Acerca de República, democracia, socialismo
Querido compañero Carlo. Al leer el resumen de tu intervención en los Askencuentros, Donosti, noviembre de 2008, publicado en  http://www.kaosenlared.net/noticia/republica-democracia-socialismo&am
La primera parte de tu argumentación, que sinceramente me sorprendió, la realizas desde un contundente análisis materialista y dialéctico cuando vinculas el carácter clasista del concepto democracia, a la base material en que se sustenta el Estado capitalista con su República “Democrática”, donde el Estado responde a las necesidades de la clase social en el poder. Como dijera Lenin en su referencia a esa forma de Estado que era la mejor envoltura del capitalismo. Lo que viene a ser una democracia para la minoría social burguesa que ostenta el poder, pero de hecho es una dictadura para la mayoría social trabajadora explotada y alienada.
Insisto que es de agradecer ese análisis cuando vemos a tantos reformistas hablar y defender el Estado de Derecho existente cuando se realizan acciones que rompen con la “paz burguesa”, considerar que la monarquía “democrática” impuesta por el dictador, lo es, aunque en su contradicción y confusión sobre el estado en sus diversas formulaciones, añoren y defiendan la república sin matizar el carácter material de esa república, como muy bien tu haces al asociarla a la república socialista como la verdadera democracia, donde la explotación del hombre por el hombre ya no tiene lugar, y los medios de producción, base de la explotación capitalista, ya son propiedad de todo el pueblo, o por lo menos de la mayoría social, siempre que en esa república popular socialista el pueblo trabajador esté organizado como clase dominante de abajo arriba a través de una gran pirámide asentada en una gran peana popular del pueblo organizado a través de Consejos Obreros, desde donde ascienden a la cúspide todas las iniciativas y necesidades populares, controlando directamente la propiedad socializada, es decir, recuperando la unidad dialéctica del ser creativo que es el ser humano produciendo y administrando políticamente el poder, acabando con la división clasista del mundo capitalista y del socialismo burocrático donde se divide a la sociedad en clase política y sociedad civil. Donde el llamado sufragio universal sustituye a la democracia directa y permanente de abajo arriba que solo es posible realizar cuando los trabajadores se organizan como clase dominante y pueden controlar desde abajo directamente los medios de producción y ejercer el poder político, controlando y revocando en cualquier momento a los cargos electos a los niveles superiores de actuación político-productiva.
Tal vez se genere cierta confusión cuando se entra en la interpretación que haces sobre el uso de la violencia revolucionaria necesaria para destruir el estado capitalista y reemplazarlo por el socialista. Cómo se tiene que generar esa lucha por el poder que finalmente se constituya en poder alternativo. Como muy bien señalas la experiencia popular en Euskal Herria como forma de organización alternativa, de alguna forma coincide con un artículo que redacté, publicado en Rebelión en el 2002 que titulaba “Batasuna peligrosa” y que hoy se puede encontrar en esta dirección de Internet que lo reprodujo, se llama La Fogatahttp://www.lafogata.org/02europa/8europa/peligrosa.htm o en un análisis más ampliado en: Vías parlamentarias y extraparlamentarias en las luchas de clases de hoy. La interrelación dialéctica de la forma de lucha por el poder, como forma de poder
ponencia que expuse en las III Jornadas celebradas en La Habana sobre la obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI.
En este último enlace se podrá encontrar en todo su análisis, y de forma resumida en la conclusión del párrafo final, lo que tal vez nos diferencia en cuanto a cómo contribuir a la revolución socialista que de alguna forma choca con lo que probablemente crees que tendrá lugar: “En consecuencia, el salto que hay que dar aquí es más corto (probablemente sea Euskal Herria el país del mundo donde queda menos camino por recorrer para pasar del capitalismo al socialismo)”.
Considero que la situación que padecemos en el llamado primer mundo, en la vieja Europa, la revolución es mucho más compleja que el proceso que está teniendo lugar en Venezuela, allí tampoco, si no terminan de imponerse como forma de poder alternativo los Consejos Comunales que se planteen tomar la banca, las fábricas y las demás instituciones sociales y culturales, es decir, destruir la maquinaria estatal burguesa, la violencia capitalista se impondrá. La democracia burguesa que se ejerce a través del sufragio universal no es la alternativa al Estado de la democracia directa de abajo arriba. Solo un alto grado de organización de la mayoría social y popular, desde abajo arriba, impedirá que la burguesía ejerza la violencia con la que intentar recuperar sus privilegios e impedir que se mande al basurero de la historia su estado capitalista.