El gobierno mexicano también protege a los nuevos grupos del crimen organizado

 

El proceso de fragmentación criminal en México ha dejado un escenario complejo. Varias organizaciones narcotraficantes no han podido mantenerse unidas, sea por conflictos internos, disputas con rivales o por arresto de sus líderes.

Si bien algunos grupos poderosos permanecen invariables, como el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), otros grupos más pequeños, muy violentos y localizados se han convertido en amenazas de “seguridad nacional”. Muchos son divisiones de viejos carteles, que mantienen sus antiguas lealtades, y otros que eran antes ladrones de carburante o transportadores de drogas y que fueron escalando los niveles jerárquicos de manera gradual.

Esto deja como resultado un contexto volátil, en el que estos grupos han llegado a tener una influencia desmesurada. Esta es la lista de los nuevos grupos:

La Línea

La Línea surgió como un brazo armado del Cartel de Juárez, con el objetivo de defender los territorios de esta organización en la frontera con Estados Unidos. Aunque se ha argumentado que el Cartel de Juárez contrató directamente a policías y expolicías para formar La Línea, InSight Crime ha reportado que, desde sus inicios, esta célula trabajó de manera independiente e incluso le cobraba impuestos al Cartel de Juárez y al Cartel de Sinaloa para que estos pudieran mover sus productos a través del Valle de Juárez.

Hoy en día, La Línea presuntamente se dedica al narcomenudeo, al tráfico de drogas sintéticas, al tráfico de madera y al robo de vehículos en el estado de Chihuahua. El grupo tiene un importante reducto en Ciudad Juárez, el cual le da acceso a varias rutas de transporte en Estados Unidos una vez que ha cruzado la frontera norte.

En febrero de 2021, varios medios reportaron que la Fiscalía General de la República (FGR) habían identificado una reunión entre miembros del CJNG y la Línea, en la qque habían formado una alianza para combatir al Cartel de Sinaloa. Sin embargo, el fiscal general de Chihuahua, César Augusto Peniche, negó que existiera evidencia sobre colaboración entre ambas organizaciones.

La violencia ejercida por La Línea afecta a los estados de Chihuahua y Sonora, donde el grupo se enfrenta a las células asociadas al Cartel de Sinaloa como Gente Nueva y Los Salazar. De hecho, La Línea fue uno de los grupos a los que se les adjudicó la infame masacre en noviembre de 2019, en la que murieron 9 integrantes de una familia mormona en el noroeste de Sonora.

El 9 de julio de 2021, las autoridades arrestaron en Chihuahua a un presunto cabecilla de La Línea de alias “H7”, con cargos de homicidio y crimen organizado. Tras su arresto, un comando armado atacó la estación de policía del municipio de Carachí.

Los Salazar

Los Salazar son un clan familiar asociado al Cartel de Sinaloa y se dedican principalmente a la producción y transporte de heroína hacia Arizona. También operan como brazo armado para defender los territorios de Sonora y Sinaloa en nombre del cartel. Se cree que Los Salazar incursionaron en el narcotráfico en Sonora a principios de 1990, bajo el mando de Adán Salazar Zamorano –lugarteniente de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

El clan opera principalmente en los estados de Sonora y Chihuahua, donde su principal rival es La Línea. Recientemente también se han reportado disputas con Los Rusos, otra célula asociada al Cartel de Sinaloa, por el control de la plaza de Mexicali, en Baja California. Esta rivalidad es un ejemplo de que varias células, aún siendo parte de una misma organización, pueden enfrentarse por territorio.

La violencia y las amenazas asociadas a Los Salazar no solo han estado dirigida a otros grupos criminales, sino también hacia periodistas y funcionarios de gobierno. El grupo es probablemente responsable por el asesinato de la periodista Miroslava Breach en 2017 y por la desaparición del periodista Alfredo Jiménez Mota en 2005. Por otro lado, luego de que un cabecilla de la organización fuera abatido en agosto de 2019, Los Salazar amenazaron a la gobernadora de Sonora por “no respetar acuerdos” con el grupo.

Cartel de Tijuana Nueva Generación

El Cartel de Tijuana Nueva Generación (CTNG) es una organización criminal en Baja California que se dedica al tráfico de heroína, cocaína, marihuana y drogas sintéticas hacia Estados Unidos, a través de la frontera de Tijuana. El grupo surgió tras una alianza entre el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y remanentes del Cartel de Tijuana para combatir al Cartel de Sinaloa.

