alemania y logra llegar hasta el puerto de Góteborg, en Suecia, estando allí las tropas de Hitler lanzan su gran ofensiva contra la Unión Soviética. El primer ministro sueco le consigue pasajes para Brasil. En Sudamérica recibe trato de jefe de Estado: << Al pisar tierra americana sentí por primera vez después de mucho tiempo la espléndida vibración de la libertad, y de los hombres que por ser libres poseen el don fecundo que universaliza hasta lo más pequeño. Por eso, en medio de aquel entusiasmo popular, comprendí el alcance del homenaje que se me tributaba >>. Además de brindarle la oportunidad de colaborar con los servicios secretos estadounidenses, tendrá la ocasión de conocer personalmente al ideólogo fascista Antonio Ferro, de quien posteriormente escribe, «Dios quiso ponerlo en mi camino». El nazismo llega a despertar auténtica admiración en Agirre: << En el campo social se ha realizado una gran obra. Parece una copia de lo que hicieran y un día harán mis compatriotas >>.
El general William Donovan coordinador de la Oficina de Servicios Estratégicos (antecedente de la CIA) considera a Agirre: “La persona de confianza para liderar la vuelta a la democracia en España”. Se convierte en el ‘hombre de Washington’ y elogia públicamente el carácter norteamericano: << Su simpatía, generosidad, espíritu de independencia, sencillez, franqueza y exuberante juventud >>. Se traslada a Nueva York, presidiendo la sede del Gobierno Vasco ‘en el exilio’, ejerce a su vez como profesor en la Universidad de Columbia. En1946, regresa a Francia, sigue colaborando con los servicios secretos estadounidenses, constituyendo nuevamente el Gobierno Vasco, desde donde participa en la creación d` la Liga Internacional de Amigos de los Vascos, según dicen, llegaron a conseguir 50. 000 adherentes, personalidades religiosas, como los cardenales Verdier y Griffin, políticos e intelectuales entre otros.
PD.
Las altas cotas de indignidad que alcanzó el Partido Nacionalista Vasco (PNV). La traición de Santoña no fue un caso aislado hay que buscarla en los contactos que venían manteniendo con personajes importantes del Tercer Reich desde 1940: << Tras la caída de Francia, Ribbentrop enviá varios expertos en asuntos raciales como Karl Bouda y Werner Best, con la misión de estudiar la viabilidad de dividir el Estado Francés en varios estados más pequeños, atendiendo a criterios de diferenciación racial. Entre esos estados se encontraría la región de Vasconia, con la dificultad añadida de que la mayor parte del hipotético territorio de la misma no se hallaba en suelo francés, sino que formaba parte de la nación española. Esto no amilana a José Antonio Agirre, presidente del gobierno autónomo vasco gracias a unas elecciones cuanto menos dudosas, quién desde su exilio en Bélgica ordena a destacados dirigentes del PNV, que incrementen los contactos con los nazis. Así, a partir del verano de 1940 tendrá lugar una serie de reuniones con los alemanes, en las que estarán presentes el presidente del Euskadi Buru Batzar, Doroteo Ciaurriz, y el hermano de Sabino Arana, Luis Arana >>.
(El primer estatuto aprobado por la República fue el de Catalumya). Institucionalmente Euskadi nació el 1 de octubre de 1936, con el estatuto de autonomía aprobado por las Cortes republicanas en pleno golpe militar. Indalecio Prieto y José Antonio Agirre, presidente y secretario de la Comisión de Estatutos, consensuaron su texto en vísperas del levantamiento fascista. Tras la entrada en vigor del estatuto, de la formación del primer Gobierno vasco en la historia (coalición PNV/Frente Popular) a manos del lehendakari Agirre. Su condición de primer ‘lehendakari’ de la autonomía vasca, proclamada en las adversas condiciones, le convierten, junto a Sabino Arana, en la figura de referencia del Partido Nacionalista Vasco, apegado a dos ideas centrales: el catolicismo y el nacionalismo. Según el ex-lehendacari Juan José Ibarretxe: “ ‘Agirre’ representó la faceta más moderna y democrática del nacionalismo vasco y fue uno de sus líderes más carismáticos”.
Como punto final decir que tras el levantamiento militar-fascista del 18 de julio, el PNV, de Nafarroa y Araba, se unió a los requetés y al general Mola. Pretendió desmitificar hasta el último momento el coraje y lealtad de los gudaris de Santoña (que recibieron la orden de la dirección del PNV de no ir hacia Asturias). Es cierto que miles de ellos, al ser atrapados por los italianos, decidieron pasarse al ejército fascista con los requetés. Pero no es menos cierto que los que no se amilanaron fueron encarcelados y algunos fusilados, y, que muchos, siguieron combatiendo con coraje de ejemplo en otros frentes de la República contra el fascismo.
Maité Campillo (actriz y directora de Teatro Indoamericano Hatuey)