A través de la radio 3

 

Con un lenguaje de rudo carretero, la Presidenta de la Comunidad de Madrid daba a conocer otro capítulo de un voluminoso libro de bolsillo: los socialistas se han pegado un leñazo en las elecciones andaluzas.

Por alusiones. Cuando el electorado andaluz llamaba Juanma a Moreno Bonilla, con campechana familiaridad, era porque esperaban mucho de él. A saber: se encargaría de subsanar la precaria Sanidad pública, contratando a más médicos de familia y enfermeras; aumentaría la disponibilidad de un mayor número de profesores; rebajaría la elevada tasa de parados; se implicaría en hacer salir del umbral de la pobreza a miles de familias; y un largo etcétera.

De pronto, una vez empezó a gobernar Juan Manuel Moreno Bonilla, por encima de cualquier contingencia decidió eximir de pagar impuestos a los miles de ricos que habitan en la Comunidad Autónoma Andaluza. No sólo eso, invitó a la clase pudiente de España entera a venir a invertir en su bella tierra andaluza. También para ellos habrá exención de todo tipo fiscalidad.

Desde ese momento, la mayoría de los electores andaluces dejaron de llamarle Juanma.

Por su política de exenciones, el señor Juan Manuel Moreno Bonilla recibió de la Presidenta de la Comunidad madrileña un delirante tweet: “Bienvenidos al Paraíso”.

¿A qué paraíso se refería? ¿Al de Dante? ¿Quizá al de Milton? ¿Tal vez al moderno Paradiso de Lezama Lima? No. La señora Ayuso aludía, como únicos destinatarios de ese Paraíso, a las grandes fortunas de la Corte centralista.

Ante los incontables émulos del Tío Gilito en ese territorio, hará falta saber qué papel les corresponde a los seres fieramente humanos de Leganés-Getafe-Fuenlabrada-Alcorcón-Majadahonda-Alcobendas-San Sebastián de los Reyes-Móstoles, entre otras localidades, y aún a la veintena de distritos de la capital, como Arganzuela-Chamberí- Tetuán-Carabanchel-Vallecas. Ninguno. Dice ninguno, salvo permitirles ir a votar cada cuatro años a unos partidos políticos que les va la vida en ello.

Dos nuevas comunidades regentadas por el Partido Popular se añadieron a la exención de impuestos a la clase pudiente. Recibirán también los tweets de la vergüenza. Sí, de la vergüenza, porque cuando una sociedad democrática y soberana carece de Justicia Fiscal, será difícil disponer de Justicia Social.

Si el Partido Popular no tiene algo más que ofrecer que puñados de vergonzosos tweets, en las próximas e-l-e-c-c-i-o-n-e-s les van a votar los milmillonarios, sus consortes y una decena de desnortados (de todo hay en la viña de Don Simón).

Con relación al llamado “efecto Feijóo”, parece menos una realidad que el fervoroso deseo de la derecha mediática reunida.

La semana pasada, la coalición de Gobierno dio por cerrado, por tercera vez consecutiva, los Presupuestos Generales del Estado. Han conseguido alcanzar el acuerdo de un eficiente y sólido escudo social. Qué alegría para las familias más desfavorecidas y gran satisfacción por haberlo contado.

Imagen de portada: Licencia gratuita Tío Gilito

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