Cuando se formó el CTNG, el Cartel de Tijuana ya llevaba varios años debilitado y el CJNG se estaba expandiendo. Hoy en día, parece ser que el CTNG trabaja más de cerca con el CJNG como brazo armado y proveedor de logística para el tráfico de drogas en la frontera noroccidental. InSight Crime reportó en 2016 que el CTNG fue responsable de secuestros, torturas y asesinatos de rivales del CJNG en la península de Baja California.

Tijuana, está estratégicamente ubicada en la frontera con California, ha sido el escenario de cambios importantes en el hampa, tales como la formación de nuevas alianzas, células criminales y brazos armados. En esta ciudad también tienen presencia Los Cabos, un brazo armado del Cartel Jalisco Nueva Generación.

Grupo Sombra

Formados alrededor 2017 como un fragmento del Cartel del Golfo, las “Fuerzas Especiales Grupo Sombra” son un importante actor criminal en el norte de Veracruz. Además, se han expandido a algunos municipios de los estados de Hidalgo y a San Luis Potosí. En estos lugares, el Grupo Sombra presuntamente se dedica al narcomenudeo, tráfico de migrantes, trata de personas, sicariato, secuestro, extorsión y hurto de petróleo.

Los miembros de esta organización utilizan técnicas de extrema violencia que luego difunden por video o con acciones como dejar los cadáveres en la vía pública. Actualmente, sus principales rivales parecen ser Los Zetas Vieja Escuela y el CJNG, quienes han ganado terreno en Veracruz. De hecho, algunos reportes de prensa afirman que el grupo se alió en 2019 con el Cartel de Santa Rosa de Lima para frenar las incursiones del CJNG en el centro del país.

Los integrantes del Grupo Sombra también han buscado ganarse el apoyo de la población, al realizar acciones de asistencia social. Por ejemplo, el grupo fue uno de los muchos actores criminales que repartieron despensas en los primeros meses del confinamiento por la pandemia del COVID-19 y ha organizado fiestas para el Día del Niño y el Día de la Madre en algunos municipios de la región Huasteca, que incluye a los Estados de Veracruz y Tamaulipas, según el semanario “Proceso”.

En agosto de 2020, fuerzas federales detuvieron al director de la policía municipal de Álamo de Temapache, en Veracruz, y a otros seis oficiales, acusados de trabajar con el Grupo Sombra.

Zetas Vieja Escuela

La violenta guerra que comenzó en el 2010 entre Los Zetas y el Cartel del Golfo, las capturas y muertes de varios cabecillas y las presiones del Estado, llevaron a una fragmentación de ambos grupos. Varias células han surgido de las escisiones de Los Zetas incluyendo el Cartel del Noreste, Sangre Nueva Zeta y los Zetas Vieja Escuela.

Estos últimos fueron presuntamente formados por José Guizar Valencia, alias “Z-43”, junto con otros disidentes de la organización original. El grupo tomó el nombre de Vieja Escuela aduciendo que respetarían el “negocio original” del narcotráfico. A su vez, dejarían otras actividades criminales predatorias como el secuestro, la extorsión y el robo de gasolina.

Los Zetas Vieja Escuela están concentrados en el norte de Veracruz y tendrían presencia esporádica en otros estados del norte y este del país como Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y Quintana Roo. Sin embargo, su principal objetivo es la frontera nororiental, donde se enfrentan fuertemente contra sus antiguos socios del Cartel del Noreste, el Grupo Sombra y el CJNG.

El Z-43 fue capturado en febrero de 2018 en la Ciudad de México y ahora el grupo parece estar bajo el liderazgo de Antonio Salas Perea, alias “Chihuas”, según Milenio, quien presuntamente ha tejido alianzas con algunas escisiones del Cartel del Golfo, como Los Ciclones.

Los Talibanes

Los Talibanes son un grupo armado originario de Tamaulipas,

formado por Iván Velázquez Caballero, alias “El Talibán” o “Z-50”. Este exoperador de Los Zetas se separó en 2012 de la organización para luchar contra el liderazgo de los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño –el “Z-40” y el “Z-42”.

La organización ha operado sobre todo en los estados de Zacatecas y San Luis Potosí, donde Velázquez Caballero se ganó su apodo por su costumbre de decapitar con machetes a sus enemigos y civiles que no pagaban la cuota de extorsión.

