Matanza de palomas migratorias y zorzales a las puertas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama

 

El 15 de octubre se inicia la caza de palomas migratorias y de zorzales en los pasos de montaña, cuando las aves llegan exhaustas del viaje desde el norte de Europa.
Uno de esos pasos se localiza en el perímetro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono, la Asolación Ecologista del Jarama El Soto, el Grupo de Acción Para el Medio Ambiente, Jarama Vivo y Liberum Natura piden que pare el ensañamiento contra las palomas.
El 8 de octubre comenzó la época hábil de caza en la Comunidad de Madrid que se prolongará hasta el 31 de enero para la caza menor y hasta el 21 de febrero para la caza mayor. Durante ese periodo se puede disparar a 17 especies de caza menor, entre ellas la paloma y el zorzal y a 6 especies de caza mayor. A este periodo se superpone, del 15 de octubre al 15 de noviembre, la caza de palomas migratorias y zorzales en pasos de montaña.
Esta modalidad de caza consiste en abatir palomas y también zorzales que llegan en bandos, desde el norte de Europa donde crían. La migración se produce hacia el centro de la Península donde buscan temperaturas más benignas y alimento. Es lo que se conoce como pasa. Los cazadores se camuflan en puestos fijos, en collados de cuerdas montañosas y esperan a que pasen los bandos para abatirlas. Se aprovecha especialmente los días en los que el viento sopla del sur y les da de frente a las aves lo que las obliga a volar más bajo y a menor velocidad.
En la Comunidad de Madrid hay cinco pasos de palomas migratorias, catalogados como tradicionales, aunque van cambiando según las temporadas cinegéticas. En la temporada 2024-2025, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior ha catalogado cinco pasos. Tres de ellos, Alto de la Hiruela (La Hiruela), Collado de Las Palomas (Puebla de la Sierra), El Salinero (La Hiruela) están en la Sierra Norte. Hay uno en la Sierra Oeste, Herrén de Carboneras (Rozas de Puerto Real) y El Boquerón (Canencia) que se localiza en el límite sureste del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. En el Parque Nacional no está permitida la caza, pero en su perímetro exterior se localizarán 44 puestos de caza desde los que podrán disparar, durante 32 días, un máximo de dos cazadores por puesto.
A juicio de los colectivos Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), la Asolación Ecologista del Jarama El Soto, el Grupo de Acción Para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y Liberum Natura, seguir permitiendo las matanzas de aves migratorias carece de justificación en esta época y menos junto a un parque nacional. Va en contra del sentido común y de la conservación, disparar aves a las puertas de un espacio protegido.
El dato de las aves muertas en esta modalidad no se conoce porque los cazadores no tienen la obligación de facilitarlo, es voluntario. La información con la que se cuenta es el número total de palomas muertas durante la temporada 2022-2023 que asciende a 226.194 y el de zorzales que es 52.095, algo mayor que las cifras de la temporada 2021-2022 que fueron 213.173 palomas y 39.606 zorzales. Estos datos totales agrupan los animales muertos en la época general de caza, la media veda (del 20 de agosto al 20 de septiembre) y las de caza de palomas por daños en cultivos de leguminosas (15 de mayo al 15 de julio o final de la cosecha), más los datos que se hayan facilitado de los pasos de palomas.
La caza de palomas y zorzales migratorios no tiene justificación. Ni hay cultivos que se puedan dañar ni población a la que alimentar. Para ARBA, la Asolación Ecologista del Jarama El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura, es matar por matar, bajo la excusa de la tradición.
Por ello piden que cese este ensañamiento contra las palomas y los zorzales y que la caza se someta a un escrutinio social. No se puede seguir matando animales por diversión.
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