¿A qué juegan desde C´s?
Por Eusebio López
Sus mentiras son tan ridículas, que rozan el esperpento. Se pegan entre ellos, el agresor, xenófobo él, ataca a una “quitalazos” rusa, al grito
de “extranjeros fuera”. Un hombre de 75 años provoca una pelea, según la policía local, porque quería quitar una pancarta contra la violencia de genero, y salen en su defensa, diciendo que es una agresión independentista catalana. Ven a un cámara de Telemadrid (si, Telemadrid, la del PP de Madrid), y porque lleva algo amarillo, van y lo agreden.
Está claro que todo esto sería ridículo (que lo es), sino fuera porque responde a un profundo movimiento social, de capas de la sociedad española y catalana, ese franquismo sociológico que existe, y que justifica la barbarie franquista; porque el franquismo no fue derrotado, sino que se auto denominó demócrata. La izquierda colaboro, y colabora, cuando les reconoce ese titulo.
Pero el juego de Cs es muy peligroso. Veamos un poco de historia. A comienzos de los años 20 al nazismo alemán, a las SA (Fuerzas de Asalto) casi nadie les tomaba en serio. Las fantasías de Himmler y Hitler sobre la raza aria no eran tomadas en serio… El fascismo italiano, en sus comienzos (es muy recomendable el filme Novecento de Bertolucci sobre el papel del fascismo en la sociedad) era, también, un fenómeno relativamente ridículo incluso para los sectores cultos y burgueses.
Las SA, al tiempo que fantaseaban con el pangermanismo, se entrenaban paramilitarmente; atacaban barrios obreros, centros sociales de la izquierda, barrios judíos,… se entrenaban para cuando sus amos los necesitaran. Como así fue. Cuando el capital alemán (o el italiano antes), vieron peligrar su poder de clase por una clase obrera que luchaba, recurrieron a esos elementos marginales, y los pusieron en el centro de la lucha. Cuando los capitalistas de la Krupp, de la Siemens, de la Benz, …. comprendieron que a la clase obrera alemana había que darle un severo correctivo, sacaron a esas bandas que ya tenían entrenadas, y las lanzaron contra los “comunistas”. El final lo conocemos todos y todas.
No es la primera vez que el capital entrena a los sectores marginales de la sociedad, para enfrentar en caso de necesidad la posibilidad de la perdida de su poder de clase. Napoleón III, como analiza Marx en el 18 de Brumario, se apoyó en esos sectores marginales para llegar al poder; Mussolini hizo tres cuartos de lo mismo, Hitler igual, … y en el Estado Español Franco se apoyó en los odiados “moros”, su Guardia Mora, para derrotar al pueblo; es más, en ocasiones, los falangistas abrieron las puertas de la cárceles para utilizar a los presos como aliados en la brutal represión.
Cs pone en movimiento a sectores sociales que basan su política en la fuerza bruta. Razonar con ellos es como intentar convencer a Himmler de que su fantasía sobre la raza aria es eso, una fantasía. Juega con fuego conscientemente; se quiere convertir en el perro fiel de su amo el capital, y no se le puede combatir solo con humor, sino organizándonos y enfrentando al que les paga, al capital y su estado. La ironía con su ridiculez ayuda a sobrellevarlo, pero haríamos bien en no esperar nada de este estado que está infestado de franquistas.