El Talibán fue apresado en 2012 y extraditado a Estados Unidos al año siguiente. No obstante, su organización sigue participando en el narcomenudeo, la extorsión, trata de personas y secuestro, presuntamente bajo el mando de su hijo Raúl, “El Talibancito”.

Según el periodista especializado en seguridad Óscar Balderas, Los Talibanes estarían detrás de un atentado fallido en contra del congresista de San Luis Potosí, Pedro Carrizales, son responsables de dejar cuerpos decapitados en frente de palacios municipales en Zacatecas y tendrían amenazados a varios alcaldes y policías en ese estado.

Los Viagras

Esta organización surgió tras las fragmentaciones de la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios. Hoy en día, opera en la región de Tierra Caliente bajo la aglomeración llamada Carteles Unidos, que intenta frenar la incursión del Cártel Jalisco en esta zona.

Los Viagras son una de las facciones criminales más dominantes en la sierra de Michoacán y en sus inicios operaron como una célula independiente. La cúpula de liderazgo ha estado presuntamente compuesta por siete hermanos de apellido Sierra Santana, originarios del municipio de Huetamo. Según informes de prensa, el actual cabecilla de la organización es Nicolás Sierra Santana, alias “El Gordo”.

Durante la década pasada, Los Viagras actuaban como el brazo armado de los Caballeros Templarios para combatir a Guerreros Unidos, según un comunicado que dio el antiguo líder de esta organización, Servando “La Tuta” Gómez, en 2014. Hoy, la principal actividad de Los Viagras se concentra en el tráfico de metanfetaminas y la extorsión, por lo que su adversario más importante es el Cártel Jalisco Nueva Generación.

La guerra entre Los Viagras y el CJNG en Michoacán es una de las más intensas del país. Ambas organizaciones suelen enfrentarse en balaceras, establecen bloqueos de carreteras para impedir la entrada del grupo rival o las autoridades, lo cual deja a los pobladores sitiados, y muestran su poder de fuego al desfilar en las calles de la localidad de Tierra Caliente con armas de alto calibre y vehículos blindados.

En este conflicto, Los Viagras han arremetido contra las fuerzas del Estado. En marzo de este año, presuntos integrantes de la organización dispararon a un helicóptero del Ejército tras el arresto del hijo de “El Gordo”.

Ahora, como parte de Carteles Unidos, Los Viagras han unido fuerzas con antiguos grupos de autodefensa como el Cartel del Abuelo y otras escisiones de la Familia Michoacana. Del Cártel de Sinaloa, que es el mayor productor de fentanilo y que está protegido por autoridades federales y locales, no es mencionado por la ONU.

La principal ventaja de Los Viagras en Tierra Caliente quizás es su fuerte arraigo local y el largo historial del clan Sierra Santana en las dinámicas criminales en el territorio. Para buscar apoyo de la población local, Los Viagras también han participado en reparticiones de despensas y han elaborado una narración de “protección a los ciudadanos” contra del CJNG.

Los Rojos

La fragmentación de la Organización Beltrán Leyva (OBL) dio origen a Los Rojos, una célula importante en el centro y suroeste del país. A pesar de que varios de sus líderes y cabecillas fueron arrestados entre 2019 y 2020, la organización recientemente fue mencionada por la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus iniciales en inglés) como activa en el tráfico de heroína y con conexiones en Estados Unidos.

El presunto fundador de la organización fue Jesús Nava Romero, alias “El Rojo”, un lugarteniente de la OBL que operaba las rutas de trasiego de drogas desde Guerrero a Morelos. El Rojo fue abatido por la Marina en 2009 y la organización fue heredada por su sobrino, Zenén Nava, ­y Santiago Mazari. Ambos fueron capturados entre julio y agosto de 2019.

Hoy en día, Los Rojos tienen influencia en los estados de Morelos, Puebla, el Estado de México y la sierra de Guerrero –donde se produce la goma de opio para la heroína. Aquí, el grupo ha sido responsabilizado de extorsión, homicidios, secuestros, trata de personas y desapariciones forzadas.

Sus principales rivales son otras escisiones de la OBL, sobre todo Guerreros Unidos. Ambos grupos han sido relacionados con la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y con los altos niveles de violencia en Guerrero y Morelos. El último informe de la DEA afirma que Guerreros Unidos estaría trabajando con el CJNG.

Otro rival importante de Los Rojos en Guerrero son Los Ardillos, una organización involucrada en el narcotráfico en ese estado desde hace más de 20 años.

Drogas sintéticas latinoamericanas: pequeños mercados dentro del auge mundial

La producción de drogas sintéticas ha aumentado a lo largo de este año en todo el mundo, aunque los mercados de consumo en América Latina y el Caribe siguen siendo de pequeña escala, según un nuevo informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

El Informe Mundial sobre las Drogas 2023, publicado por la ONUDD el 26 de junio, subraya por qué la producción de drogas sintéticas es diferente de la de drogas de origen vegetal como la cocaína, la heroína y la marihuana. Aunque México, que se encuentra bajo un régimen populista, desarrolla el tráfico de fentanilo con precursores procedentes de China.

Las drogas sintéticas pueden producirse en cualquier lugar y en cualquier momento, sin las restricciones climáticas que limitan el cultivo de coca y amapola. La producción de drogas sintéticas también es más discreta, pues no requiere grandes extensiones de cultivos ilícitos, lo que permite a los productores evitar ser detectados por las autoridades.

Esos factores han propiciado el aumento de drogas sintéticas, como el captagón en el Medio Oriente, el tramadol en algunas zonas de África y Asia Central, y el fentanilo en América del Norte.

Según el informe, el crecimiento rápido y no regulado del sector farmacéutico también ha contribuido a la explosión de la producción de drogas sintéticas, al facilitar a los productores de drogas ilícitas el acceso a precursores químicos.

En medio de este auge, informa la ONUDD, se han desarrollado mercados de consumo de drogas sintéticas a pequeña escala en América del Sur. Allí, son cada vez más comunes las incautaciones de ketamina, aunque los datos muestran que el consumo de esta droga ha disminuido desde 2010. La ketamina aparece a menudo como ingrediente del “tusi”, una popular droga sintética conocida como “cocaína rosa”. Originaria de América Latina, la droga ha sido incautada en América del Norte y Europa desde 2019.

El informe también aborda otros acontecimientos importantes en materia de drogas en la región, incluido un estudio en profundidad del narcotráfico en el Amazonas, que muestra sus estrechos vínculos con la tala y la minería ilegales. La oferta y la demanda de cocaína en todo el mundo son más intensas que nunca, y los mercados emergentes desempeñan un papel cada vez más importante en el flujo de cocaína, afirma la publicación.

Los mercados de drogas sintéticas en América Latina y el Caribe se han mantenido en pequeña escala, en parte por la falta de un mercado establecido de consumo de opioides. Incluso así, no descarta la ONU que el consumo regional de drogas de origen vegetal como la cocaína y la marihuana allanen el camino a un mayor consumo de drogas sintéticas.

El consumo de fentanilo no se ha arraigado en América Latina, pero sí ha habido pequeñas incautaciones de fentanilo en Argentina, Paraguay y Brasil, si bien no hay pruebas de producción ilícita organizada para un mercado de consumo en estos países.

El fentanilo no ha aparecido porque el consumo solo se produce donde ya existe un mercado de opiáceos establecido, explicó a InSight Crime Bryce Pardo, investigador en jefe de la ONUDD.

“No hay un gran mercado de heroína en Sudamérica. No hay un gran mercado de opiáceos de prescripción desviados en América del sur”, dijo y agregó: “El fentanilo realmente no va a aparecer allí en gran cantidad”.

Pero el norte de México es otro caso porque parte del fentanilo destinado a Estados Unidos se desvía para el consumo local, entre consumidores de heroína. Esto ha provocado cientos de muertes por sobredosis desde que apareció por primera vez en la región, alrededor de 2017.

Ya han surgido mercados de consumo para algunos medicamentos propios del Cono Sur, y en los últimos años las autoridades han incautado cantidades cada vez mayores de drogas de fiesta, como la MDMA. También se produce MDMA en la región: en 2021 se descubrieron sofisticados laboratorios dedicados a su producción de MDMA en Brasil.

Bryce Pardo, dice que “quizá en el futuro se pueda ver una droga sintética similar a la cocaína como droga estimulante para fiestas. No sé si será la metanfetamina o si será otra cosa como la MDMA o la ketamina”.

 

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